Sobrevolando la Amazonia, región norte de Brasil, y analizando informaciones de órganos encargados de contener y fiscalizar perjuicios ambientales, la organización no gubernamental (ONG) Greenpeace, concluyó que 90 por ciento de la deforestación de la Amazonia ocurre de manera ilegal.
El análisis reunió datos del Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables (Ibama) y de las secretarías estaduales del Medio Ambiente de seis de los nueve estados que forman parte de la región amazónica.
Los números oficiales señalan que entre agosto de 2006 y julio de este año, el área de selva autorizada para deforestación en los seis estados fue de aproximadamente 930 kilómetros cuadrados. Sin embargo, las estadísticas del Ministerio del Medio Ambiente muestran que la deforestación real fue de casi 10 mil kilómetros cuadrados.
En el sudeste del estado de Pará, también en la región norte, los representantes de Greenpeace encontraron quemadas criminales perpetradas con la intención de transformar la selva nuevas tierras de pastaje. Es el caso del Bosque Nacional de Jamanxin, en el municipio de Nuevo Progreso.
Sólo este año, el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE) registró más de mil focos de incendios en esta unidad de conservación.
Este miércoles, día 3 de octubre, nueve organizaciones no gubernamentales dieron a conocer en Brasilia, distrito federal, el Pacto Nacional por la Valorización de la Floresta y por el Fin de la Deforestación de la Amazonia.
El pacto pide el compromiso de varios sectores del gobierno brasileño y de la sociedad para llevar adelante medidas como las de fiscalización. La estimativa es que son necesarios alrededor de US$ 500 millones por año para estas acciones.
Fuente: De San Pablo, Brasil, de la Radioagencia NP, Silvia Adoue.
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