¿Se puede indultar a un ciudadano extranjero que se burla del país que lo acogió?

Quienes manejan el dinero de Fujimori, su hermana Rosa y el esposo de ésta, Víctor Aritomi, prófugos de la justicia peruana en el Japón. ¿No deberían dar la cara y pagar la reparación civil de Alberto Fujimori antes de pensar en un indulto?

- Fujimori afirma no tener un sol para pagar la reparación civil que adeuda al Estado peruano pero los que manejan el dinero ilícito que acumuló se encuentran a salvo en el Japón, resguardados por su nacionalidad japonesa y burlando a la justicia peruana.

Por Jorge Agurto

Servindi, 17 de octubre, 2012.- Los fujimoristas están en campaña para que se indulte al ex presidente Alberto Kenya Fujimori Fujimori, ciudadano japonés que por azar de la historia se hizo de la presidencia del Perú y hoy cumple condena por los delitos de homicidio y secuestro agravados y corrupción, mientras continúan los procesos por otros delitos.

La opinión pública está agitada y dividida entre quienes creen que debe cumplir su condena y los que piensan que merece ser indultado.

El monseñor Bambaren ha puesto el dedo en la llaga al sostener que antes de hablar de un indulto a Fujimori este debe cumplir con pagar la reparación que adeuda al Estado peruano. Esta sería una buena muestra de respeto al país que lo acogió.

Sin embargo, la familia Fujimori afirma no tener dinero para la reparación civil y por el contrario, exigen que el Estado devuelva la pensión a don Alberto Fujimori como ex presidente de la República y como ex rector de la Universidad Agraria La Molina.

Es importante recordar que la fortuna que atesoró Alberto Fujimori fue manejada por su hermana Rosa Fujimori y su esposo Víctor Aritomi Shinto, figuras claves en el manejo de la corrupción familiar.

Ellos se encuentran prófugos de la justicia, cómodamente refugiados en el Japón, amparados en su nacionalidad japonesa.

¿Cómo robar sin dejar huellas?

El enriquecerse ilícitamente sin dejar rastros fue una de las preocupaciones de don Alberto Fujimori cuando el azar y un poco de mala maña lo llevo al poder.

La mejor forma de recibir millonarias donaciones de ciudadanos japoneses supuestamente destinadas a construir escuelas para los niños pobres del Perú fue nombrar como Embajador del Perú en el Japón a su cuñado Víctor Aritomi.

Una vez en la Embajada Aritomi se dio maña para crear cuentas que él proporcionaba a los donantes japoneses a nombre de la Embajada peruana, pero que en realidad eran cuentas secretas que él manejaba discrecionalmente, de forma totalmente personal, y que transfería a Fujimori o a sus testaferros de acuerdo a sus necesidades.

Paralelamente, Fujimori nombró a su hermana Rosa, como representante de la organización no gubernamental Apenkai, para recibir las donaciones japonesas destinadas a construir escuelas en las zonas pobres de Perú.

Un solo ejemplo de estas donaciones fue la que hizo por un valor de 25 millones de yenes la señora Matsu Utsumi, entonces de 86 años de edad, para construir una escuela valorizada en 300 mil dólares.(1)

El embajador peruano en el Japón, Luis Machiavello, uno de los hombres que descubrió y sacó a luz las irregularidades de Aritomi en el Japón, señaló que son muchos los ciudadanos japoneses que a su llegada a la embajada indagaron por escuelas construidas supuestamente con sus donaciones, pero cuyo dinero nunca ingreso a las arcas públicas del país.

Se dice que no hay crimen perfecto

La forma cómo procedió Aritomi fue irregular y contraria al reglamento de la Cancillería y además, nunca se hubiera sabido de éstas sino fuera por un descuido de Aritomi, que desapareció toda la documentación sobre el manejo de las cuentas paralelas, excepto una carpeta que se salvó de la quema.

La dichosa carpeta confirmó no solo la existencia de este tipo de cuentas secretas sino también la forma cómo se manejaba el dineroa, a sola firma de Aritomi, y sin que sean registradas en la contabilidad de la Embajada.

