Perú: Aidesep, una crisis de principios

- "Las contradicciones en las que ha incurrido Aidesep al firmar el contrato con Petrobras son graves. No se trata de un error pequeño o de un acto de corrupción individual. Con el contrato Aidesep desmonta principios que le han dado solidez a lo largo de su vida."

Por Alberto Chirif*

Consideraciones generales

10 de noviembre, 2012.- A lo largo de sus 30 años de vida institucional, la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep) ha jugado un papel central como organización que defiende los derechos de los pueblos indígenas amazónicos.

A ella se le debe el haber vuelto a poner en la escena nacional el tema de los pueblos originarios como una cuestión que solo podrá ser resuelta cuando el país asuma la deuda histórica no solo por las barbaridades que se cometieron contra ellos en el pasado sino por la herencia de la que se beneficia en el presente, en especial, por el legado arqueológico y de la portentosa biodiversidad domesticada. Queda como reto superar la esquizofrenia de apelar al glorioso pasado indígena al mismo tiempo que se desprecia a los descendientes actuales de ese pasado. Desde las bases se han producido avances importantes, y así sectores que antes ocultaban sus orígenes por pensar que indígena era un insulto hoy los recuperan al tomar conciencia de que sin raíces no podrán encaminar su futuro. Un caso notable son los kukamas en Loreto quienes luego de décadas de ocultar sus orígenes y debilitarse como personas y como colectivo social, hoy los reafirman con orgullo. Y esto no significa un intento de caminar hacia atrás. Todo lo contrario. Indica su voluntad de marchar hacia adelante pero sabiendo de dónde vienen.

La energía que ha trasmitido las luchas de Aidesep ha ido incluso más allá del ámbito que le es propio: la Amazonía. Hoy existen organizaciones indígenas en las otras regiones del país que, aprendiendo de su experiencia y planteamientos, afirman sus orígenes y reivindican derechos colectivos.

En el campo de las reivindicaciones específicas, no me canso de volver a señalar una y otra vez la importancia de Aidesep en la liberación de miles de indígenas del alto Ucayali en fecha tan cercana como inicios de la década de 1990, cuando los patrones los mantenían en condiciones de esclavitud, castigando físicamente, mediante torturas e incluso la muerte, a quienes pretendieran escapar. La consolidación de los derechos territoriales de las comunidades, hoy objeto apetecido por empresas agroindustriales que han puesto a su servicio a gobernantes y asesores varios, es también un logro de Aidesep y de algunas instituciones solidarias con el movimiento indígena.

De su Programa de Formación de Maestros Bilingües han salido cientos de maestros que hoy aplican sus conocimientos y experiencias en la forja de nuevas generaciones. Muchos de sus egresados ocupan además importantes cargos en ministerios, municipalidades y otras entidades públicas y privadas, trabajando temas relacionados con el medio social del cual provienen. En fin, sobre estos logros ya he escrito bastante solo o con colegas, y solo es cuestión de buscar en redes y centros de documentación para conocer más sobre ellos.

"La incondicionalidad es el peor favor que se le puede hacer a un amigo porque ocultar sus equívocos no hace más que afirmarlo en sus errores."

Sin embargo, mi admiración por los logros de Aidesep no me ha llevado nunca a eludir críticas sobre hechos que he considerado inadmisibles, como las arbitrariedades y malos manejos en las que han incurrido a veces algunos dirigentes. Lo he hecho en otras oportunidades y estoy dispuesto a hacerlo ahora nuevamente. La incondicionalidad es el peor favor que se le puede hacer a un amigo porque ocultar sus equívocos no hace más que afirmarlo en sus errores.

Esto último es lo que me anima hoy a escribir estas líneas, en las que quiero dejar en claro mi posición acerca del momento actual de una organización como Aidesep a la que no solo he visto nacer, sino que he acompañado a lo largo de su vida.

Lamento la actitud que ha tomado el consejo directivo de Aidesep frente a las críticas, negándose a admitir los cuestionamientos y considerando enemigos a quienes los formulan. Sé que muchos me acusarán de haberme sumado al “cargamontón” contra Aidesep y al grupo de “criticólogos” (ver pronunciamiento del 5/11/12).

Asumo este riesgo.

Una mirada a la crisis actual de Aidesep

Al inicio de las movilizaciones de 2009 Aidesep se encontraba debilitada por una serie de pugnas internas. Una de sus regionales, la Organización Regional de Aidesep Ucayali (Orau), pasaba por una aguda crisis en la que un sector de sus bases acusaba a la directiva de haber llegado al poder con malas artes. La directiva, por su parte, expandió sus problemas a la instancia nacional de dos maneras. La primera fue mediante la elección arbitraria de delegados afectos a ella para asistir a la asamblea nacional de la organización que ese año se realizaba en Iquitos; y la segunda, el apoyo dado para la reelección del presidente de Aidesep por parte de la presidente de Orau quien, en ese congreso, fue designada para ocupar la vicepresidencia nacional. La turbulencia originada por estos problemas se generalizó a otras regionales, algunas de las cuales no andaban bien por otras razones (1). Se sucedieron así acusaciones y pedidos de renuncia de la directiva y de convocatoria a nuevas elecciones.

Fue en estas condiciones que comenzaron las movilizaciones de protesta contra los decretos dados durante el gobierno del presidente Alan García. Algunos pensaron que los conflictos internos no aseguraban las condiciones adecuadas para iniciar una protesta tan importante. Otros, incluso, opinaron que se trataba de una estrategia de la directiva de Aidesep para distraer la atención de sus bases y unificar fuerzas ante un enemigo externo. En mi opinión esto último no es cierto. Considero que la movilización fue una respuesta legítima que, atendiendo el pedido de las bases, rechazaba la política arbitraria e injusta del gobierno que transgredía derechos de los pueblos indígenas, reconocidos en las leyes y convenios internacionales. Como ha sido puesto en evidencia, la mayoría de los decretos no fueron redactados por los ministros ni por sus asesores. Según Juan José Salazar, quien se desempeñó como ministro de Agricultura de ese gobierno entre julio de 2006 y mayo de 2007: “Todas las iniciativas legislativas que incluían el uso del agua, transgénicos y régimen de propiedad de tierras boscosas eran hechas fuera de los ministerios”. ¿Por quién? Por: “Consultoras externas o estudios jurídicos” (2). La pregunta por cuenta de quiénes se hacían esas consultoras cae por su peso: de las empresas que se verían beneficiadas por los decretos, especialmente las dedicadas a la agroindustria para la producción de biocombustibles.

Luego del “Baguazo” y del fracaso del presidente Alan García de cargar toda la culpa a los indígenas, el gobierno buscó salidas a la crisis. Una primera medida fue aceptar la renuncia del Primer Ministro, Yehude Simon, un independiente que sucedió en el cargo a Jorge del Castillo quien, a su vez, había caído al verse él y otros miembros de su gabinete y del gobierno aprista comprometidos en turbias negociaciones de contratos petroleros, en el llamado escándalo de los “petro-audios”. Junto con Simon fueron cambiados seis ministros, entre ellos, los de Defensa e Interior. A pesar del rol que jugaron los ministerios que dirigían en los hechos de Bagua, fueron liberados de responsabilidad por las consecuencias de la nefasta intervención en la Curva del Diablo.

