Servindi, 10 de mayo, 2010.- La tensión aumenta al paso de los días sin poder detener el derrame de petróleo en el Golfo de México por parte de la empresa British Petroleum (BP), al explotar una plataforma hace más de una semana.
El hecho es catalogado ya como una tragedia ambiental y diversas organizaciones ambientalistas piden que se identifique a los responsables de ello, exigiendo el respectivo castigo. Además, la presión aumentó luego del fallido intento por taponear la mancha de crudo.
El asunto toma más relevancia luego que expertos estadounidenses y de la empresa British Petroleum (BP) fallaron el sábado en un intento inicial usando una campana de concreto y acero para taponar la fuga de crudo a las aguas del Golfo de México.
La formación de cristales parecidos al hielo (hidratos de gas) obligó a las cuadrillas de trabajadores a postergar el plan que usaría la estructura de 100 toneladas de peso para contener el derrame de miles de galones de crudo diario.
En ese sentido, el director de explotación de la BP, Doug Suttles, anunció que se viene evaluado otras opciones para evitar la que sería la mayor agresión contra el medio ambiente en Estados Unidos desde el derrame del buque Exxon Valdez en 1989, en Alaska.
Hasta ahora las soluciones presentadas y aplicadas a la contaminación de las aguas no agradan a los ambientalistas, pues aseguran que los mismos diluyentes duplican la contaminación que afecta la vida marina.
En tanto, informes oficiales revelaron que en los últimos 15 años, las empresas petroleras perforaron más profundo y más lejos en el Golfo de México, corriendo más riesgos en su búsqueda del crudo, sin garantizar las condiciones de seguridad.
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