Servindi, 22 de enero, 2014.- Con un mes de tardanza la empresa Perenco confirmó de manera oficial su primer derrame de petróleo ocurrido el 5 de diciembre pasado en la región Loreto, contradiciendo al presidente Ollanta Humala, quien calificó la labor de Perenco como “la renovación de la actividad extractiva en la región”.
Según declaraciones del Gerente de Relaciones Institucionales, José Mansen Bellina, a radio La Voz de la Selva, la fuga se dio en una de las válvulas que despidió 57 galones de crudo en la zona de la comunidad de Santa María, provincia de Loreto, territorio de los pueblos indígenas Kichwa y Arabela.
“Inmediatamente pusimos en marcha nuestro plan de contingencia y esto fue controlado. No se contaminó el agua y tampoco hay comunidades afectadas”, afirmó Mansen Bellina.
De manera inmediata el presidente de la Federación de Comunidades Nativas del Medio Napo, Curaray y Arabela (FECONAMNCUA), Richard Rubio, informó del caso a la Organización de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) y a la Oficina del Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minas (OSINERGMIN) para el análisis respectivo.
Ambas instancias aún no han brindado un informe concreto sobre lo sucedido ni las verdaderas consecuencias del derrame. Lo curioso es que la empresa Perenco hizo público el caso con un mes de tardanza.
“Creo que Perenco, de iniciativa propia debió emitir una nota, un comunicado, dando a conocer este hecho ante la opinión pública, y no esperar que esto se conozca recién ahora, un mes después, y a partir de trascendidos”, subrayó el director del Instituto de Promoción Social Amazónica-Radio La Voz, Oraldo Reátegui.
“Este hecho pone en riesgo la seguridad de las buenas prácticas anunciadas por la empresa antes del inicio de sus operaciones”, declaró el coordinador del Comité del Agua de la zona, José Manuyama.
Según la Red “Vigilante Amazónico”, existen tres cuencas vecinas al lote 67 que han sido declaradas en emergencia por la actividad petrolera, donde opera la empresa Pluspetrol.
El presidente Ollanta Humala afirmó que “la vigilancia del Estado estaría garantizada, tanto en el tema medioambiental como en lo social”. Sin embargo, FECONAMNCUA como la iglesia local se encuentran preocupadas por el escaso interés del Gobierno en las conversaciones de los dirigentes locales con los empresarios de la empresa en cuestión.
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