Otra medida adoptada por el gobierno para paliar la crisis fue la creación de “mesas de diálogo” para tratar diversos temas relacionados con las demandas indígenas, como educación, consulta y desarrollo. No obstante, ninguna de ellas llegó a producir un documento vinculante. En cambio, simultáneamente, el gobierno comenzó a apoyar organizaciones paralelas, buscando crear “interlocutores” a su medida para negociar sus propuestas de desarrollo y consulta. En este juego de intereses cayeron lastimosamente algunos antiguos líderes indígenas que en su momento habían sido importantes para impulsar las reivindicaciones de Aidesep. En esta organización afloró nuevamente la crisis que vivía al inicio de las movilizaciones, y a esto contribuyó la inoportuna salida del país de su presidente, Alberto Pizango, quien logró asilo en Nicaragua. A su retorno al país, y luego de una breve detención, envanecido por la notoriedad que le había dado el liderazgo de las movilizaciones, Pizango fue considerado por algunos sectores como potencial candidato a la presidencia del país. En vez de dedicarse a analizar y solucionar los problemas internos que, como he señalado, se arrastraban desde antes de las protestas y habían sido agravado por las malévolas intervenciones del gobierno, él se dedicó a explorar el terreno de su probable candidatura. Al ver que sus posibilidades eran remotas, optó entonces por buscar alianzas con el entonces candidato Ollanta Humala. Sin embargo, las condiciones que puso no fueron aceptadas por este y su equipo y se quedó solo.

En el XXII Congreso Nacional de Aidesep realizado en diciembre de 2011, Alberto Pizango y toda su junta directiva, con una sola excepción, fue reelegida para el periodo 2012-2014, lo que despertó una nueva ola de protestas. En su caso, se trata de un tercer periodo consecutivo, algo que hasta ahora no había nunca sucedido en esa confederación. Sin embargo, la agitación causada por esta reelección no es nada comparable a la que se desató a inicios de octubre de este año, cuando el boletín virtual Servindi hizo público un contrato suscrito entre la organización y la empresa petrolera Petrobras, la quinta transnacional más importante en el rubro de hidrocarburos en el mundo.

Con fecha 11 de junio de 2012, Aidesep, representada por su presidente Alberto Pizango, y Petrobras, por Pedro Miguel Grijalba Vásquez y José Heráclides Gayoso Vásquez, respectivamente, director presidente y gerente de SMS de Petrobras, suscribieron un acuerdo que declara como sus objetivos

“…establecer las bases para articular esfuerzos comunes […] para el desarrollo de acciones conjuntas que lleven al cumplimiento de los objetivos organizativos al interior de las comunidades permitiendo mantener relaciones armoniosas entre las Comunidades Nativas y la Empresa Privada”.

Con esa mira, señala el documento, es preciso

“evitar conflictos entre ambos actores que pudieran afectar el normal desarrollo de las actividades de cualquiera de las partes [siendo] fundamental encaminar esfuerzos para familiarizar a las comunidades con los aspectos más relevantes de la industria hidrocarburífera y sus controles para la protección del medio ambiente y de los aspectos sociales”.

Remata esta sección sobre objetivos que las partes

“acuerdan que es fundamental comunicar a las comunidades los avances de los proyectos de hidrocarburos de PETROBRAS –brindando información oportuna y trasparente sobre los mismos- recogiendo y canalizando las inquietudes de las comunidades sobre dicho particular”.

Entre los compromisos que asume Aidesep están:

“Promover acciones para mantener relaciones armoniosas entre las comunidades nativas que integran a su organización y PETROBRAS, basadas en el respeto mutuo y el cumplimiento de sus objetivos a satisfacción de sus comunidades integrantes” y “Garantizar la implementación y operatividad de las acciones en beneficio de sus comunidades que se generen a partir del presente convenio”.

A cambio, la empresa petrolera entregará la cantidad de 200 000 nuevos soles a Aidesep, unos 77 000 dólares al cambio actual. El contrato tiene como plazo de vigencia un año y podrá renovarse de común acuerdo.

Un compromiso especialmente preocupante es el contenido en la cláusula séptima:

“Las partes acuerdan que AIDESEP se compromete a mantener indemne y a eximir de cualquier reclamo, acción o demanda entablada en contra de PETROBRAS, sea de índole administrativo, penal, civil comercial, etc., sin que esta enumeración sea limitativa, por parte de integrantes de su organización que se relacionen con el presente convenio, sea de manera directa o indirecta”.

La difusión de este contrato ha generado una gran polémica entre el vasto público de lectores de Servindi, la mayoría de los cuales son contrarios a este acuerdo y, algunos, aprovechan la oportunidad para descargar antiguas iras contra la organización. Aidesep justifica el contrato mediante una serie de argumentos que se inicia señalando cómo la política extractivista actual afecta a la Amazonía y a los pueblos indígenas (3). Describe un panorama cierto refiriéndose a la explotación desenfrenada de la Amazonía, la existencia 52 proyectos de energía hidráulica, la expansión de la búsqueda de hidrocarburos sobre el 70% de la selva y de la minería sobre 10 millones de hectáreas, las características trágicas de la minería informal en Madre de Dios y el aumento de las redes viales que extienden el sistema extractivista.

En un segundo momento, cuestiona el rol del Estado como un organismo que “ha sido privatizado y sus tecnócratas son socios o empleados de grupos empresariales. Por eso, la fiscalización ambiental es un chiste y el canon es un desastre. A la vez, la economía indígena es maltratada o ninguneada por esa alianza estatal-empresarial. Nos siguen viendo como ‘objetos de asistencia social’, o abastecedores de materia prima para los grandes negociantes, pero nunca como actores, socios activos y protagonistas centrales del destino de la Amazonía”. En este contexto ellos juegan el rol de “convidados de piedra”, ya que “las inversiones a gran escala significarán gigantescas ganancias económicas para la industria extractivista, quedando fuera los pueblos indígenas de toda posibilidad de beneficio”.

Finalmente, Aidesep considera que el contrato responde al acatamiento hecho por el consejo directivo nacional de “acuerdos y mandatos” adoptados por la asamblea general de la organización en el XXII Congreso Nacional (diciembre 2011) y en reuniones regionales y locales:

“En este marco estamos impulsando una serie de estrategias para afrontarlas [encrucijadas]; tales como elaborar Planes de Vida Plena regionales y locales de los pueblos indígenas ,y difundirlos a todo nivel, a fin de lograr la adhesión de la opinión pública, la voluntad política y la prioridad de su financiación, por parte del presupuesto público, y también, con los aportes obligatorios que deben dar las industrias extractivas amazónicas”.

En este sentido, Aidesep declara haber entregado dicho plan a una serie de instituciones, concretamente: Presidente del Congreso, Defensoría del Pueblo, Ministerio del Ambiente, Ministerio de Educación, Registros Públicos “y empresas como Pluspetrol, Petrobras y Pacific [Stratus Energy]”. La única que hasta el momento ha respondido es Petrobras.

Intentaré hacer una mirada lo más objetiva posible frente a un asunto que presenta muchas interrogantes, para lo cual tomaré a veces algunos de los argumentos hechos públicos en Servindi. Una primera cuestión es el carácter secreto que mantuvo la dirigencia de Aidesep respecto al contrato. Y ni siquiera me estoy refiriendo a publicitarlo para el público en general, sino darlo a conocer a los dirigentes de sus bases regionales. En efecto, el Consejo de Coordinación Ampliado de AIDESEP, en el que se reúnen dirigentes de las organizaciones regionales con la directiva nacional, se realizó en Agosto de 2012, pero ahí no informó del contrato con Petrobras firmado el 11 de julio de ese año. Más que un olvido involuntario, tratándose de una reunión tan importante para la vida institucional parece un acto deliberado.

Un hecho que ha sido señalado por muchos comentaristas y que también suscribo es que, hasta la firma del referido contrato, la diferencia entre la Confederación de Nacionalidades Amazónicas del Perú (Conap) y Aidesep era la dependencia financiera de la primera de las empresas petroleras y otras, y el rechazo de cualquier trato con estas por parte de la segunda que, en cambio, recurría a fondos de la cooperación internacional. ¿Cuál será la diferencia entre estas organizaciones en el futuro? Resulta sorprendente la declaración hecha por Aidesep en su comunicado público de: “No podemos seguir dependiendo de la cooperación y donaciones como si fuéramos huérfanos”, en primer lugar, porque a pesar del contrato con Petrobras, que solo aporta una cifra muy pequeña dentro de su presupuesto, sigue dependiendo de dicha cooperación; y en segundo, porque no es lo mismo disponer de dinero sin condiciones para sus programas (más allá de las del buen uso de los recursos y, con frecuencia, trabajar algunos temas: género, cambio climático) que de fondos que la obligan a actuar de mediadora en caso de conflictos entre la empresa y comunidades afectadas por el desarrollo de sus actividades.

