Por Carmen Moreno
Glocalia.com.- La comunidad indígena enxet de Yakye Axa, una de las 17 etnias asentadas en Paraguay, proyecta un nuevo capítulo de lucha por la restitución de sus tierras ancestrales.
Vencido el plazo que dio la Corte Interamericana de Derechos Humanos para la devolución de su hábitat o la entrega de otra parcela alternativa de manera gratuita, los nativos anunciaron una nueva campaña internacional.
"El 13 de julio se cumplieron los tres años establecidos por la Corte para que el Estado nos devuelva nuestra tierra, pero sigue sin cumplir", indicó el líder de la comunidad, Esteban López.
En 2005, el tribunal internacional resolvió por unanimidad que el Estado paraguayo violó el derecho a la vida de los Yakye Axa y lo convocó a indemnizar por daños materiales a los miembros de esa comunidad.
Además, preveía una compensación a los familiares de 24 personas muertas desde el comienzo de las reivindicaciones.
Durante una conferencia de prensa, López precisó que un total de 57 familias viven en chozas de hule y de palma en un desolado lugar del Chaco central, a 350 kilómetros al norte de la capital.
El texto de la Corte subraya la necesidad de que el Estado cree un fondo destinado exclusivamente a la adquisición de tierras, y suministre los bienes y servicios básicos necesarios para la subsistencia.
Con Lugo en el horizonte
López reveló que la lucha por sus ancestrales asentamientos, robados por grandes latifundistas, continuará ante el gobierno que asumirá el 15 de agosto.
El presidente electo, Fernando Lugo, anunció que en las prioridades de su plan de dirección estará la atención urgente a los indígenas, víctimas del racismo, marginación, discriminación, falta de reconocimiento, protección y garantías.
Con 40,8 por ciento de los votos, el candidato de la Alianza para el Cambio se llevó las palmas en las elecciones presidenciales del 20 de abril y puso fin a 61 años de poder del Partido Colorado.
"Mi primera medida es una que tengo clavada en el corazón: la de nuestros pueblos indígenas", dijo Lugo.
Líderes de las comunidades de Itapúa, Canindeyú, Caazapá, Caaguazú, Amambay, Presidente Hayes y Boquerón coincidieron en que el ex obispo les inspira confianza.
Joaquín Bonett, vocero de la organización Tekojoja, y otros representantes de los nativos, expresaron sus expectativas y frustraciones en función de las promesas que les hicieron los anteriores gobiernos.
Muestra fue el acto religioso en Cerrito, en el Chaco, donde unos 500 indígenas bendijeron a la Alianza que impulsó la candidatura de Lugo.
Los aborígenes danzaron, hicieron oraciones y cantaron para Lugo al ritmo de tambores, bastones, flautas y maracas.
"Voy a implementar una reforma agraria integral. Existen 300 mil familias sin tierra propia que merecen una vida digna. Ordenaré la realización de un catastro de terrenos rurales para ver qué disponibilidad tendremos", subrayó a pocas horas de su triunfo electoral.
"Los indígenas deben ocupar el lugar que les corresponde. Es necesario revertir los graves desequilibrios sociales que sufre mi país", consideró.
La batalla continuará
"Vamos a recurrir a organismos como la Unión Europea, la Organización de Estados Americanos, el Mercosur y a organismos multilaterales de crédito para que a Paraguay se le conozca como lo que es, un país que desconoce sus compromisos", insistió López.
El abogado Oscar Ayala, de la organización Tierraviva, anotó que las denuncias serán apoyadas por la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay.
Las casi 16 mil hectáreas que reclaman los Yakye Axa forman parte de la empresa agroganadera Loma Verde, ubicada en el departamento de Presidente Hayes y representada por el senador colorado Julio Osvaldo Domínguez.
En un comunicado difundido en fecha reciente, destacaron que el gobierno saliente "nunca se ha ocupado seriamente en cumplir la sentencia, permitiendo que sigamos en la calle, vulnerados y humillados luego de casi 16 años de trámites".
La nota descubre esperanzas en la administración que entrará próximamente en funciones.
"Pedimos a los poderes Ejecutivo y Legislativo que una de sus primeras acciones sea el cumplimiento, que de por sí es inexcusable, de la sentencia de la Corte", señala el documento.
Amenazados por explotadores de caucho, madera, petróleo y oro, en Paraguay conviven unas 300 comunidades indígenas, con alrededor de 100 mil miembros.
Según el estudio Amazonia sin Mitos, financiado por la ONU, cuando los europeos llegaron a América, esa zona selvática estaba ocupada por alrededor de dos mil pueblos indígenas, que sumaban unos siete millones de personas.
"Esos pueblos están en el filo de un cuchillo. Si no se hace algo inmediatamente, pasarán a la historia", reclamó Fiona Watson, de Supervivencia Internacional.
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Fuente: Glocalia.com
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