Por Pamela Leiva Jacquelín
IWGIA, 17 de noviembre, 2015.- Con una amplia agenda de debate por delante, se inauguró el VII Encuentro Continental de Mujeres Indígenas de las Américas (ECMIA). Alrededor de 300 lideresas de 22 países del continente americano se reunieron hoy en Guatemala con el objetivo de compartir buenas prácticas y experiencias en cuanto al reconocimiento de sus derechos.
A través de grupos de trabajo, representantes indígenas de diferentes pueblos y étnias debatirán acerca de salud sexual y reproductiva, violencia y discriminación, participación política, cambio climático, derecho a la comunicación y acceso al territorio. El debate busca compilar recomendaciones para los Estados, organizaciones internacionales y el movimiento indígena en su conjunto.
Diálogo constructivo para alcanzar metas
La inauguración del Encuentro se llevó a cabo luego de una ceremonia espiritual Maya en el territorio ancestral de Kaminal Juyú.
Allí, representantes locales del pueblo Maya guiaron el ritual con el objetivo de agradecer los 20 años recorridos con ECMIA en la lucha por efectivizar los derechos de las mujeres indígenas en la región.
Durante casi cuatro horas de ceremonia, las lideresas reflexionaron en cuanto a la necesidad de unidad y diálogo constructivo para alcanzar metas conjuntas.
Las palabras de bienvenida durante la inauguración oficial estuvieron a cargo de Rosalina Tuyuc Velásquez representante de la Coordinadora Nacional de Viudas de Guatemala (CONAVIGUA), Tarcila Rivera Zea representante de Chirapaq y la reconocida líder indígena Guatemalteca Rigoberta Menchú.
También estuvieron presentes representantes de la Embajada de Canadá y Suecia, junto con la Presidenta de la Corte de Constitucionalidad de Guatemala Gloria Patricia Porras Escobar, la Alcaldesa indígena de Nebaj Ana Lainez, la representante del Programa de Naciones Unidas en Guatemala Valerie Julliand y la representante de ONU Mujeres en Guatemala María Machicado.
“Desde Guatemala les decimos a todas las hermanas, con el corazón lleno de esperanzas, que alcancemos todas las metas que nos propusimos”, abrió la representante de CONAVIGUA. Mientras que la Subsecretaria Presidencial de la Mujer, Clotilde Vásquez Lucas, llamó a buscar “conclusiones que respondan a transformar realidades en las comunidades”.
Por su parte la Presidenta de Chirapaq, Tarcilia Rivera Zea, remarcó que son los países nórdicos los que siempre han respaldado de forma efectiva las demandas de los pueblos indígenas dentro del sistema de Naciones Unidas.
También agregó que el camino para llegar al VII Encuentro ha sido largo y en ese caminar ha llevado casi 10 años para definir el significado de la libre determinación para los pueblos indígenas.
Pluralidad de voces nutrirán el debate
Minutos después de la apertura, varias de las representantes de las delegaciones de ECMIA presentaron su perspectiva de abordaje para el encuentro y calificaron de positivo todos los esfuerzos llevados a cabo para posibilitar el Encuentro Continental.
La activista de derechos humanos Otilia Lux de Coti tuvo palabras alentadoras para todas las participantes: “De aquí van a salir transformadas. Van a salir con herramientas y fortalezas para llevar ideas, conocimientos y experiencias exitosas a sus comunidades”.
En cuanto a la delegación Norte de ECMIA, la representante de Estados Unidos Rosalee Gonzalez de Red Xicana Indígena agregó que es la primera vez que ésta región del continente trae al Encuentro representantes de todos los pueblos.
Para ella la posibilidad de contar con la presencia de diversas representantes “reafirma la unión como enlace”.
Representando a la delegación Sur, Eva Gamboa de CONAMI, resaltó los avances concretos alcanzados mediante el trabajo conjunto. La representante de la región Chaqueña ejemplificó que “ahora se respetan las autonomías de los pueblos indígenas en cuanto a la realización de sus propios rituales en espacios públicos”.
El gran desafío: el legado a las próximas generaciones
Para el cierre del primer día del Encuentro, Rigoberta Menchú llevó a cabo una conferencia magistral donde hizo un recuento del camino recorrido por el movimiento indígena y específicamente la lucha de las mujeres.
La lideresa puso énfasis en la necesidad de educar a las nuevas generaciones a través de las experiencias de las mujeres y su sabiduría.
“Hoy nos toca un traspaso intergeneracional de poderes”, señalo Menchú al comienzo de su ponencia. Para ella este poder se describe en términos de espiritualidad ancestral, pertenencia identitaria y respeto. Subrayó también la necesidad de transmitir los saberes devenidos de las experiencias colectivas de organización para potenciar los saberes con los que ya cuenta el movimiento de mujeres indígenas.
“Debemos realizar recomendaciones cortas y darle viabilidad a nuestro poder como mujeres, pero sobre todas las cosas queremos proyectar nuestra felicidad como mujeres y como pueblos”, cerró.
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