Servindi, 28 de febrero 2019.- En la siguiente entrevista, Blandina Contreras Yance, lideresa quechua de la comunidad campesina indígena de Hualla, de la región Ayacucho, nos cuenta la situación de las comunidades y la minería.
Contreras Yance también explicó al programa radial Ronda Informativa Indígena, producida por la Red de Comunicadores Indígenas del Perú y Servindi, que tanto la minera Catalina Huanca y Sourthern Perú, afectan las cabeceras de cuenca.
La también dirigenta nacional de la Confederación Campesina del Perú (CCP) pidió tomar en cuenta a las comunidades, ya que los recursos se encentran en sus territorios.
A continuación, presentamos la entrevista realizada por Tulio Toche Martínez, comunicador del equipo de Radio Servindi.
Descargar audio - Comunidades y minería desde la mirada de las mujeres indígenas (Puede descargar el audio con clic derecho en el botón "Reproducir" y luego en "Guardar audio como...".
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Soy de la comunidad campesina de Hualla, distrito de Guaya, provincia de Víctor Fajardo, departamento de Ayacucho.
- Cuéntame sobre el conflicto de Southern Perú y el problema que su comunidad ha tenido por la territorialidad ¿Cuántos años lleva ese tipo de conflicto? ¿Qué medidas adoptan para hacer prevalecer sus derechos sobre el territorio?
Es por la presencia de la minera Catalina Huanca, ubicada a nuestro costado, en la comunidad de Canaria, Apongo y Uyujaza. Esto nos ha hecho despertar: toda empresa extractiva no es buena porque incrementa los problemas sociales. Por ejemplo, como a media hora de mi comunidad, vemos que esa misma empresa tiene conflictos con Uyujaza, comunidad que pretendieron despojar de su territorio.
Nos alzamos a nivel de la provincia de Fajardo, dijimos: "si sacas a Uyujaza, nos levantamos". Solo así han parado de despojar. