El próximo 22 de octubre Survival International presenta en Casa de América su informe "El progreso puede matar: cómo el desarrollo impuesto sobre pueblos indígenas destruye su salud", que estudia las trágicas consecuencias que el desarrollo tiene para los pueblos indígenas.
El informe completo consta de 61 páginas a través de las cuales se estudia minuciosamente cómo ha afectado el "progreso" a los pueblos indígenas. Junto a esta versión más extensa, Survival ha presentado un libro que resume el contenido del informe, titulado El progreso puede matar.
El "progreso" se cuestiona hoy menos que nunca; simplemente se piensa que es bueno para todos. Sin embargo, se ha demostrado que la imposición del desarrollo ha destruido a muchos pueblos indígenas y amenaza a muchos más.
Los pueblos indígenas que viven en sus propias tierras -controlando su propia adaptación a un mundo cambiante- son pobres en términos monetarios, pero su calidad de vida y salud suele ser visiblemente mejor que la de muchos de sus compatriotas. Las estadísticas muestran que cuando se les fuerza a abandonar sus tierras, su salud y su bienestar se deterioran, y las tasas de depresión, adicción y suicidio se disparan.
Recientes intentos de medir la "felicidad" en distintas poblaciones no han sorprendido a quienes ya están familiarizados con pueblos indígenas que aún ejercen el control sobre sus vidas: los más ricos del mundo no son más felices que un pastor masai.
Las palabras que Roy Sesana (bosquimano gana) pronunció en Botsuana son un claro resumen del informe de Survival: "¿Qué clase de desarrollo es éste que acorta la vida de las personas? Se infectan de SIDA. Nuestros niños reciben palizas en la escuela y no quieren ir. Algunos comienzan a prostituirse. No se les permite cazar. Pelean porque están aburridos y se emborrachan. Están empezando a suicidarse. Nunca antes vimos algo así. ¿Es esto desarrollo'?".
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Más información:
Laura de Luis
Tel. (00 34) 91 521 72 83
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