AFP, 9 de diciembre, 2008.- Organizaciones indígenas de Guatemala pidieron el martes al presidente Álvaro Colom que frene unas 450 licencias de exploración y explotación minera en sus tierras ancestrales, por considerar que destruyen la naturaleza y se han convertido en medios de presión contra sus comunidades.
"Ahora no nos permiten defender nuestros derechos sobre la madre tierra y nos sentimos como esclavos, peor que cuando llegó (Cristóbal) Colón" a América en 1492, dijo en rueda de prensa la dirigente maya Yaluri Castillo, al hacer un análisis del primer año de gobierno de Colom.
"Estamos pidiendo a gritos que nos escuche, la tierra es para cuidarla, que no la contaminen con la minería, nos están invadiendo en nuestra propia tierra", agregó esta líder de las comunidades de San Juan Sacatepéquez, donde pobladores se oponen a la instalación de una planta cementera.
Entre tanto, la dirigente de la Coordinación y Convergencia Nacional Maya Waqib' Kej, Magdalena Sarat, dijo a la AFP que hasta el momento el gobierno ha otorgado unas 450 licencias para la exploración y explotación minera en todo el país.
"Lo que pedimos es que pongan un alto a estos proyectos, que sólo vienen a terminar con la armonía y equilibrio que debe existir entre la naturaleza y los hombres, porque esas empresas sólo vienen a contaminar nuestra madre tierra", agregó.
Asimismo, el líder de los indígenas asentados en el Caribe guatemalteco (noreste de la capital), Juan Antonio Coo, anunció la decisión de las comunidades de retirarse de una mesa de diálogo con el gobierno para buscar una solución a desalojos violentos en esas áreas.
El gobierno justifica que son áreas protegidas las que están invadidas, pero los campesinos rechazan esa postura y consideran que los desalojos son una "decisión que obedece a presiones del narcotráfico" para dejar libre su paso por esa zona.
A su vez, la dirigente Lolita Chávez detalló que las comunidades indígenas siguen "relegadas en el desarrollo y objeto de explotación económica y laboral en el respeto a sus derechos y dignidad como pueblo, en donde las peticiones de solución a sus demandas históricas chocan con el muro de la impunidad y la falta de interés de las instancias gubernamentales y funcionarios de turno".
Aseguró que las "políticas neoliberales amenazan directamente en saquear los recursos minerales y biológicos", además criminalizan y persiguen a sus dirigentes que pelean "en su justo derecho a la defensa de sus territorios y recursos que por siglos han sabido conservar para el bien de la humanidad".
Ante ello, hizo un llamado "a todas las fuerzas sociales organizadas que luchan por un futuro mejor a estrechar nuestra capacidad combativa, fortalezas y reivindicaciones para la construcción de una sociedad más justa y humana".
Justo Mendoza, de la Coordinadora Nacional Indígena y Campesina, también pidió al gobernante frenar la expropiación de tierras de indígenas por parte de terratenientes para ampliar el cultivo de caña de azúcar, en el sur, y palma africana, en el norte de este país centroamericano.
La ampliación de esos cultivos es para fomentar la producción de biocombustibles, puntualizó.
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