"La revisión de los objetivos del contrato, así como de los compromisos asumidos por las partes, están abiertamente orientados a fortalecer el punto de vista de la petrolera antes que los derechos de los pueblos indígenas representados por Aidesep"

La revisión de los objetivos del contrato, así como de los compromisos asumidos por las partes, están abiertamente orientados a fortalecer el punto de vista de la petrolera antes que los derechos de los pueblos indígenas representados por Aidesep. En efecto, señalar que uno de ellos es “mantener relaciones armoniosas entre las Comunidades Nativas y la Empresa Privada” implica priorizar la tranquilidad de la empresa ante los derechos de las comunidades. Los privilegios de la empresa se hacen aun más claros en una frase posterior que aclara que, para evitar conflictos entre las partes, “es fundamental encaminar esfuerzos para familiarizar a las comunidades con los aspectos más relevantes de la industria hidrocarburífera y sus controles para la protección del medio ambiente y de los aspectos sociales” (4).

Es decir, la opción para mitigar y sortear los problemas radica en que las comunidades se familiaricen con la industria petrolera y sus mecanismos para proteger el medio ambiente y la sociedad. Son ellas las que deben hacer el esfuerzo para entender a la empresa y no al revés, y Aidesep se compromete a cumplir esta tarea el rol de intermediaria para acostumbrar a las comunidades a su presencia y actividades. Como claramente señala el contrato más adelante, Aidesep debe “Promover acciones para mantener relaciones armoniosas entre las comunidades nativas que integran a su organización y PETROBRAS”. Debe así jugar el papel de una especie de relacionista comunitario corporativo.

Respecto al Plan de Vida Plena que, sostiene Aidesep, será financiado con los fondos entregados por Petrobras, tampoco parece haber mucha claridad. En sus comentarios publicados en Servindi (19 de octubre), Gil Inoach, expresidente de Aidesep, asevera que Aidesep tiene un Plan de Vida desde el año 2002 (5) y que este fue “gestado y elaborado de manera participativa en un proceso que duró un año porque se tenía que recoger la propuesta en los 11 departamentos amazónicos del país”. Se pregunta él si el actual Plan ha sido también elaborado mediante consulta con las bases o es creación de dirigentes y asesores. Se refiere igualmente a la afirmación de Aidesep incluida en su comunicado, en el sentido que la asamblea aprobó que el financiamiento del Plan debiera hacerse con recursos de las industrias extractivas amazónicas. Interroga: “¿Acaso esto significa que la asamblea le autorizó a AIDESEP suscribir acuerdos con las empresas petroleras?”. Inoach señala que es cierto que en las asambleas de Aidesep siempre se trata acerca de los problemas de las comunidades para obtener mejores beneficios del mercado y se propone la búsqueda de mejores condiciones para las comunidades a través de alianzas estratégicas con el Estado y las empresas privadas. No obstante asegura que cuando los delegados “se refieren a empresas privadas, no se refieren precisamente a las empresas petroleras, se refieren más bien a las empresas que pueden comprar sus productos (piña, plátano, frejol, yuca, madera, arroz, etc.)”. Su último apunte sobre el tema es más bien una acusación al actual consejo directivo: “Otra cosa es que se trate de agarrarse de esos acuerdos para intentar probar la suerte de salir bien librado por los cuestionamientos que están saliendo. Creo que estos cuestionamientos no debieron salir si a tiempo se le hubiera informado a las organizaciones indígenas”.

Respecto al Plan de Vida tengo una observación más. Recientemente se ha lanzado una campaña de incidencia titulada “Territorios seguros para las comunidades del Perú”, impulsada tanto por organizaciones sociales (Confederación Campesina del Perú –CCP-, Coordinadora Nacional de Comunidades del Perú Afectadas por la Minería –Conacami-, Confederación nacional Agraria –CNA-) como por ONG (Instituto del Bien Común –IBC-, Centro Peruano de Estudios Sociales –Cepes- Centro Amazónico de Antropología y Aplicación práctica –CAAAP-, Instituto de Defensa a Ilegal –IDL-, Comisión Andina de Juristas- CAN- y otras). Ciertamente, Aidesep fue convocada a participar en este colectivo e inicialmente aceptó hacerlo, pero luego desistió señalando que la organización apuesta por “territorios de pueblos indígenas “y no de “comunidades nativas”.

No obstante el anterior deslinde, ahora en el Plan de Vida Plena de Aidesep aparece, como uno de los “ocho Ejes Programáticos”, el de “Saneamiento, Consolidación y Seguridad Territorial”, estimando en 988 las comunidades que deberían ser atendidas.

Un último comentario es respecto a la cláusula séptima del contrato:

“Las partes acuerdan que AIDESEP se compromete a mantener indemne y a eximir de cualquier reclamo, acción o demanda entablada en contra de PETROBRAS, sea de índole administrativo, penal, civil comercial, etc., sin que esta enumeración sea limitativa, por parte de integrantes de su organización que se relacionen con el presente convenio, sea de manera directa o indirecta”.

Es una cláusula que llama la atención desde su redacción: “las partes acuerdan que Aidesep se compromete...”. Como una de esas partes es Petrobras, simplificando la redacción la cosa suena así: “Petrobras acuerda que Aidesep se compromete…”. Ciertamente es una fórmula extraña que una parte acuerde a que el otro cumpla.

Pero más allá de esto, quiero trascribir la respuesta del jurista Bartolomé Clavero a la pregunta que le formulé sobre cómo debe entenderse la mencionada cláusula. Aquí su respuesta:

“La cláusula séptima del convenio entre AIDESEP y PETROBRAS entiendo que supone una renuncia general de recurrir a la justicia, tanto a la propia indígena como a la del Estado o como también a instancias jurisdiccionales internacionales, respecto a cualquier conflicto que surja, ya directa, ya indirectamente, de parte indígena a propósito del mismo convenio.

“Equivale a una renuncia general de derechos por vía contractual, lo que es inconstitucional.

“Cuando había esclavitud abierta y se planteaba su abolición, se sentó el principio constitucional de que tampoco cabe mediante la vía contractual de renuncia de derechos a cambio de manutención o retribución por trabajo; esto es, que no puede haber esclavitud por el consentimiento del esclavo.

“A efectos prácticos, a esto mismo equivale ahora la renuncia a las garantías judiciales, lo que se hace con dicha cláusula séptima. AIDESEP acepta el compromiso de privar a las comunidades indígenas de las garantías de sus derechos, esto es de los derechos mismos, a cambio de la subvención que recibe” (Ver Servindi, noviembre 7, 2012).

Ante una opinión tan clara, que además proviene de una autoridad en la materia, huelgan los comentarios. No se sabe aun en qué irán a desembocar estos problemas.

Las contradicciones en las que ha incurrido Aidesep al firmar el contrato con Petrobras son graves. No se trata de un error pequeño o de un acto de corrupción individual. Con el contrato Aidesep desmonta principios que le han dado solidez a lo largo de su vida.

La ausencia de un verdadero plan de vida que parta de la reflexión sobre el momento actual y que defina los rumbos y las estrategias para seguirlos explica esta desorientación. El peligro siempre es quedarse en el campo de las apariencias, y la única manera de superarlas es que las decisiones tengan raíces en las bases y los dirigentes no sean más que los portavoces de ellas.

