Por Cooperacción
31 de agosto, 2012.- La primera reacción que genera el anuncio de la creación del Sistema Nacional de Certificación Ambiental (SENACE) es positiva y felicitamos la iniciativa del gobierno por transferir la competencia de la aprobación de los Estudios de Impacto Ambiental (EIA) a un organismo técnico e independiente de los sectores que promueven los proyectos de inversión. Este es un primer paso para lograr una gestión ambiental independiente y técnicamente autónoma.
Sin embargo, desde CooperAcción, consideramos que el proyecto de ley aprobado por el Consejo de Ministros y presentado ante el Congreso de la República, plantea varias dudas que esperamos puedan ser aclaradas y mejoradas.
Por ejemplo, desde el artículo 1.2 del proyecto de ley, se establece que algunos Estudios de Impacto Ambiental serán excluidos por Decreto Supremo, a propuesta del sector correspondiente. La pregunta inevitable es ¿qué criterios va a usar cada sector para excluir del ámbito de competencia del SENACE a algunos Estudios de Impacto Ambiental? No debemos olvidar que si cada sector puede solicitar la exclusión de algún EIA del ámbito de SENACE, es probable que prime la necesidad de promover la inversión antes que los criterios de viabilidad ambiental.
Por otro lado, una novedad importante es la implementación del mecanismo de ventanilla única, un mecanismo que ha funcionado en otros países del mundo en aras de promover la simplificación administrativa. Pero se espera que la búsqueda por simplificar los procedimientos administrativos no sacrifique la rigurosidad técnica que se requiere para una adecuada evaluación de los EIA.
Algunos temas no han sido incluidos y creemos que deben ser parte de esta iniciativa. ¿Cuál va a ser el rol de los gobiernos regionales y locales en estos procesos? ¿Se les va a seguir excluyendo de los procesos de toma de decisión sobre los proyectos a implementar en sus territorios? El conflicto alrededor del Proyecto Conga ha sido una muestra de la necesidad de que las decisiones sobre el territorio y los recursos naturales involucre a los gobiernos regionales y locales y tome en cuenta las demandas de la población de una política que proteja realmente el agua, elemento vital para su desarrollo económico, productivo y social.
Por otro lado, la creación del SENACE debería ser una extraordinaria oportunidad para incluir a las Evaluaciones Ambientales Estratégicas (EAE) como instrumentos a ser implementados y evaluados por este organismo. No hay que olvidar que los EIA terminan siendo insuficientes al medir los impactos individuales de los proyectos y no permiten medir impactos acumulativos a diferencia de las EAE. Es el momento de empezar a construir un sistema de evaluación ambiental que responda a las complejas características de la realidad nacional. La creación del SENACE es un primer paso pero quedan tareas pendientes que también deben ser abordadas.
De allí que sea muy importante que en el Congreso de la República se escuche la opinión de especialistas, organizaciones sociales, autoridades regionales y locales, que vienen llamando la atención sobre los temas críticos de la gestión ambiental en el país y no se apruebe una norma que, por el momento, adolece de varias deficiencias que deben ser superadas. Las políticas públicas en materia ambiental deben respaldarse en normas eficientes que contribuyan a una verdadera estrategia de desarrollo sostenible.
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Fuente: Cooperacción: http://www.cooperaccion.org.pe/comentario-institucional/senace-algunas-dudas-que-persisten.html
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