Por Miryam Yataco*
"Una lengua no es sólo un código de comunicación, es también una manera de conocer y categorizar la realidad, los conocimientos sobre la naturaleza, las relaciones sociales y las emociones".
En el mundo contemporáneo se hablan aproximadamente hablan alrededor de 6 mil lenguas de las cuales aproximadamente cuatro mil se encuentran serio en peligro de extinción.
De acuerdo a Etnologue, en este momento hay 52 lenguas en el mundo, a las cuales se les reporta solo una o dos personas en capacidad de hablarlas, y otras 426 lenguas se encuentran moribundas, con menos de una docena de hablantes cada una.
Algunos lingüistas prominentes señalan que para el final de este milenio desaparecerán alrededor de unas 3,000 lenguas. Este fenómeno se ha acelerado considerablemente en los últimos 200 años, afectando principalmente a las lenguas indígenas de varios continentes, pero en especial a las lenguas indígenas de América y Australia.
A pesar que el fenómeno de la desaparición de las lenguas es conocido, su estudio sistemático a escala mundial es reciente. Sólo el 1% de estas 6.000 lenguas del mundo tienen más de medio millón de hablantes, el 10% más de 100.000.
La reducción del número de lenguas la explica Hugo Baetens Beardsmore aduciendo que hay cuatro razones: la globalización, la informática, la racionalización y la migración. El re-ajuste lingüístico varía de acuerdo al valor político-nacional de las lenguas a nivel mundial.
La defensa de la diversidad lingüística está amenazada por la homogeneización cultural.
A nivel global se constata una situación paradójica: por una parte, cada vez más gente aumenta sus competencias plurilingües y por otra, este fenómeno se ve acompañado por una disminución del número de lenguas que la gente escoge como lengua de uso diario.
Por un lado hay una tendencia a reducir la comunicación a un número restringido de lenguas, y por el otro, de apoyar la diversidad eco-lingüística.
Algunas lenguas en peligro son por ejemplo el kaweskar lengua hablada al sur de Chile de la cual se reportan solo 13 hablantes, igualmente y muy en especial muchas lenguas indígenas del norte de América están ya casi extintas.
Otro caso digno de citar es el del arameo hablada en el norte de Siria, la cual en este momento decrece su número de hablantes dramáticamente hasta en un 80%. En el caso del quechua a pesar de ser una de las lenguas con más vitalidad lingüística, se sabe que en ciertas zonas del Valle del Mantaro el mantenimiento de la lengua ha decrecido muchísimo.
En los últimos años lingüistas y profesores de educación bilingüe en diferentes partes del mundo están logrando revertir estos declives en el mantenimiento de lenguas en peligro.
El trabajo teórico del Dr. Emérito Joshua Fishman ha hecho posible trazar planes de recuperación y de revitalización de lenguas en peligro. Tarea nada fácil, que ha tenido excelentes resultados en el caso de lenguas como el maorí en Nueva Zelandia, el Hawaiano en Hawái y el Navajo en los Estados Unidos.
Se necesita un gran apoyo no solo del aparato educacional estatal de los diferentes países sino y muy en especial de la comunidad hablantes y de los con-nacionales.
El interés de apoyar la diversidad lingüística es muy importante, y hay una serie de organismos internacionales quienes están trabajando activamente para apoyar los esfuerzos en pos de esta diversidad. A estas organizaciones debemos de apoyarlas, aquí la información sobre Internancia Lingua. Por favor visítenla y apoyen la diversidad
lingüística.
Linguistic Rights: Sitio web: http://www.lingvaj-rajtoj.org/
* Miryam Yataco es una lingüista peruana.
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