Pero este es un tema que escapa a los alcances de estas reflexiones.

Notas:

(1) Por mencionar algunos de estos problemas: en la Organización Regional de Pueblos Indígenas del Oriente (Orpio, Iquitos) el presidente era, a la vez, subgerente de la oficina encargada de pueblos indígenas del Gobierno Regional de Loreto, algo que era cuestionado por sus bases; y en la Organización Regional de Pueblos Indígenas de la Amazonía Norte (Orpian, Bagua) se agudizaban los conflictos entre ella y una de sus bases que en ese momento (y hasta ahora) mantenía cerrada oposición con la empresa minera canadiense Dorato instalada en su territorio, luego de negociados turbios entre sus ejecutivos y algunos altos funcionarios del gobierno del presidente Alan García.

(2) Ricardo Uceda, 2010. “Los imperdonables. Un amargo recuerdo de las sesiones del Consejo de Ministros de hace ocho meses, cuando la tragedia de Bagua era inminente. Las posiciones y las responsabilidades aún no asumidas”. PODER 360º (poder360.com). 15 de febrero.

(3) Sus alegatos están contenidos en un comunicado aparecido en la segunda semana de octubre de 2012, en el diario La República.

(4) A propósito de esto, los más importantes controles son los que las propias organizaciones indígenas han llevado a la práctica a través del monitoreo independiente y de la exigencia de reinyección de las aguas de formación. Aidesep debería saber que este ha sido precisamente uno de los logros históricos de la Feconaco. Trato sobre este tema en otra parte del presente trabajo.

(5) Este trabajo fue realizado con fondos de la GTZ.

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*Alberto Chirif es antropólogo peruano por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Trabaja desde hace más de 40 años en temas relacionados a la amazonía, especialmente en el reconocimiento de derechos colectivos de los pueblos indígenas. Actualmente se desempeña como consultor independiente. Es autor de libros colectivos, tales como: Marcando Territorio, El Indígena y su Territorio (con Pedro García Hierro y Richard Ch. Smith) y de numerosos ensayos y artículos.