Las autoridades anticorrupción del Perú calculan que entre 1990 y 2000, ciudadanos e instituciones niponas donaron más de 20 millones de dólares.

Y de ese total solo 4,5 millones fueron desviados y cobrados por Rosa Fujimori a través de sus cuentas en el Norbank, la entidad financiera corresponsal en Lima del Bank of Tokio.

Una de las cuentas en el banco Norbank registra retiros de dinero de hasta un millón de dólares, durante 1995 y 1998, efectuados a pedido de Mutsue Inomoto de Fujimori, la madre de don Alberto, cuando ella frisaba entre los 83 y 86 años de edad.

Como lo ha podido verificar la justicia peruana Víctor Aritomi y Rosa Fujimori son titulares de numerosas cuentas secretas de hasta por 4,5 millones de dólares en diversas entidades como el Banco Do Brasil, el First National Bank de Florida y el USB de Stanford, en Nueva York, Estados Unidos.

El amparo de la nacionalidad japonesa

Rosa Fujimori y Víctor Aritomi jamás pudieron explicar el origen de los fondos que han manejado a favor de Alberto y sus hijos cuando han sido requeridos por las autoridades peruanas.

Más aún, cuando Rosa Fujimori no registra importantes ingresos propios y Víctor era un modesto empleado vendedor de electrodomésticos cuando don Alberto, recién electo, lo nombró embajador del Perú en el Japón en 1991.

La justicia peruana los ha declarado -junto a otro hermano: Pedro Fujimori- culpables del delito de manejo irregular de donaciones pero se ha reservado el dictado de la sentencia hasta que sean capturados y puestos a derecho.

La fiscal Gladys Echaíz los ha denunciado en el 2011 además por el delito de enriquecimiento ilícito al hallarse nuevas pruebas delictivas contra ellos.

El 23 de diciembre de 2010 la Interpol renovó el mandato de búsqueda, ubicación y captura de Víctor Aritomi con el “Código Rojo”, lo que significa que su detención es de extrema importancia y prioridad debido a la gravedad de los delitos que perpetraron.

Pero ambos esposos, íntimos de don Alberto, se encuentran a buen recaudo de la justicia peruana que no los alcanza porque ambos gozan de la ciudadanía japonesa que los protege.

A manera de colofón

Los fondos ilícitos que captó la familia Fujimori sirvieron entre otras razones para financiar los estudios universitarios de los hijos: Keiko, Hiro, Sachi y Kenyi.

Hoy, Keiko tiene una activa labor política e incluso postuló a la presidencia de la República el 2006. Kenji es nada más y nada menos que congresista de la República.

Ahora, la familia Fujimori está empeñada en que el Perú indulte a don Alberto y para esto presionan mediáticamente y se valen de todos los resquicios a su favor de la justicia peruana.

Sin embargo, creo de suma importancia reflexionar sobre la ciudadanía de los Fujimori -padres, tíos e hijos- pues el Perú no tiene tratado de doble ciudadanía con Japón. Y la experiencia ha demostrado que el entorno familiar de don Alberto utiliza la ciudadanía del Perú cuando le conviene para hacer política y enriquecerse.

Pero cuando se trata de rendir cuentas por sus actos ante la justicia peruana… huyen hacia la embajada japonesa en el Perú o hacia el Japón, donde reivindican la nacionalidad japonesa para evitar caer en manos de la justicia y vivir de sus gollerías ilícitas e inmorales, tal y como lo vienen haciendo ahora la tía Rosa y el tío Víctor.

Alberto Fujimori con el príncipe Naruhito y Víctor Aritomi en Japón (Foto: La República). Fuente: La historia de un cheque, por Denise Ledgard, IDL Reporteros

Nota:

(1) Ledgard, Denise: "La historia de un cheque" en Idl Reporteros, http://idl-reporteros.pe/2011/04/07/la-historia-de-un-cheque/

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Video de Fujimori en campaña postulando al parlamento japonés:

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