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Oseas Barbarán, presidente de la CONAP que aspiraría a un tercer periodo en una organización de gestión controvertida |
El Minagri buscó participación de Barbarán en debates con Serfor para la Ley Forestal pues facilitaría la aprobación de su propuesta en desmedro de la representación indígena. Una carente democracia interna, un apoyo al extractivismo y un lenguaje confrontacional son algunas de las perlas del reelegido presidente de la Conap que aspiraría a una tercera gestión.
Por José Carlos Díaz Zanelli
Servindi, 20 de marzo, 2015.- Cuando el lunes 16 de marzo el Ministerio de Agricultura (Minagri) firmó el acta del reglamento de la Ley Forestal, 6 de las 7 organizaciones indígenas y campesinas que participaron en el diálogo con el Gobierno guardaban ciertas aprensiones respecto a cuánto de sus aportes habían sido acogidos. Solo una mostró total confianza respecto al porvenir de este proyecto, la denominada Confederación de Nacionalidades Amazónicas del Perú (Conap), representada por Oseas Barbarán Sánchez.
Que esta organización mostrara tal confianza en los acuerdos que lideraba Serfor, órgano adscrito al Minagri, no era gratuito. Según fuentes consultadas para este informe, previo al inicio de las jornadas de diálogo, se insistió en la participación de Conap desde el interior del Minagri. Pese a que un sector del ministerio era partidario de dejar en manos de Aidesep la representación de las comunidades amazónicas, otro sector abogó por la agrupación de Barbarán por considerarla más “flexible” ante las políticas propuestas por el Gobierno.
En pocas palabras, Conap era asumido por el Minagri como un voto a favor de su propuesta de reglamento y además, apostaban que su posición influenciara en la decisión de las otras organizaciones campesinas y amazónicas.
Doble discurso
Situaciones como estas han minado en los últimos años el prestigio de Conap al frente de la representación de los pueblos indígenas de la amazónicos. Su apoyo a las políticas extractivistas del Gobierno ha llevado a que esta organización incluso muestre mayores acercamientos a las compañías interesadas en viabilizar sus actividades, no siempre de manera legal.
Sin embargo, esta actitud de parte de Oseas Barbarán no es precisamente disimulada: “De los derechos humanos no comemos. Ya no queremos ser objeto de investigación de las ONG, tenemos que explotar nuestros recursos”, declaró Barbarán para este informe.
Esta postura, como se puede ver, difiera mucho de la visión institucional de Conap, que reza por la “defensa de los derechos de los pueblos amazónicos y de su desarrollo sostenible”. ¿Es el apoyo obcecado a los proyectos de extracción una forma de velar por los derechos de las comunidades indígenas?
Esta situación ha generado que más de una de las treinta federaciones formalmente afiliadas a la Conap pongan en tela de juicio la legitimidad de Oseas Barbarán al frente de la organización.
Sin democracia interna
Otro aspecto que ha generado la pérdida de confianza respecto al accionar de la Conap es la debilitada democracia interna que se desarrolla en la organización. Y es que estando a poco de terminar su segunda gestión –cuestionada por sus propias federaciones, dicho sea de paso–, Oseas Barbarán no aclara si piensa reelegirse, aunque da a entender que sí.
“Yo no tengo que hacerle caso a mensaje apócrifos, pero el estatuto permite reelegirse”, es como se defiende Oseas Barbarán al ser consultado por las cuestionadas elecciones que lo reeligieron en el 2011 y sobre sus afanes reeleccionistas.
Aquella vez varias federaciones denunciaron que el Consejo Directivo –liderado por Barbarán–, impidió por intermedio de diversas argucias su participación electoral y esto fue lo que permitió su reelección. Pues, ante esta falta de interés por la rotación, Barbarán respondería con un presunto afán por perpetuarse en el cargo.
Dicho sea de paso, aún no existe una fecha formal para las elecciones pero desde el interior de la Conap, algunos representantes de federaciones no afines a la política de Barbarán, esperan que la renovación se dé a más tardar en el mes de mayo.
Confrontación
Por último, cabe mencionar que a Oseas Barbarán no se le da mucho la diplomacia en el cargo. Y es que lejos de manejar un lenguaje ponderado para con sus críticos y otras organizaciones, opta por el ataque. Por ejemplo, y sin atreverse a particularizar, lo hace con las organizaciones campesinas y andinas.
“A ellos solo les interesa la agenda del agro. Ellos son agraristas y siempre dicen ‘nosotros somos andinos, no somos indígenas’. Como si les diera vergüenza, nosotros sí somos indígenas”, declara Barbarán en un mensaje que habla poco de su interés por llevar buenas relaciones con las asociaciones y gemios campesinos e indígenas.
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