Protesta frente a parque eólico |
Servindi, 23 de febrero, 2009.- La asociación Salva la Selva Tropical inició una campaña denunciando el proyecto del Corredor Eólico del Istmo de Tehuantepec al que acusan de promover el despojo territorial de las comunidades indígenas, no ser sostenible e ir contra la soberanía energética de los habitantes.
El proyecto se presenta como renovable y portador de energía limpia pero para los habitantes del itsmo no significa ningún progreso ni mejora en su calidad de vida.
Indican que sólo beneficiará a las empresas transnacionales que importan tecnología sin pagar impuestos y venderán la energía generada a empresas como Waltmart, Soriana, Cemex, Coca Cola y Pepsi Cola de centroamérica y los Estados Unidos.
La población local sigue pagando altos precios por la energía que consumen y que viene de otros lugares. Asimismo, los empleos que prometió el proyecto son escasos y miserables.
Para la construcción de los parques eólicos se han necesitado 130 mil hectáreas del territorio, en los que se vienen instalando 5000 aerogeneradores, ocupando cada uno casi media hectárea. Los aerogeneradores, rellenados con 120 toneladas de cemento y varilla, afectarán los mantos freáticos y las siembras, señala la denuncia.
Las empresas han presionado a los campesinos a suscribir contratos de renta por la tierra que van de 40 a 60 años con pagos de apenas 100 a 150 pesos anuales. Los campesinos sostienen que ni siquiera les entregaron copia de los contratos, razón por la cual han iniciado procesos civiles pidiendo su nulidad.
Las empresas que negociaron los contratos llegaron con falsas promesas de inversiones millonarias, empleo y progreso y tienen un enorme poder económico y jurídico frente a los humildes ejidatarios y comuneros.
La campaña señala que el Gobierno español y vasco apoyan a los inversionistas por medio de créditos, leyes y cobertura diplomática en el marco del Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y México que favorece los intereses comerciales europeos en México.
Los afectados piden al gobierno español y al vasco retirar su apoyo económico, político y diplomático y definir un marco legal que limite las violaciones a los derechos fundamentales que cometen las empresas españolas fuera de sus fronteras.
Entre las empresas detrás del proyecto eólico se encuentran las españolas y vascas Unión FENOSA, Gamesa, Endesa, Acciona, Eoliatec, Preneal, Iberdrola. Asimismo, la alemana Siemens, las estadounidenses General Electric y Enron; así como Energía de Francia.
Históricamente, la población indígena y campesina del Istmo ha sido discriminada y marginada por el modelo socioeconómico que ha beneficiado a los sectores dominantes y las transnacionales, con el beneplácito y entreguismo de las autoridades mexicanas.
Para la población el proyecto es visto como una nueva conquista españoleque significa la entrega de sus recursos y soberanía a las empresas multinacionales.
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Si usted desea respaldar la campaña y suscribir una carta que será enviada a diversas autoridades de México, España y gobierno Vasco ingrese al siguiente enlace electrónico:
- Salva la selva tropical sobre Corredor Eólico de Tehuantepec
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