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Comentarios (36)
Denis Pashanase... (no verificado) Sáb, 10/11/2012 - 22:01
Mi estimado Alberto Chirif, endiendo tu punto de vista hacia nuestra organización nacional - AIDESEP; como se refiera tambien Kathe Meentzen ambos que en debido momento prestaron sus servicios profesionales a nuestra institución. En efecto, segun las informaciones que manejamos como ayuda memoria, se conoce que usted ha sido uno de los intelectuales directos que ayudó a la gestación de AIDESEP, pero por razones que solo usted sabe se alejó de AIDESEP, para formar otra organización nacional de pueblos indigenas que es la CONAP, juntamente con el señor Carlos Mora,,, o se olvido tan rapido usted de esta accion que realizo... si se olvido pues te lo recordamos mi hermano. Mi hermano Alberto Chirif Usted esta totalmente mal informado y equivocado, al igual que SERVINDI, al afirmar que AIDESEP nuestra organizacion nacional esta en crisis... Antes lanzar este tipo de comentarios antojadizos te invitamos visitar a nuestra cede nacional a efectos de que puedas de informarte mejor sobre los grandes logros que en la historia de los pueblos indigenas viene sosteniendo la actual dirigencia de la mano con sus bases regionales y locales. un punto mas,,,, Asi como para informale sobre los acuerdo del Consejo Nacional de Coordinacion Ampliada realizado el dia 26 de octubre 2012 en la que se analizo el Convenio que usted se refiere. Y si usted quiere conocer mayor detalle sobre que acordaron las bases regionales en este congreso nuevamente lo invitamos a nuestra cede nacional para informase bien y no estar mal informando al publico lector e intentando dividir al pueblo indigena amazonico.
lucia rodriguez (no verificado) Sáb, 10/11/2012 - 20:19
Es importante que se reunan los lideres y liderezas para que puedan limpiar y solucionar estos inconvenientes con mano muy firme. AIDESEP sigue siendo una organización muy reconocida, y los dirigentes actuales no están conduciendo como se debe como antaño. ¿Y ahora quienes son los traidores?
Juan Ramos (no verificado) Sáb, 10/11/2012 - 10:51
Hay golpes en la vida tan fuertes yo no sé, golpes como la traición de (AIDESEP)..., son tan fuertes que hasta el lomo más fuerte...
Jorge Pérez Rubio (no verificado) Sáb, 10/11/2012 - 11:37
Las cuestiones contractuales entre AIDESEP y PETROBRAS se vuelve imprudente en la especificidad de sus cláusulas. Es algo que en la práctica se debe de evitar con una oportuna medida correctiva. Muchas veces los acontecimientos evidencian protuberancias que se hicieron durante una larga travesía sin haber revisado, con profundidad y sabiduría propia, el pasado y los próximos pasos de una de las mas importantes organizaciones indígenas de la amazonía peruana. Es una nueva oportunidad para repensar y fortalecer nuestros estamentos.
Luis Antonio (no verificado) Sáb, 10/11/2012 - 11:41
Saludo que Alberto Chirif escriba al respecto, incluso mencionando los "antecedentes" de lo que ha venido sucediendo en AIDESEP y sus regionales. Otras personas vinculadas seriamente al movimiento indígena como reconocidos líderes y diversos profesionales deberían también dar a conocer su posición y que se evidencie que AIDESEP y sus regionales no están fuera del escrutinio público.
Kathe Meentzen (no verificado) Sáb, 10/11/2012 - 14:03
Alberto, te felicito por tus comentarios. Yo también acompañé a AIDESEP desde sus inicios y sé que no ha sido facil para ti de escribirlos por el gran compromiso que siempre sentiste con AIDESEP. Yo también me siento muy triste pensando en las posibles consecuencias para las comunidades y la misma AIDESEP. He vivido otras contradicciones y crisis con AIDESEP pero ninguna tan grave. ¿Cómo pueden salir de este contrato nocivo? ¿Con un cambio de la directiva actual en su tercera versión con la cuál muchos dirigentes en las bases no están de acuerdo y que está fuera del espírito de los primeros estatutos? Dudo que es posible porque la petrolera ganó una gran victoria como ninguna hasta ahora. Es muy probable que ni un superabogado podrá eliminar los compromisos firmados. Kathe
Rogelio (no verificado) Sáb, 10/11/2012 - 14:57
Donde estan los dirigentes de las regionales de Aidesep que no se involucran en este importante debate? Felicitaciones Chirif por tu valentia, en exponer tu posicion, mas alla de las criticas que te vendran de mucha gente que prefiere ocultar todo.
Nestor Paiva (no verificado) Sáb, 10/11/2012 - 09:01
El mejor articulo que he leido,,,tambien asumo ser parte del grupo de “criticólogos” (ver pronunciamiento del 5/11/12).
Efraín (no verificado) Sáb, 10/11/2012 - 09:44
Felicitaciones Alberto, Ya era tiempo que te lanzaras a esas aguas turbulentas. Así te lluevan rayos y centellas de unos pocos, es el mejor servicio que se le puede prestar a los pueblos indígenas. Felicitaciones también a Jorge y a Servindi por la oportuna divulgación de este desarrollo anómalo de las organizaciones que otrora fueron baluartes de las luchas indígenas. Pero "si por allá llueve por acá no escampa". Para muestra un botón: Según Manuel Rodriguez becerra, ex-ministro del Medio Ambiente colombiano "...las grandes mineras, en aras de ganarse la voluntad de las comunidades a favor de sus proyectos, llevan a cabo prácticas de intervención social que están propiciando su división y sembrando el germen de conflictos más profundos, que podrían terminar en actos de violencia." Este es el link para que Jorge lo coloque en Servindi: http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/manuelrodriguezbecerra/mineria-y-violencia-manuel-rodriguez-becerra-columnista-el-tiempo_12354951-4 Pero volviendo al comienzo y hablando de chapuzones..., faltan otros y otras que todavía no se han puesto el traje de baño. Bienvenidos Jorge y Alberto al club de los "renegados". Efraín Jaramillo
Pedro García Hierro (no verificado) Dom, 11/11/2012 - 10:19
Veo que Efraín Jaramillo hace un llamado a un baño general con respecto al ya famoso convenio de AIDESEP. Yo creo que no tengo muchas novedades que aportar al debate; nada que no hayan dicho los demás, de manera que no me parecía tan necesario hacer pública mi posición que todos los que me importan, conocen. Por lo demás, mientras que agradezco mucho el respeto y el cariño con que se me trata, a veces, en el mundo indígena, lo cierto es que no creo que vayan a dar mucha bola a mis opiniones: no me la han dado, reiteradamente, en los últimos años en las cosas que me han parecido importantes, ni me la darán ahora. Por otra parte, y lamentablemente, he podido comprobar cómo los gallinazos aprovechan la opinión de quienes con honestidad y con el mayor interés por AIDESEP, como es el caso de Alberto Chirif, han criticado un acontecimiento que para muchos, y me incluyo, es un error grave y en lo fundamental. Lo cierto es que no se puede negar que para que lleguen los gallinazos y los carroñeros algo podrido debe haber en el ambiente. De momento, la actuación de las empresas petroleras y mineras en connivencia con el Estado, su íntimo aliado, al interior de las comunidades y organizaciones indígenas en la Amazonía, hiede. Y es por eso, precisamente, que a quienes se les ha encomendado el rol de garante de los derechos indígenas en esa brutal y genocida contienda tan desigual, debieran mantener una absoluta independencia para poder defender a las familias indígenas frente a tamaños colosos. Ese es su papel y para eso están. Y desde luego que recibir un dinero, el que sea y con las condiciones que sean, de aquellos a los que se les debe controlar es, a mi modo de ver, un desatino, por decir algo comestible. Por un lado entiendo, y puede no gustarme nada, que una comunidad decida o se vea conminada a aceptar una actividad que saben (o no) que les demolerá durante 40 años, a cambio de unos pagos ridículos que nunca compensarán ni remotamente lo que van a perder y que se llevarán en muy corto plazo los propios familiares de los relacionistas de las empresas. Pero al fin y al cabo ponen sus tierras, su salud, sus alimentos, sus vidas y su libertad a cambio. La recepción de dinero de las petroleras y mineras por parte de las organizaciones representativas no se justifica en ningún sentido a mi modo de ver: ¿qué es lo que ponen para que se les pague? Es un enriquecimiento indebido, y nunca mejor dicho. Y ojo, porque en todos los casos, son partidas que llevan el rótulo de “fortalecimiento organizativo” (en tiempos de Arana, a pagos similares, se les llamaban “gastos de conquista”, las empresas han ganado en sutileza). Desde luego que las empresas no rotulan con ingenuidad sus gastos financieros; y creo que las organizaciones tampoco se chupan el dedo al respecto. De hecho, desde que una petrolera se acerca a una región indígena se multiplica de manera exponencial el número de organizaciones. Pero eso no es fortalecimiento sino dispersión organizativa. No es el asunto de este comentario. Se ha explicado que las empresas deben dejar sus beneficios a los pueblos indígenas afectados. Por supuesto. Y eso ya está regulado por el Convenio 169, artículo 15, aunque el Estado peruano elude esta y muchas otras obligaciones y ayuda a que las empresas esquiven sus responsabilidades. Precisamente