Paz y Esperanza, 16 julio 2008.- Por primera vez, la comunidad de Putis escenario de uno de los crímenes más bárbaros ocurridos durante el conflicto armado interno, fue visitada por miembros de la Comisión Multisectorial para la Reconstrucción de Putis y por autoridades de la región Ayacucho, que llegaron en caravana hasta allí, para reunirse con los pobladores y escuchar sus principales necesidades y demandas.
Al llegar a Putis, luego de cinco horas de viaje desde la ciudad de Huanta (Ayacucho), los visitantes y la población reunida presenciaron el izamiento del pabellón nacional y entonaron el himno patrio para de inmediato hacer un minuto de silencio en memoria de las víctimas del terror.
Tras estos actos efectuados en un ambiente de respeto y solemnidad, tuvo lugar una asamblea en la que cada representante se comprometió a desarrollar trabajos desde su sector para reparar a las familias afectadas y excluidas de Putis.
Entre las instituciones presentes en esta caravana se pudo apreciar a representantes de la Mesa de Concertación de Lucha Contra la Pobreza, Consejo Regional de Reparaciones, Defensoría del Pueblo, Dirección Regional de Educación, Comisionado para la Paz y Desarrollo, FONCODES, UNICEF, Asociación Paz y Esperanza, y a los alcaldes del distrito de Santillana, Renol Pichardo Ramos, y de la provincia de Huanta, Edwin Bustíos Saavedra.
Al momento de su intervención, el alcalde de Huanta se comprometió a formalizar mediante una ordenanza municipal la creación del centro poblado de Putis, con lo cual tendría mayores oportunidades de desarrollo, exhortando asimismo a los presentes a realizar desde sus instituciones proyectos sociales (construcción de puesto de salud, escuela, viviendas), así como acciones de reparación en favor de la población.
Según la representante del Consejo Regional de Reparaciones, presente en la reunión, 113 afectados de Putis ya han sido incorporados en el Registro Único de Víctimas, cuyo trabajo se inició en toda la provincia de Huanta en el mes de mayo.
Putis es una comunidad olvidada y desatendida por las autoridades y el gobierno nacional a pesar que desde 1997 decenas de familias desplazadas retornaron con sus propios esfuerzos a su comunidad.
Las exhumaciones de restos humanos relacionados con la matanza ocurrida en esa comunidad el 13 de diciembre de 1984, en la que fueron asesinados por miembros del Ejercito Peruano alrededor de 120 personas, ha provocado la reacción de diversos sectores del país quienes se han sumado a la demanda de justicia y reparación para las víctimas de Putis.
Cabe resaltar que esta acción es una primera medida para impulsar la intervención interinstitucional en favor de una comunidad que espera y merece ser reivindicada.
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