Aidesep, 12 de junio, 2011.- La Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep) considera que el Congreso actuó como cómplice del gobierno al no encontrar a los verdaderos responsables de los hechos de Bagua.
Para el Consejo Directivo Nacional de la Aidesep no fue ninguna sorpresa que el Congreso de la República haya actuado (al aprobar el informe en mayoría sobre los lamentables hechos de Bagua) en complicidad con este gobierno pues decidieron aceptar un documento que no señala a los verdaderos responsables del enfrentamiento entre peruanos y que la muerte de 34 hermanos vaya quedándose en el olvido.
Alberto Pizango Chota, presidente de la organización indígena, sostuvo que esta decisión está sobre la base del poco entendimiento de los legisladores sobre la vulnerabilidad de los hechos, de que los reclamos de los pueblos no es contra el desarrollo, sino a tener una vida digna, tener libertad, libre determinación y consentimiento para realizar sus propias actividades.
“Es lamentable escuchar ayer a parlamentarios decir que ya antes había una Ley de Consulta para los pueblos indígenas refiriéndose a los derogados D. Leg. 1015 y 1073 y que señalaban que la decisión para la concesión del territorio indígena era del 50% + 1 de los asistentes a la Asamblea y no de la Comunidad. Pero si un legislador, que supuestamente tiene que conocer bien las leyes y las dificultades de acceso del país, puede afirmar tal cosa, entonces qué se puede esperar”, enfatizó.
Para la Aidesep, la decisión del Congreso de no encontrar responsabilidad judicial en los verdaderos responsables de esta desgracia –como sí lo señalan los otros informes- es un acto de deslealtad a los pueblos indígenas. Sin embargo, la dirigencia nacional confía en que esta situación se revertirá en el nuevo parlamento.
El líder indígena y representante del pueblo shawi subrayó la necesidad también de que el nuevo gobierno busque las fórmulas adecuadas para la reconciliación nacional después de sufrir un gobierno que está centrado en las estadísticas donde dicen que vivimos en un país de bonanza, cuando la fría realidad nos dice que el país está partido, que para los políticos Lima es el Perú y el resto son pequeños distritos que no se sabe qué ocurre y que ni les interesa lo que sufren. Y así no podemos continuar.
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