para eso es que están organizaciones como AIDESEP: para exigir, como un derecho que forzó el movimiento indígena mundial, que esos Convenios, y esos derechos se hagan realidad contra la voluntad política de los Estados y sus socios. De igual manera se ha explicado que la cláusula séptima es una cláusula de estilo común a cualquier convenio en que las partes deciden, como forma de solucionar sus conflictos, no acudir a tribunales, etc. Lo que ocurre es que en este caso no se dice que las partes renuncian a acudir a esos recursos, sino que las partes acuerdan que AIDESEP, unilateralmente, renuncia a utilizarlos contra Petrobras. Y esto ya no es una cláusula de estilo. A algún amigo de AIDESEP le he contado, como comentario a la firma el Convenio, mi llegada a una comunidad que prefiero no mencionar, al interior del valle de Urubamba, dos días después de que el convenio fuera difundido. La empresa operadora, la Repsol (precisamente allí también está asociada Petrobras con una alta participación) ha jugado las cartas de tal manera que ese pueblo indígena se ha visto presionado a aceptar la imposición de una intervención inconsulta que está alterando y seguirá alterando sus vidas para siempre. Sabiendo que llegaba una comisión con el objetivo de explicar los derechos a los que pueden acogerse los comuneros, Repsol, forzó, el día anterior, la entrega de 5,000 soles a cada una de las familias y 1,000 a cada uno de los jóvenes; y fueron muy pocos los que tuvieron la tranquilidad y la lucidez necesaria para rechazar lo que más que propina se podría calificar de extorsión. Cuando preguntamos al presidente de la organización cómo había pasado, nos dio entre otras razones el dato de la firma de AIDESEP como una alusión al desamparo; al parecer, la misma empresa les había dado a conocer la noticia. Para mí esta anécdota pinta la situación, sus consecuencias y el valor simbólico y no simbólico de la firma del mencionado convenio. De hecho, por las fechas en que supe de la firma yo estaba realizando para AIDESEP y el CEDLA un trabajo de sistematización de los avances en la definición de la territorialidad de diversos pueblos indígenas en tres países de América Latina y la noticia me causó una profunda confusión. Cuando me enteré (una amiga me envió el mensaje con un texto escueto: plop! decía) lo primero que hice fue llamar a personas de AIDESEP para que me confirmaran que no era cierto. Era cierto y me dieron las razones (las explicaciones) que habían conducido a la firma. Mi reacción fue: bueno si eso es lo que las bases de AIDESEP han determinado, finalmente, es su asunto y es su vida y ahora me queda tan sólo ver qué hago yo con la mía. Pero lo cierto es que, como se ha sabido, no ha sido AIDESEP quien ha tomado la decisión; de hecho, una decisión de este calibre supera incluso las competencias de la Asamblea General; ni siquiera fue una decisión del Consejo Ampliado. Hay un dicho que dice “Si se rompe se compone...” Y dado que la decisión no ha salido sino de un estrecho conjunto de personeros, el resto de los miembros de las familias, comunidades, organizaciones y confederaciones indígenas afiliadas a AIDESEP, varios centenares de organizaciones de base por toda la Amazonía, están muy libres de manos para decidir si se quiere o no mantener la dignidad y la independencia. Y para tomar las demás decisiones que la situación amerita. AIDESEP, esas siglas, están muy por encima de nombres propios y de errores personales. AIDESEP, en muchas ocasiones, ha constituido una fortaleza de dignidad nacional y no solo para las familias indígenas de la Amazonía. Nadie le puede quebrar esa historia. Yo sigo confiando a muerte en las reservas morales de las bases de a pié de esta organización. Estas son las razones, palabras más, palabras menos, que he trasmitido al propio personal de AIDESEP que me ha preguntado al respecto. Por si sirven para algo.
Alberto Chirif (no verificado) Dom, 11/11/2012 - 08:46
Estimado Sr. Pashanase Sangama: Sin ánimos de polemizar le quiero informar que nunca me he apartado de Aidesep sino que he seguido colaborando con la organización cada vez que me lo ha pedido. Esto lo sabe Aidesep quien me honró otorgándome un diploma en la celebración de su 25 aniversario. Debo decirle también que yo no apoyé la formación de Conap. Por el contrario, he sido crítico con el papel que ha jugado a lo largo de su existencia, apoyando políticas del Estado contrarias a los derechos de los pueblos indígenas y la presencia de transnacionales en sus territorios. He escrito algunos artículos sobre el tema que Ud. podrá encontrar en la red. Admito siempre las críticas pero ellas deben basarse en la verdad. Cordialmente, Alberto Chirif
Inoach (no verificado) Dom, 11/11/2012 - 04:52
Mis felicitaciones a Alberto Chiriff y a todos los comentaristas que registran sus opiniones de manera alturada y reflexiva. Por supuesto, gracias a SERVINDI, por ser este medio como un espacio para expresarse abiertamente. Definitivamente, el consejo directivo de AIDESEP ha cometido tres errores muy grandes. Primero, en suscribir un Convenio con una empresa petrolera, sin consulta alguna de sus asociados (organizaciones de base y regionales), segundo, por haberse callado pese a la existencia del Convenio y haber recibido dinero de por medio. Tercero, por pretender hacer creer a los pueblos indígenas que el Convenio ha sido suscrito por acuerdo de la Asamblea de AIDESEP y del Consejo de Coordinación Ampliada. Lo peor es que le ha faltado lealtad a los jóvenes, ONGs consecuentes y a la cooperación internacional solidaria que aparte de creer en AIDESEP, le ha dado un voto de confianza ciega a esta directiva. Ellos no pueden salir de su asombro, piensan que es un solo sueño, pretenden defender lo indefendible, pero deben saber que están despiertos, porque si no lo están, pronto pasaran a ser vistos que forman parte del complot sistemático que arman las trasnacionales para dispersar y debilitar al movimiento indígena. Lo que está pasando es real. Es ahora donde se define, la prueba del fuego ¿quien es quien?. Lo mínimo que creo que el consejo directivo debe hacer es, renunciar al convenio, basándose a la clausula undecima que trata de solucion de controversias. Luego devolver el integro del dinero recibido y disculparse públicamente ante los Pueblos Indígenas. Hecho esto, ponerse al costado para recomponer al Consejo Directivo con nuevos cuadros.
juan ramos (no verificado) Dom, 11/11/2012 - 07:52
Cuando el dinero puede más que los principios que se defiende, se apela a defender lo indefendible. Toda entidad sostiene su existencia bajo tres valores: Confianza, solidaridad y reciprocidad. La civilización Tahuantinsuyana basó su existencia sobre tres valores básicos, Ama Quella, ama Llulla, Ama sua, es decir: no seas ocioso, no seas mentiroso, no seas ladrón. El liberalismo europeo nació enarbolando también 3 valores básicos: Libertad, Fraternidad y solidaridad; países orientales como el Japón tienen dentro de su cultura también 3 principios básicos: Confianza, intimidad y sutileza. Es una trípode moral sobre el cual se edifican las naciones, las civilizaciones, que sin duda guían a las colectividades hacia el derrotero de su desarrollo y bienestar. Nuestro país hoy manisfiesta una crisis de institucionalidad generalizada, heredada de la presencia colonial que destruyó nuestras instituciones originarias, las bases fundamentales de nuestra institucionalidad ancestral que hoy tratamos de recuperarlas, al menos en su aspecto moral, en sus valores fundamentales. Hoy la política criolla es un lastre en este propósito, usa la política como instrumento para hacer delincuencia, ahí tenemos en las cárceles a prominentes líderes de gobiernos anteriores sentenciados por inumerables crímenes y latrocinios al erario nacional. Si algo se hizo para castigar la corrupción y los crímenes, es porque en nuestro país existe aunque débil una reserva moral, capaz de protegernos de la corrupción y el crímen institucionalizado. Nostros creemos firmemente, que la reserva moral fundamental está en nuestros Pueblos y comunidades originarias, herederas del gran legado de la civilización tahuantinsuyna, por ello es importante velar para que instituciones permanezcan firmes enarbolando lo más noble de nuestra heredad, nuestros valores básicos, esenciales: El ama sua, el Ama Quella, el Ama llulla. Valores irenunciables, insoslayables que crearon una civilizción de gente trabajadora, honrada, disciplinada, sus logros son objeto de admiración del mundo. Somos un país muy rico en recursos, sin embargo, padecemos de desnutrición crónica infantil, de adultos, baja de calorías, pésima educación, carencia de oportunidades para nuestros jóvenes, todos sabemos porque ocurre esto, parte de los culpables están en la cárcel clamando hoy perdón o indulto, gran parte están libres haciendo de las suyas en nombre del bienestar y el crecimiento que no existe para los pueblos originarios que fueron separados del bienestar y del desarrollo desde el momento que llegaron los invasores, sus herederos hoy mantienen los mismos comportamientos, mantienen una visión colonial del derecho de los Pueblos, se creen con el derecho de seguir disfrutando con el botín de guerra que lograron co el que ellos llaman "conquista". Sin embargo, los pueblos hemos sabido responder con luchas la voracidad saqueadora de los invasores de ayer y hoy, han asesinado a muchos de nuestro hermanos en distintas partes del país, este año en Cajamarca y Espinar, ayer durante el Baguazo pero nuestros pueblos non se rinden, porqué tendrían que hacerlo sus Apus, sus jefes, sus estandartes?
