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Servindi, 18 de noviembre, 2014.- Un nuevo derrame de petróleo de Petroperú afecta a los habitantes de la cuenca del Marañón, en Loreto. El hecho se registró en la comunidad de San Pedro, a pocas horas de la comunidad San José de Saramuro. La forma de operar de la empresa en la zona de emergencia ya es motivo de serios cuestionamientos.
Según información proporcionada por Marcelino Salinas, apu de San Pedro, a la federación del pueblo Kukama Acodecospat, Petroperú estaría realizando un violento trochado (desbrozado de bosque para abrir camino) en territorio de la comunidad sin permiso ni coordinación con las autoridades comunales.
Es por ello que tanto Salinas como el apu de la federación kukama, Alfonso López Tejada, expresaron su rechazo señalando que este tipo de acciones atentan contra la institucionalidad indígena.
En diálogo con Servindi, López sostuvo que lo que único que ha dicho la empresa es que "este problema (el derrame) es de ellos y que ellos van a entrar para solucionar el problema, o sea, burlando todo nivel de autoridad en la comunidad".
El apu recalcó, tal como lo hizo en un primer momento la plataforma Puinamudt, que el impacto del derrame es de grandes proporciones, "abarcando desde el kilómetro 17 del Oleoducto Norperuano hasta el kilómetro 22; esto es, a 5 horas de camino desde la orilla del río Marañón", en el distrito de Urarinas, provincia de Loreto.
De este modo quedaron desvirtuadas las primeras versiones que señalaban que el derrame ocurrió en la quebrada Nucurai.
López informó en otro momento que un equipo de aliados y de sus monitores ambientales van camino a la zona a registrar el derrame, el mismo que fue advertido el domingo último por indígenas kukamas y confirmado luego por la misma Petroperú. Según el dirigente, el equipo estará llegando mañana al lugar.
Para el presidente de la Acodecospat, este derrame confirma una vez más que el estado del Oleoducto Norperuano, que es usado para transportar crudo hasta la costa, es “crítico”. Hace pocos meses, un incidente similar ocurrió en el tramo 41 del mismo ducto, en la comunidad de Cuninico.
En aquella ocasión, un informe periodístico dio cuenta del uso de menores de edad por parte de Petroperú para las labores de limpieza.
Amenaza latente
El dirigente llamó la atención también sobre el lote 67, operado por la empresa Perenco, que ha iniciado trabajos de producción. Cabe destacar que los ductos usados por las empresas tienen décadas por lo que esta condición sería la causa de los distintos derrames registrados en su trayecto.
Esta no es la primera vez que la Asociación Cocama de Desarrollo y Conservación San Pablo de Tipishca - Acodecospat llama la atención sobre el estado crítico del Oleoducto Norperuano. Desde hace varios meses la organización viene advirtiendo de la condición precaria en la que se encuentran varios de sus tramos.
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