Servindi, 26 de enero, 2011.- A partir del 1 de abril del 2011, entrará en vigencia una norma que restringe la venta de remedios tradicionales en los países de la Unión Europea. Con la nueva regulación, se prohibirá la venta de cientos de estos medicamentos.
La directiva busca proteger a los usuarios de efectos perjudiciales que puede provocar el consumo de algunos productos. Por esa razón, sólo los remedios herbales de alta calidad y probados científicamente serán permitidos. Además, se exige una licencia para el expendio de hierbas medicinales y la mejora del etiquetado a fin de incluir los posibles efectos secundarios.
¿A quién beneficia la norma?
La norma, aprobada en el 2004, ha despertado la polémica de los productores y los dueños de tiendas independientes, quienes califican a la medida de “draconiana”, porque se inclina a favor de los grandes fabricantes europeos.
Al respecto, Richard Woodfield, de la Agencia para la Regulación de Medicinas y Productos de Salud del Reino Unido, sostuvo que la regulación garantizará que los productos cumplan estándares seguros. “Aunque cumplir esas pautas es un desafío, se puede lograr. Tenemos 24 distintas compañías reguladas bajo el programa y no son grandes”.
Algunos expertos, consideran que la medida pueda ser contraproducente, pues si la gente está decidida a seguir tomando remedios basados en hierbas puede optar por adquirirlos a través de internet, donde no se puede certificar su calidad o potencia.
Hay quienes aseguran que el gran beneficiado es la industria farmacéutica, porque se exige a las preparaciones herbarias los mismos procedimientos que usan los productos farmacéuticos, lo que demanda altos costos económicos. Estos son del orden de 80 mil a 120 mil libras por hierba, y cada planta que forme parte de un compuesto tiene que ser ensayada por separado.
El doctor Robert Verkek de la Alianza para la Salud Natural agrega que la normativa reguladora no tiene en cuenta la tradición específica. “Debe estudiarse con rapidez si tal directiva no discrimina a ciertas culturas y supone una violación de los Derechos Humanos”, refirió.
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