Bolivia: El empate catastrófico entre dos agendas halló su contrapeso político, afirma Xavier Albó

Xavier AlboEl experto en temas indigenistas afirma que la pugna entre los bloques popular y señorial parece no resolverse pero advierte que el contrapeso ha surgido en el lado andino

    (PADEP/GTZ).- El "empate catastrófico" entre las agendas de octubre de 2003, defendida por los sectores populares y el MAS, sintetizada en gas y Asamblea Constituyente, y la de junio, de 2004, liderada, principalmente, por la élite cruceña que prioriza la autonomía departamental, parece no haberse resuelto del todo, afirma el antropólogo Xavier Albó.

    El experto en temas indígenas, que hace poco recibió el "Cóndor de los Andes, la condecoración más importante del Estado boliviano, evalúa el actual proceso democrático que ya dura 25 años y, de paso, da una mirada al gobierno del presidente Evo Morales.

    Las afirmaciones de Albó se hallan incluidas en un libro sobre las visiones de académicos y ciudadanía de varias regiones del país en torno al tema "25 años construyendo la democracia", que será presentado en La Paz y Santa Cruz a fines de este mes por el "Foro 25", integrado por la Vicepresidencia de la República, el Programa de Apoyo a la Gestión Pública Descentralizada y Lucha contra la Pobreza (PADEP/GTZ), el ILDIS, el PNUD, la Agencia Española de Cooperación Internacional (ACDI), IDEA, la Fundación Boliviana para la Democracia Multipartidaria (FBDM) y el CIDES de la UMSA.

    "25 años de democracia, participación campesino indígena y cambios reales en la sociedad" es el título elegido por Albó para evaluar el proceso democrático desde octubre de 1982 hasta nuestros días desde la perspectiva de la "sociedad civil", lo cual lo lleva a transitar por problemas teóricos y prácticos que no son sólo parte de las preocupaciones de la academia sino, también, del ciudadano y ciudadana común.

    El empate entre el bloque popular y el señorial

    Los casi dos años del gobierno de Evo Morales parecen confirmar que el "empate catastrófico" entre las dos agendas de intereses no está tan superado como se suponía, opina el antropólogo refiriéndose a este término gramsciano que utilizó dos años atrás el actual vicepresidente, Álvaro García Linera, para explicar la pugna entre el "bloque popular y oligarca" que obligó a renunciar en junio de 2005 al presidente de entonces, Carlos Mesa, y a retirarse de la sucesión presidencial a los presidentes de la Cámara de Senadores, Hormando Vaca Diez, y de Diputados, Mario Cossío, que habían co-gobernado con el "defenestrado Goni".

    Albó afirma que la tradición político-cultural de Mesa, su entorno inmediato y las mayores concesiones otorgadas por su gobierno a las elites cruceñas, le obligaron a éste, en parte, a renunciar al gobierno y distanciarlo de los movimientos populares.

    Soluciones salomónicas para un público elector

    El pacto político logrado por el presidente Eduardo Rodríguez Veltzé (junio de 2005-enero de 2006), al tomar posesión del mando de la nación permitió pasar del "empate catastrófico entre las dos agendas a una solución salomónica técnica", sostiene Albó quien considera que el presidente nombrado tenía un mando claro "lo que hacía mucho menos conflictivo su rol, aunque sí le permitió mostrar su habilidad en el tema de los escaños. Aunque muy tarde, dio también la señal de nombrar a preconstituyentes, algo que Carlos Mesa había dejado pendiente", sostiene.

    La "solución salomónica" fue la convocatoria a elecciones generales y de prefectos y referéndum autonómico, lo cual puso a la ciudadanía ante las dos agendas en eventos electorales simultáneos, en opinión del antropólogo.

    "El triunfo indiscutible de Evo Morales y el MAS por un inaudito 54%, en las elecciones de diciembre 2005, parecía indicar -en su opinión- que se había superado de una vez aquel anterior empate y que se le daba la posibilidad de gobernar sin necesidad de permanentes componendas siempre traicioneras".Pero, otra parte, "la elección de prefectos realizada en el mismo acto electoral ya mostró un importante contraste", dice.

    "La alta votación en la elección general hacía patente la apuesta nacional por un cambio a fondo, a partir del reconocimiento de los movimientos populares".Albó opina que, a la vez, en la elección por prefectos, el MAS sólo logró tres prefectos mientras los otros seis fueron de oposición, incluido Manfred Reyes Villa en Cochabamba, la plaza fuerte del MAS.

    Cambios de fondo en lo nacional y cotidianos en lo local

    Según el antropólogo, dicha señal muestra que si bien la población a nivel nacional buscaba cambios trascendentales, de fondo, a nivel local la gente buscaba también eficiencia para solventar sus problemas prácticos cotidianos.

    Desde otra perspectiva, el analista considera que algo semejante ocurrió en el referéndum sobre autonomías departamentales, que se casó con la elección de constituyentes. El MAS ganó en ambas consultas populares, dice, y el tema de autonomía fue considerado como un plebiscito nacional en contra o a favor de Evo.De esta forma la solución salomónica prevista en el acuerdo político del 2005, mostró que el empate catastrófico no estaba tan superado como se suponía", subraya.

    Convergencias huidizas a dos años de gobierno

    Los casi dos años de gestión confirman esta situación mostrando convergencia de diversos sectores hacia una y otra agenda o bloques cuyas perspectivas, de acuerdo con Albó, son geográfica-ecológica, socio-económica, étnica y política.En torno a la agenda de octubre aparece el occidente andino, donde se aglutina también la población más empobrecida y a la vez una alta concentración de población "originaria" autoidentificada sobre todo con los pueblos quechua y aymara.

    En cambio, en torno a la llamada Media Luna, que abarca todas las tierras bajas más los valles de Tarija - el "patio andaluz" - se aglutina la población más enriquecida o controlada por una oligarquía más rica (Santa Cruz exporta más que todo el resto de Bolivia) y con una mayoría de población que se considera no indígena, mientras que allí los indígenas están además dispersos en muchos grupos menores, incluidos los inmigrantes andinos, explica.

    El contrapeso en el empate

    ¿El empate continúa, por lo tanto?, se pregunta el mismo Albó, quien considera que un elemento que tiene que tiene que tomarse en cuenta necesariamente en el análisis de la actual coyuntura es la perspectiva política que contribuye también a la polarización de las agendas pero invirtiendo el sentido anterior. Esto significa, agrega a continuación, que la política funciona actualmente en el país como una especie de contrapeso dentro del anterior empate y polarización.

    En otras palabras, sostiene, "el poder y hegemonía política está, desde 2006, precisamente en el polo occidental andino, pobre y originario". "En efecto el poder lo tienen los pobres". "¿Bastará para encontrar una solución real distensionadora?, pregunta Albó, deliberadamente provocador.

    Fuente: Bolpress

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