Diego Saavedra (no verificado) Lun, 12/11/2012 - 14:28
Sres. Servindi, ayer hubo una opinión válida y sin insultos y donde daba detalles exactos sobre lo ocurrido. Pero ahora me doy con la sorpresa que ya no está. ¿O es que hay que escribir en contra de Aidesep para quedarse publicado?
Servindi (no verificado) Lun, 12/11/2012 - 14:57
Hemos identificado el envío recurrente de mensajes injuriosos que lejos de expresar argumentos solo intentan echar lodo sobre la honra o la reputación de las personas. Estos mensajes provienen de una misma fuente pero con distintos nombres para dar la apariencia de ser una opinión de muchas personas. En tal sentido reiteramos que Servindi se reserva el derecho de eliminar o censurar los comentarios que se envían de manera sistemática con el único afán de intentar denigrar a personas reconocidas y respetables que han escrito o colocado comentarios. No vamos a dar tribuna de ningún modo a personas sin escrúpulos, que amparándose en el anonimato o en el nombre o correo falso, intentan ensuciar la reputación de otras personas. Se admiten -y siempre las hemos admitido- opiniones distintas y discrepantes, pero en un marco de respeto y autenticidad. Servindi
Emanuel (no verificado) Lun, 12/11/2012 - 18:08
Estimados señores de servindi y a todos los comentarios me tome la molestia de leer los comentarios y lo unico que veo es envidia hacia los pueblos indigenas que ya no quieren intermediacion de terceros para mejorar sus calidad de vida, se cansaron que estos intermediadores con sus teorias trasnochadas lo unico que buscan es el atraso de esta parte de la amazonia,mientras que en sus narices se llevan y no dejan nada, acaso no escucharon hablar de la inversion sostenible? Donde los Pueblos Indigenas sean participes acaso siguen esperando a que un Estado que desde que se funda la republica no hizo casi nada por mejorarles la calidad de vida? Todo lo contrario se esmero en tratar de desaparecerlos coludidos con varios pseudodirigentes que lo unico que hicieron es llenar sus arcas. Ahora que los Pueblos indigenas se dieron cuenta que ya no los necesitan, les duele sobre todos a aquellos que viven a espaldas de los Pueblos Indigenas y por tratar de defender sus puestos en algunas dependencias del Estado, dicen que trabajan en beneficio de los mismos cuando la realidad es otra, Aidesep en su vision tiene por finalidad hacer respetar los derechos colectivos asi como buscar el desarrollo sustentable de los mismos conservando sus identidad. Si seguimos esperando a que el Estado solucione los principales problemas de Nuestros hermanos si seguimos bajo esa logica en un futuro muy proximo vamos a tener culturas que se van a extinguir en el riempo, y como toda civilizacion quiere lo mejor para sus futuras generaciones. Tendrian que analizarse los antecedentes las cuales no veo en ningun comentario todo lo contrario, de donde se viene que obstaculos han persistido, entonces yo preguntaria que tipo de sociedad se desea para el futuro? y con que elementos?, que clase de estructura economica conviene a los objetivos?, que papel deberian desempeñar si tanto se llaman ser los defensores de los Pueblos Indigenas? como se deberian coordinar las acciones con los sectores empresariales y la sociedad civil? Y y dejemos a un lado nuestro egoismo que no nos permite avanzar en el verdadero desarrollo de los mismos. Hermanos hay mucho por hacer.
Efraín (no verificado) Lun, 12/11/2012 - 07:10
Hombre Perico, Claro que tu opinión cuenta. Son muchos los que se han formado contigo (me incluyo)y seguramente te pararan bolas. En lo personal también comparto tu preocupación de lo que a estas alturas del partido haremos con nuestras vidas, si como pueblos, los indígenas abandonan sus luchas. Pero creo que este no es el caso, pues es evidente de que se trata de unos pocos dirigentes que seducidos por las mieses que ofrecen sus cargos, le tuercen el pescueso a sus organizaciones. Creo que tu intervención, como la de Alberto, Kathe, jorge y otros que no conozco ayudaran a recomponer el camino. Pero en el caso de que no sepan que hacer con sus vidas, aquí en Colombia les ofrezco "chamba" como dicen ustedes allá.
Fernando Antoni... (no verificado) Lun, 12/11/2012 - 10:29
Aunque no tengo el renombre de Alberto, Perico y otros ilustres ciudadanos, me siento en la obligación de ponerme el traje de baño. Comparto firmemente las posiciones de Alberto, de Perico y de Jorge Perez Rubio y de Juan Ramos. La reserva moral de la humanidad está en sus pueblos originarios por muchas razones que se dijeron en estos debates. Sus organizaciones como Aidesep deben seguir liderando la vigencia de esta reserva moral que es una fuerte garantía para seguir defendiendo la dignidad y el derecho de decidir nuestro destino por nosotros mismos. Hay acciones que no pueden ser justificadas con el principio de la autodeterminación, como por ejemplo hacerme morir de inanición en una huelga de hambre contra tal autoridad, porque precisamente el principio de la autodeterminación es para la plena vigencia de la vida del individuo que es parte de su comunidad. El principio de la autodeterminación es para el bien común. Sólo un dato, Alberto Chirif siempre ha estado al lado de Aidesep. Alberto no ha participado en ningún sentido en la formación de Conap. Los que hemos estado atentos a los hechos en esos momentos sabemos que Conap fue formado con los auspicios de dos ONG en los cuales no tenía nada que ver Alberto. Asi que las críticas deben ser hechas con cosas ciertas. Saludos a los colegas del chaparrón.
juan castro (no verificado) Lun, 12/11/2012 - 10:31
Estimados, me apena decir que los comentarios academicos poco importa cuando se tiene avaricia por el dinero, tampoco importa el agua que bebe y beberá un niño indigeña, solo espero que el Señor Pizango haya visto el programa cuarto poder y como la minera Chinalco, ha construido una ciudad entera cuyo valor es de 50 millones de dolares y asimismo se esta negociando otros beneficios directos como la creacion de un Instituto Tecnico con profesores pagados por la minera que asegurara el aprendizaje de los hijos de morococha, eso no lo hizo el Estado, lo esta haciendo la propia comunidad de la mano con la Empresa Minera, aun asi hay personas que quieren ser indennizadas por perder su pueblo donde estaba toda su vida, es un caso extremo pero es asi como se debe lograr obtener beneficios de la empresas extractivas y no solo 77 mil dolares anuales, o es que eso dice el papel y en realidad la cifra fue otra y se negocio fuera de la mesa, creo sinceramente que AIDESEP esta pasando por un mal momento y el señor Sangama trata de agredir sin fundamento, ya no es momento de agredir es momento de RENUNCIAR a sus cargos, ya que las malas costumbres se pegaron, y si siguen investigando se va encontrar mas cosas pero ya no de la Organizacion sino de sus miembros, y los contactos que cada uno de Ustedes tienen. Un fuerte abrazo Alberto Chirif y aunque no tenga la oportunidad de conocerlo comparto con Usted todo lo manifestado.
Luis Antonio (no verificado) Jue, 15/11/2012 - 19:30
La discusión surge por el irrespeto a los principios y a la institucionalidad por parte del consejo directivo de AIDESEP... pero la fácil verborrea permite desviarse hacia campos tan absurdos como los citados líneas arribas, para decirlo en cristiano "o sea si AIDESEP o alguna de sus regionales o federaciones afiliadas te contrató y te pagó un sueldo ergo no puedes criticarla". Están avisados.
John Chalo (no verificado) Jue, 15/11/2012 - 10:07
Frente a los que quieren imponer sus formas de pensar hacia los pueblos y se exaltan y pegan un grito en el cielo como mujer caprichosa cuando buscamos nuevas formas de negociación haciendo frente al olvido del estado hacia nuestros pueblos. Sobre todo si se formaron en nuestra casa aidesep es como morder la mano de quien les daba de comer. Hablan de perdida de principios sin embargo se atreven a levantar la voz frente a nuestra casa las casa que los formo y ahora son especialistas en temas indígenas y de renombre. Ya no es tiempo de hacer huelgas, de que hayan mas muertos y pongan de titulares y vengan mas proyectos , es tiempo de nuevos horizontes.
juan castro (no verificado) Mar, 13/11/2012 - 13:51
Estimado Plinio, precisamente lo que esta en juego, son las ideas que Usted detalla en su articulo, pues de acuerdo al contrato Aidesep no podra en el futuro entamblar ningun juicio hasta en lo penal, osea si alguien muere a causa de la exploracion, Aidesep no podra hacer ningun reclamo, eso es lo que esta en juego, ahora la forma como se llevo a cabo el tratado a escondidas de las bases y regionales es otro tema, y la cantidad irrisoria que ha recibido AIDESEP es peor pues por ser la NACIONAL creo que debieron haber negociado algo mas elevado y que deje beneficios a largo plazo a las comunidades que van a ser afectadas directamente. Siempre es bueno ponerse en el lugar del otro para ver que las cosas se ven diferentes y no como creemos que es.
