Servindi, 26 de abril, 2010.- El pozo petrolífero dañado la semana pasada por la explosión y hundimiento de una plataforma estadounidense en el Golfo de México, en un accidente que dejó 11 trabajadores desaparecidos, ha derramado crudo en una superficie que cubre mil kilómetros cuadrados en el mar.
“Unos mil barriles de crudo salen cada día desde unos mil 500 metros bajo la superficie”, indicó la contraalmirante del Servicio de Guardacostas, Mary Landry, y calificó este accidente como “grave” debido a sus consecuencias contaminantes para biodiversidad marina de esta zona.
Lo más peligroso es que el derrame se encuentra a solo 65 kilómetros de las costas de Luisiana, Estados Unidos, y según los expertos la ampliación del campo de derrame de crudo se incrementará con el paso de los días, ya que es bastante difícil de controlar.
Un portavoz de la empresa British Petroleum (BP), que había arrendado la plataforma Deepwater Horizon de la firma Transocean para las perforaciones, indicó que el petróleo emana de dos puntos en el sitio del accidente, lo que dificulta su control.
A fin de detener el escape de crudo, Transocean ha enviado dos plataformas que se usarán para perforar un pozo de alivio si las empresas no pueden activar una válvula de voladura en la estructura petrolífera hundida.
Además, el Servicio de Guardacostas y BP, la mayor extractora de petróleo en el Golfo de México y operadora del yacimiento Macondo, aprobaron el uso de robots para tratar de activar esa válvula.
La compañía señaló que un pozo de alivio serviría para interceptar el crudo e inyectar un fluido pesado que impida el escape del petróleo o el gas, tras lo cual sería posible sellar permanentemente el pozo.
Las tormentas, lluvias y el fuerte oleaje han dificultado las tareas de limpieza del derrame, indicaron BP y el Servicio de Guardacostas.
El incendio en la plataforma comenzó el 20 de abril después de una explosión que, según Transocean, que tiene su sede en Ginebra (Suiza) y puede haber sido causada por una voladura, es decir un aumento inesperado de la presión que eyectó petróleo en el tope del pozo. La plataforma se hundió dos días después.
Once de los 126 trabajadores que se encontraban en ella en el momento de la deflagración están desaparecidos y su búsqueda ha sido suspendida.
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