Servindi, 2 de julio, 2014.- A dos años de los trágicos sucesos ocurridos en Celendín y Bambamarca que acabaron con la vida de cinco personas, incluido un menor de edad, un video nos recuerda de lo que es capaz un gobierno cuando se entrega de modo incondicional a los grandes intereses empresariales.
Se trata de una serie de testimonios que no encontrarán lugar en los grandes medios de comunicación por representar un peligro para los intereses económicos que estos defienden.
El 3 de julio de 2012 se cumplía un poco más de un mes del paro regional, de carácter pacífico, convocado en la región Cajamarca en oposición al proyecto Conga de minera Yanacocha.
Ese día policías y militares dispararon contra ciudadanos peruanos dejando como saldo cuatro muertos. Ellos fueron: Eusebio Paulino García Rojas (48), Antonio Sánchez Huamán (29), José Faustino Silva Sánchez (35) y César Medina Aguilar (16).
Al día siguiente, en Bambamarca, ya declarado el estado de emergencia, la población decidió poner velas en la iglesia de la Plaza de Armas, en memoria a sus compañeros caídos en Celendín.
Hasta el lugar llegaron una vez más efectivos policiales y del Ejército quienes arremetieron contra los ciudadanos a balazos. Producto de ese ataque perdió la vida Joselito Vásquez Campos (28).
Sin duda lo ocurrido aquellos dos días representa uno de los episodios más trágicos de lo que va del gobierno de Ollanta Humala.
Cuando visitó Cajamarca en plena campaña, cientos lo vitorearon por respaldar la posición de las comunidades de decirle no a la minería. Solo unos meses después, el hoy presidente dio un giro a sus declaraciones y actualmente es el más férreo defensor de las iniciativas privadas.
Invitamos a compartir el presente audiovisual elaborado por Carlos García y Víctor Mendevil, y que viene teniendo grata acogida en redes sociales.
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