Jose (no verificado) Mié, 14/11/2012 - 12:26
Que lamentable, parece que finalmene los dirigentes no soportaron la tentacion. Sospecho que estos actitudes vienen desde la casa, sino que al asumir la dirigencia hemos aprentado soportar y emitir discursos sin fundamento a fin de mantenernos en la cima del poder.
Plinio (no verificado) Mar, 13/11/2012 - 13:24
Sancho Nos Ladran señal que avanzamos. Sres de servindi talves en sus diccionario no existe las palabras ¨inversion sostenible o desarrollo con identidad¨.Y lo unico que veo con su publicacion y los comentarios de carroñeros que lo unico que hacen es disminuir en vez de sumar al verdadero desarrollo de los Pueblos Indigenas. Desde el Informe Mundial de Desarrollo Humano del año 2004*, las Naciones Unidas han defendido la idea de que la libertad cultural debe formar parte de cualquier análisis sobre las libertades necesarias para el desarrollo humano. Y en tal sentido, definieron la libertad cultural como la posibilidad de las personas para escoger su propio modo de vida. Se trata no solo de valorar la importancia de la cultura tradicional, sino especialmente de reconocer “la relevancia trascendental de las libertades y opciones culturales” (ONU, 2004: 13) y, de esa manera, combatir las privaciones originadas en dos grandes procesos de exclusión cultural. El primero es “la exclusión de participación, que se traduce en el impedimento impuesto a una persona o grupo para participar en la sociedad de la misma forma en que se permite o incluso estimula la participación de otros”; casi siempre esta discriminación empieza por el origen étnico y continúa como exclusión de participar en la educación, la salud o la toma de decisiones públicas. El segundo tipo de exclusión cultural, aquella basada en el modo de vida, se expresa como una negación de reconocimiento a la manera en que un grupo social escoge vivir. Adopta la forma de intolerancia y usualmente se une con la “exigencia de que los miembros de ese grupo vivan y se comporten exactamente igual a los demás individuos de la sociedad”. y esa es la Mision de Aidesep, como siempre tomando la iniciativa en el verdadero desarrollo de los Pueblos Indigenas y poniendo la agenda al Gobierno.
AKEKI (no verificado) Mar, 13/11/2012 - 10:06
que pena leer este articulo, y ver como aidesep nos vendio,y que pena que paso con los valores etica y todo aquello que se pregona en los cursos q ellos mismos lo dirigian, que pena haber como hacen para enmendar estos errores ,
Juan (no verificado) Mar, 13/11/2012 - 09:56
Alberto , yo creo que ,tu comentario nos indica que sigues siendo un fiel aliado de la organizacion Indigena Amazonico que es AIDESEP, por que este acto de la actual Junta Directiva no se puede tapar con un solo dedo , has elaborado un brillante articulo , espero que otros cooperantes tambien lo hagan sin encubrir los actos .felicitaciones Dr. Cherif
Juan Ramos (no verificado) Mié, 14/11/2012 - 09:44
Conozcamos a los socios de Petrobras: HALLIBURTON sub contratista del Pentágono de EE.UU. para acciones con mercenarios o interrogadores(torturadores) en los distintos países ocupados por la OTAN. En Enero del 2010 Halliburton firmaron co PETROBRAS, un acuerdo de cooperación tecnológica en Rió de Janairo. En el 2011 se implanta un Centro de Tecnologías y Soluciones Halliburton Brazil en Río de Janairo. CHEVRON un ex-socio de PETROBRAS, fue acusado de dar muerte a nigerianos que protestaban en contra de la Empresa por su presencia y explotacióndel Delta Nigeriano.CHEVRON pagó a la milicia local conocida por sus abusos contra los Derechos Humanos, para aplastar las protestas e incluso les proporcionaron helicópteros y barcos. Los militares abrieron fuego contra los manifestantes y luego quemaron sus aldeas. entre 1972 y 1993 CHEVRON(ex TEXACO)vertió 18 mil millones de galones de agua tóxica en los bosques tropicales de Ecuador, destruyendo el medio de subsistencia de los agricultores locales y enfermando a la población indígena. En el Brazil, a 370 Km. de la Costa de Río de Janairo provocó el derrame de 3,700 barriles por día en el yacimiento denominado CAMPO DE FRADE.
John Chalo (no verificado) Jue, 15/11/2012 - 09:47
Frases de una parte de la reflexión de Haroldo Salazar y dice: No se olviden, que AIDESEP fue, es y será siendo la escuela, la Universidad de enseñanza de técnicos, intelectuales, investigadores, académicos que hoy emiten opiniones letales, olvidándose de la cuna que les dio la oportunidad de conocer, comprender, entender y ser expertos en la temática indígena. Ya basta de demagogias de las personas,asesores y de dirigentes, si tomaron este camino bien pensado, como dicen planificado y que fue error de no comunicarlo en su debido tiempo a sus bases, son conscientes, que a la postre no van a traer problemas o poner en riesgo la integralidad territorial la vida, individual y colectiva de los pueblos indígenas que más adelante, será el cargo de conciencia y la historia indígena la sociedad nacional e internacional los juzgara, también estaremos atentos a seguir construyendo nuevos puentes si están y reconocen el error cometido tienen tiempo de volver al rumbo de la institucionalidad que costo muchos años a construirlo, no lo hagan por salirse, del momento o del problema que están atravesando institucionalmente, háganlo por ser de justicia por derechos de la pervivencia, que buscan nuestros pueblos indígenas amazónicos que confiaron en sus dirigentes. Saludos
juan castro (no verificado) Vie, 16/11/2012 - 13:56
Dr. Chalo para Usted es lo mismo decir que "robe pero que haga obras", expliquese mejor esta en un Debate alturado, y su posicion no ayuda a que salgan en el problema politico en que estan. Un abrazo.
juan castro (no verificado) Vie, 16/11/2012 - 14:01
le recuerdo que Ustedes no estan buscando nuevas formas de negociacion sino que ya negociaron y lo han hecho de la peor manera, pues han vendido los ideales osea la MARCA o la reputacion de adiesep y eso vale en cualquier cosmovision del mundo. Agradeceria que fueran mas humildes y que acepten el error y se renegocie el contrato si es que pueden, sino caballero esperar la fecha de vencimiento para volver a negociar pero esta vez si como se debe en bien de todos los pueblos indigenas.
John Chalo (no verificado) Lun, 19/11/2012 - 11:36
Gracias al apoyo recibido por muchos años la Amazonia ya es una potencia. Sobre todo los pueblos ya salieron de la pobreza. Se quiere resultados señores, al parecer hasta ahora no hay ningún resultado fructífero haciendo lo mismo.
Alain Salas (no verificado) Mar, 20/11/2012 - 22:45
No tengo el placer y el gusto de conocer al señor que suscribe el articulo, creo que algunos lideres anonimos de los pueblos indigenas como yo lo desconosco, es mas nunca me intereso saber de los asalariados de los asesores,este no se en que contexto se escrive la nota, agradeceria publicar el texto completo del comvenio, par hacernos una opinion como lectores, y no estar superditados a la opinion del supuesto lider de opinion,creo que ademas que nadie puede luchar contra algo que se desconoce las ONGs, ,las fundaciones, o los colaborantes entre comillas nunca tienen la verdad absoluta, eso no existe
Servindi (no verificado) Mié, 21/11/2012 - 00:00
Muy de acuerdo con su apreciación. El texto del Convenio de Cooperación entre AIDESEP y PETROBRAS puede ser leído en los siguientes enlaces: Páginas 1-3 y 5: http://servindi.org/pdf/convenio_Aidesep_Petrobras.pdf Página 4: http://servindi.org/img/Convenio_Aidesep_Petrobras_p4.jpg Debemos hacerle presente que el convenio fue difundido por redes de correos en dos partes y Servindi fue el primero en ponerlo a disposición del público. Aidesep nunca lo ha publicado.
Alain Salas (no verificado) Sáb, 08/12/2012 - 19:13
Disculpen mi ignorancia en temas morales me olvidava que ya no solo es potestad de los izquierdistas, y del Baticano y todo sus aparatos, si no tambien de las ONGs, que hermoso, pero prosigo, Servindi sabe leer numeros en un convenio, si me alcanzarian el texto completo del famoso convenio ya que disculpen soy indigena quisa por ello no se contar los articulos ya que faltan el famoso articulo septimo y octavo, asi cmo el Plan de trabajo que es el anexo N° 01, les agradeceria bastante, y nos pudieren informar aparte de concesion de Gas, Petrobras que otras concesiones petroleras tiene en la amazonia, como empresa, gracias.
LUPE CAMINO (no verificado) Vie, 08/02/2013 - 13:12
Alberto, como siempre consecuente. Hay pocos que durante tan largos períodos mantienen la consecuencia, ser íntegro es vital. Un abrazo
Raquel Neyra (no verificado) Mar, 10/10/2017 - 08:55
Hola, donde puedo conseguir el articulo "Ricardo Uceda, 2010. “Los imperdonables. Un amargo recuerdo de las sesiones del Consejo de Ministros de hace ocho meses, cuando la tragedia de Bagua era inminente. Las posiciones y las responsabilidades aún no asumidas”. PODER 360º (poder360.com). 15 de febrero."? La revista Poder no esta ya en la web y tampoco figura en los archivos web de la Republica, gracias
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