Las pocas facultades resolutivas dadas a los representantes de la Presidencia del Consejo de Ministros motivó que se suspendan las conversaciones y se exija una vez más la presencia del Primer Ministro, Yehude Simon Munaro, en la ciudad de Sicuani, en la provincia de Canchis, en el Cusco.
En la víspera los representantes de las comunidades aceptaron iniciar el diálogo con la comitiva oficial, aceptando incluso que se desarrolle en el lugar señalado por los representantes del gobierno y no en el puente Arturo como demandaba la población.
Sin embargo, las pocas facultades para atender los reclamos de los campesinos motivaron que estos últimos decidieran no firmar el acta de levantamiento de la medida de fuerza hasta que llegue al lugar el premier Yehude Simon, informó la organización Conacami.
Los dirigentes campesinos, señalaron que de no ser escuchados podrían radicalizar las protestas en los siguientes días y continuar con el bloqueo de las vías que comunican al Cusco con Arequipa, Puno y Madre de Dios.
Los campesinos exigen, entre otras cosas, dejar sin efecto la construcción de la hidroeléctrica Sallca Pucará por considerar que afectará sus sembríos, además que no se entreguen concesiones mineras en territorios comunales.
75 heridos, seis de ellos graves, dejó enfrentamiento entre comuneros y policías
Los enfrentamientos entre miembros de la policía y campesinos de las comunidades de la provincia de Canchis, en el Cusco dejaron al menos 75 heridos entre policías y civiles, seis de estos últimos de gravedad.
Los hechos ocurrieron cuando los cerca de 4000 manifestantes se dirigían hacia la plaza central de Sicuani, para protestar frente a la municipalidad provincial.
No hubo ninguna contemplación de parte de las fuerzas del orden al momento de utilizar no solo las bombas lacrimógenas para dispersar a la turba. También se emplearon balas y perdigones para tratar de acabar con la manifestación.
Algunos de los heridos entre los manifestantes, señalaron que los disparos no se hicieron al aire para disuadirlos, sino que fueron hechos directamente al cuerpo, es decir estaban disparando a matar.
Producto del uso desmedido de las armas de fuego, seis civiles resultaron gravemente heridos. Dos de ellos tuvieron que ser trasladados al Cusco para que sean intervenidos de emergencia.
La calma ha vuelto a la ciudad de Sicuani, cuyos pobladores esperan que el diálogo pueda retomarse y que se dé una solución definitiva a los reclamos de los campesinos.
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