- Testimonios de la indignación indígena.
Puinamudt, 10 de setiembre, 2014.- “Comemos un pescado todo bien flaco, sin gusto, insípido. Tomamos agua contaminado, comemos pescado contaminado, comemos frutas contaminados, comemos animales contaminados”, enumera con pesar Alicia Bardales Huayunga.
Julia Chuje Ruíz nos cuenta sobre el mismo problema. “Cómo se sufre aquí. Queremos agarrar nuestros pescaditos, agua en la cocha, en la quebrada, flaco, todo en la quebrada cazamos flaco”.
Ambas son madres indígenas kichwas de la comunidad Nuevo Remanente, base de la Federación de Comunidades Nativas del Alto Tigre (FECONAT).
La federación ha elaborado dos videos de breves minutos (2’40’’ y 1’50’’) donde las madres ofrecen testimonios de su dolor, indignación y frustración frente a las terribles consecuencias de la contaminación petrolera en sus comunidades.
Testimonio del dolor desde el dolor
“Se han terminado mis hijos, haciéndose bien flaquitos, porque [en] ese tiempo limpiábamos nuestra mano puro petróleo, así lavábamos nosotros sus ropitas sucias de mis hijos, puro petróleo”, narra Julia, con evidente quebranto.
“Nosotros vivimos sufriendo enfermedades. Hasta cuándo vamos a poder tomar esa agua contaminado. Hasta cuándo nosotros vamos a poder tomar una agua limpia”, nos reclama Alicia Bardales al iniciar sus declaraciones.
Las madres kichwas hablan además de algunos problemas vinculados a la salud de las personas, especialmente niños y niñas, los cuales asocian a la actividad petrolera. “Los niños de doce años, ashishito [indica con la mano una baja estatura]; diez años, chiquititos; siete años… Hasta cuándo vamos a vivir con los niños así”, dice Alicia.
Por su parte Julia agrega: “Esa agua [contaminada] convidábamos, con eso chapeábamos masatito, de repente ese les secaba [a los hijos, los mataba], como no sabíamos, ese tiempo no había jóvenes que estudiaban, ahora los jóvenes están levantando, están estudiando y nosotros también venimos pensando”.
Las instituciones Source Internacional y Elaw han emitido informes sobre las consecuencias de la contaminación por metales pesados e hidrocarburos en el organismo humano. Afirman que concentraciones en diferentes niveles de agentes como esos pueden causar desde nauseas, mareos y afecciones en la piel, hasta cáncer, daños en riñones, hígado, fetos, entre otros.
La madre Alicia narra con tristeza: “Un día se ha muerto una chiquita, tomando agua, de repente la chiquita ha caído muerta, según dicen tomando esa agua contaminado, la chiquita murió, con cólico. Y cuántas personas más que están muriéndose en diferentes pueblos de comunidades nativas. Hasta cuándo vamos a seguir tomando esa agua”.
En el año 2013 la parte alta del río Tigre, donde se encuentran numerosas comunidades kichwas, incluida la comunidad Nuevo Remanente, fue declarada por el Estado en Emergencia Ambiental ante la evidencia de altos índices de contaminación petrolera, luego de más de 43 años de actividad del Lote 1AB, de Loreto, actualmente operado por la empresa Pluspetrol.
“Quién tiene la culpa, la empresa. Nosotros somos nativos de aquí, hemos crecido, nacido, y reclamamos nuestros derechos. Ellos, la empresa, ni siquiera nos dicen ‘alao’ (expresión de pena)”.
Advertencia de una esperanza sin respuesta
Los testimonios de Alicia y Julia fueron grabados durante la última sesión de trabajo de la Comisión Multisectorial 199-2014-PCM, en la comunidad Doce de Octubre, en el Tigre. Esta comisión tiene la tarea de implementar medidas de solución a los problemas históricos de la contaminación petrolera en las cuencas de los ríos Tigre, Pastaza, Corrientes y Marañón.
Las sensaciones de la población frente al trabajo y avances del Estado y la comisión se evidencian en claras palabras de una de las madres: “Cuando vienen a darnos esperanza vienen solamente trayendo papeles, puro papeles, y no vienen trayendo si quiera la solución. Hasta cuándo van a hacer eso”, dice Alicia.
Las federaciones indígenas involucradas en este proceso, FECONAT, FEDIQUEP, FECONACO Y ACODECOSPAT, exigen acciones inmediatas y muestras de voluntad política de las autoridades públicas. Desde 2011 el problema es abordado por el Estado sin que esto signifique realmente caminos claros y atenciones adecuadas a problemas como el acceso a agua apta para el consumo humano, remediación ambiental y otros problemas afines.
Al final de uno de los videos, Julia Chuje dice “Yo he dicho: yo siendo vivo, yo siendo una mujer nativa, cómo voy a estar callada”. La población de las comunidades está realmente indignada.
Por su parte, Alicia Bardales señala con la sinceridad y determinación de los que conviven con un gran mal: “Estamos cansadísimos de engaños, si ya no cumplen, si no cumplen, ahí el pueblo va a levantarse todo”.
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Fuente: Puinamudt: http://observatoriopetrolero.org/hasta-cuando-vamos-a-tomar-esa-agua-contaminado-testimonios-en-video-de-la-indignacion-y-frustracion-dos-madres-indigenas/
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