Bolivia: Sobre el Suma Qamaña y otras fábulas

Por ARM

Aini, 09 de octubre, 2012.- La reinauguración de Bolivia como Estado Plurinacional tiene por principio articulador el Suma Qamaña, traducido al español, Vivir Bien, un concepto amplio, culturalmente ambigüo y en nuestro caso, una política de Estado.

“Vivir bien” manifestaba el despojo de los viejos modos de vida de la República de Bolivia. La Constitución Política del Estado Plurinacional en su segundo capítulo abre paso a principios éticos y morales que regirían la denominada sociedad plural, entre los cuales está el Suma Qamaña.

El Decreto Supremo 29894, define al Suma Qamaña como la “satisfacción compartida de las necesidades humanas que incluye la afectividad y el reconocimiento, en armonía con la naturaleza y en comunidad con los seres humanos”

Del paradigma alarealidad

¿Es el Suma Qamaña un paradigma de vida? Se entiende como paradigma a un modelo, un conjunto de principios, teorías y conceptos formuladas para resolver problemas. El “Vivir Bien” procura resolver el gran problema de la vida carente de la sociedad boliviana, especialmente de los sectores indígena originario campesino.

Este paradigma, considera como camino de solución la preservación del equlibrio con la naturaleza, como una especie de ecologismo donde están ausentes la ciencia, la tecnología, la innovación y el conocimiento, todo esto con el afán de alcanzar el buen vivir.

El “Suma Qamaña”, representa la consigna de este gobierno, por lo tanto, está impregnado en todas las políticas y leyes. Son una serie de artículos que enfatizan el respeto a la naturaleza, a la autodeterminación de los pueblos indígenas, la territorialidad, etc., una serie de pautas que otorgarían un mejor horizonte a los sectores menos favorecidos, pero, ¿cuál es la realidad de este modelo?

Desde la perspectiva indígena, el tata Walberto Baraona del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasusyu, afirma que: “vivir bien es estar en armonía con la naturaleza, lo cual no existe con el proceder del gobierno”. Una serie de conflictos que involucran a los sectores indígena campesino originarios como ser el caso del TIPNIS, mineros, etc., se constituyen en grandes interrogantes que profundizan y ponen al descubierto la inexistencia del Buen Vivir en Bolivia.

En la Constitución Política del Estado (CPE), el artículo 306 señala que el modelo del “Vivir bien” está orientado a mejorar la calidad de vida de todas las bolivianas y los bolivianos. “Mejorar la calidad de vida” es un indicador que no está claro en una sociedad que se caracteriza por ser diversa. Este paradigma demuestra que todo se puede hacer en el papel y nada en la práctica (realidad).

Si bien, en Bolivia las condiciones de vida son relativamente precarias en comparación con otros países, existen diferencias abismales entre sectores. El principio de “Vivir Bien” procura mezclar en la misma olla a los diferentes sectores sociales, sin un acercamiento previo a sus necesidades.

Este gran discurso del gobierno se ha visto inmerso en una contradicción sin horizonte. Al ser una política de Estado, el “Vivir Bien” pasa de ser un paradigma altruista a una realidad inconclusa e incoherente. Definir qué es vivir bien en una sociedad pluricultural es una misión imposible.

El espejismo plurinacional

El 25 de enero del 2009, Bolivia sepulta su concepción de República, para constituirse en Estado Plurinacional. Luego de tres años de la entrada del Movimiento al Socialismo (MAS) al gobierno, se suscitan cambios en diferentes ámbitos, comenzando por la creación de una nueva Constitución Política del Estado (CPE) y de esta manera, la gestación del Estado Plurinacional.

La CPE, en su primer artículo define a Bolivia como: “un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, libre, independiente, soberano, democrático, intercultural, descentralizado y con autonomías. Bolivia se funda en la pluralidad y el pluralismo político, económico, jurídico, cultural y lingüístico, dentro del proceso integrador del país”.

Está definición convierte a Bolivia, en un Estado que acoge las diferentes expresiones culturales dentro de una especie de proceso integrador. Lo cual este modelo presenta como consigna la unión en la diferencia cultural y social a modo de perseguir un fin común de construir una identidad como país.

Las características del Estado Plurinacional, fueron concebidas por grupos indígenas previamente a la realización de la CPE, consideran este modelo de organización política incluyente y participativo para la descolonización en busca de la reconstitución territorial. Además, que debe garantizar los Derechos de los Pueblos Indígenas y su representación directa.

A pesar del carácter inclusivo del concepto de Estado Plurinacional, durante los períodos de gobierno del MAS, lo plurinacional y comunitario se reduce hacer oídos sordos manteniendo al Estado como principal actor de las decisiones políticas y sociales, mientras el resto de la sociedad no es tomada en cuenta. Entonces el Estado Plurinacional, se regocija en una etiqueta acogedora, mientras procura uniformizar a través de la política, el carácter plural de la sociedad boliviana.

La realidad es un gran espejo distorsionado de este conjunto de características del Estado Plurinacional. Una vez más, el modelo permanece intacto en el papel mientras los hechos definen la vida de los sectores sociales.

¡El papel aguanta todo…!

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Fuente: AINI: http://www.aininoticias.org/2012/10/especial-67/?home=1

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