Servindi, 4 de mayo, 2010.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, visitó la costa del Estado de Luisiana y, alarmado, expresó que el derrame incontrolado de crudo de petróleo en el Golfo de México podría provocar un desastre ecológico "potencialmente enorme y sin precedentes" en la historia de los Estados Unidos.
"Creo que el pueblo estadounidense es consciente ahora, ciertamente los habitantes aquí del Golfo lo son, de que estamos afrontando un desastre ecológico potencialmente enorme y sin precedentes. El petróleo que fluye del pozo podría dañar seriamente la economía y el medioambiente de nuestros estados del Golfo", sostuvo el mandatario.
Cabe mencionar que Obama hizo referencia con estas declaraciones a la reciente explosión y posterior hundimiento de una plataforma petrolífera operada por British Petroleum (BP), el pasado 20 de abril, lo que provocó que la mancha de crudo se expandiera sin control por el mar.
Respecto a las acciones de contingencia, señaló que su administración lanzó una investigación "inmediatamente" después de la explosión para aclarar lo sucedido y autorizó personal que acuda en apoyo de la empresa responsable.
"La respuesta física sobre el terreno ha sido desde el primer día como si este pudiese ser un fallo catastrófico", afirmó la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, quien dijo que el Gobierno está utilizando todos los recursos a su alcance para minimizar el impacto del vertido.
Las últimas estimaciones indican que el derrame ronda los 800 mil litros de petróleo diarios, aunque Lamar McKay, presidente de British Petroleum en Estados Unidos, concesionaria de la plataforma hundida, mencionó que es imposible predecir la magnitud.
Varios brazos robóticos son controlados por hombres en el fondo marino para intentar cerrar el pozo. McKay adelantó que la gigantesca estructura que construyen los ingenieros de la firma para contener el derrame podría estar instalada en el plazo de "seis a ocho días".
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