Servindi, 17 de diciembre, 2010.- La formación de la ola más grande del mundo que ocurre en el Brasil y se conoce con el nombre “Pororoca” podría desaparecer debido a los efectos nocivos que causa la construcción de una hidroeléctrica en el municipio de Ferreira Gómez.
La “Pororoca” es un fenómeno que produce olas inmensas en el encuentro de los ríos amazónicos con el océano Atlántico.
Sin embargo, la construcción de la usina hidroeléctrica de Ferreira Gómez amenaza la continuidad del acontecimiento.
El 4 de diciembre último, los ministerios públicos federal y estadual de Amapá presentaron una acción civil pública exigiendo la suspensión de la licencia de instalación de la usina.
De acuerdo con el procurador de la República, Antonio Carlos Márquez Cardoso, el proyecto eléctrico también pone en riesgo la unidad de conservación del lago natural de Piratuba.
Márquez indicó que la acción civil fue interpuesta porque el estudio del impacto ambiental no abarcó todas las zonas directamente afectadas, como el municipio ubicado en los alrededores del río Araguarí.
El estudio de impacto ambiental fue llevado a cabo hasta un determinado nivel sin tomarse en cuenta la desembocadura del río Araguarí donde ocurre el fenómeno de la Pororoca.
A inicio del presente de año se realizaron consultas públicas en los municipios de Macapá, Ferreira Gómez y Porto Grande. El procurador denunció que las comunidades no fueron informadas acerca de los daños ambientales y sociales que generará la presencia de la usina.
Explicó que la ciudad de Ferreira Gómez con una pequeña población no podría soportar una masa de trabajadores de tres a cinco mil personas.
“Falta una infraestructura adecuada y existe el riesgo de diseminación de enfermedades, así como la aparición de brotes de violencia y eventualmente el ejercicio ilegal de la prostitución”, indicó.
La ola más grande del mundo
Su ruido predice su fuerza y, el verla, confirma la predicción. Se llama Pororoca y es la peor pesadilla de quienes allí viven. Son olas que recorren el Amazonas desde su desembocadura en el océano Atlántico y que se lleva consigo todo lo que encuentra en su camino.
Su nombre deriva de la lengua tupí-guaraní pororó-ká cuyo significado es, justamente, “gran estruendo”. Es que su ruido ensordecedor puede oírse hasta media hora antes de que la ola llegue al lugar.
Una ola que se genera cuando la marea creciente del Atlántico se encuentra de frente con la corriente descendente del Amazonas.
Así, el choque de ambas masas de agua genera una ondulación cuya energía logra invertir la dirección del cauce durante decenas de kilómetros hasta que, luego, todo se transforma en calma lentamente.
De este modo, cuanto más estrecho es el ancho del río la Pororoca se convierte en un fenómeno más intenso, con mayor fuerza y poder de destrucción.
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