Servindi, 15 de mayo, 2009.- Un niño (13) de la comunidad indígena de Rotura, en la provincia de Cauca, murió luego de tres días de haber recibido un balazo por parte de miembros del Ejército Nacional de Colombia.
El fallecido, Aureliano Tovar Tovar, fue víctima de un ataque militar perpetrado desde dos helicópteros miliares contra los miembros de las comunidades negras ubicadas en el municipio Lopez de Micay.Los efectivos del Ejército justificaron el acto argumentando que ametrallaron la localidad "buscando a un cabecilla guerrillero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)".
Esta versión fue desmentida por los pobladores indígenas explicando que no hubo enfrentamientos con ningún actor armado en la zona.
En este mismo ataque resultaron tres personas heridas, dos de ellas con agujeros de bala en el cuerpo. Asimismo, los disparos destrozaron los techos de 9 casas, la caseta comunal y la escuela de la comunidad.
Los líderes de la comunidad manifestaron que en estos momentos se encuentran asustados y atemorizados por "la ola de amenazas que se ha desatado como consecuencia de este operativo del militar".
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