
Naciones indígenas rechazan anuncio de Boluarte sobre oleoducto binacional entre Petroperú y Petroecuador.
Servindi, 31 de julio, 2025.- Los gobiernos indígenas del norte de Perú denuncian un nuevo pacto petrolero entre los gobiernos de Perú y Ecuador como una amenaza directa a sus derechos, tierras y supervivencia.
Tres naciones indígenas amazónicas de Perú indican que el acuerdo binacional para transportar crudo ecuatoriano a través del Oleoducto Norperuano se efectuó sin el consentimiento de las naciones indígenas.
Las naciones Achuar, Wampis y Chapra señalan que el anuncio que efectuó la mandataria de Perú, Dina Boluarte, sobre el citado acuerdo viola de manera flagrante el derecho nacional e internacional.
Mientras crece la presión mundial para eliminar los combustibles fósiles, la expansión petrolera transfronteriza amenaza con profundizar los impactos negativos en materia ambiental, jurídica y política en la Amazonía.
El oleoducto coladera
Resulta oportuno recordar que el Oleoducto Norperuano, operado por la empresa estatal Petroperú, sufre fallas crónicas, con un promedio de 146 derrames al año, que contaminan ríos, tierras de cultivo y territorios indígenas.
Ampliar su uso agravaría la crisis ambiental existente, advierten las naciones indígenas, según una nota informativa de alerta difundida por la organización internacional Amazon Watch.
Acuerdo binacional atropella derechos
Las naciones indígenas afectadas no han otorgado el consentimiento libre, previo e informado (CLPI), como lo exige el Convenio 169 de la OIT y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
Esta falta de consentimiento pone en grave riesgo legal cualquier inversión o desarrollo relacionado, incluyendo posibles demandas y la anulación de contratos.
“Sin nuestro consentimiento, este proyecto carece de legitimidad”, declararon los líderes. “Se debe advertir a los inversores: cualquier acuerdo basado en la violación de derechos se construye sobre arenas movedizas”.
Riesgos climáticos y financieros para los inversores globales
Petroperú se encuentra bajo una creciente presión para obtener ganancias y pagar sus enormes deudas derivadas de su costosa Refinería de Talara, sin duda su mayor activo.
Instituciones financieras, como bancos estadounidenses y europeos, apoyaron la construcción del proyecto, a pesar del legado tóxico de contaminación petrolera de la compañía.
El megaproyecto, con un presupuesto de la asombrosa suma de 6.500 millones de dólares, depende de la refinación del crudo amazónico e impulsa la expansión en la Amazonía peruana, como el Lote 64, que abarca más de 760.000 hectáreas.
Sin embargo, debido a la reiterada y unánime oposición de los pueblos indígenas, la reciente subasta del bloque no logró atraer ni una sola oferta.
De otro lado, la expansión de los combustibles fósiles en ecosistemas ecológicamente sensibles y críticos socava los compromisos climáticos del Perú y representa un riesgo para los financistas e inversionistas.
La fallida licitación del Lote 64 es un claro ejemplo de cómo la férrea oposición local puede hacer inviable la extracción de petróleo.
El Ministerio de Economía y Finanzas de Perú sostiene que el abastecimiento de crudo ecuatoriano le permitirá a Petroperú aumentar la producción en sus refinerías y “pagar sus compromisos y deudas”.
El anuncio coincide con los planes de Ecuador de lanzar una importante licitación petrolera de 14 bloques en 2,3 millones de hectáreas en el sureste de la Amazonía del país, a lo largo de la frontera con Perú, a principios de 2026.
Los bloques se superponen a los territorios de siete nacionalidades indígenas de Ecuador que no han sido consultadas ni han dado su consentimiento.
Cabe mencionar que los intentos anteriores del gobierno ecuatoriano de subastar los bloques se enfrentaron a impugnaciones legales y protestas, y no lograron generar interés entre los inversionistas.
Sobre Amazon Watch
Amazon Watch es una organización sin fines de lucro fundada en 1996 para proteger la selva tropical y promover los derechos de los pueblos indígenas de la cuenca amazónica.
Colabora con organizaciones indígenas y ambientales en campañas por los derechos humanos, la rendición de cuentas corporativa y la preservación de los sistemas ecológicos de la Amazonía.
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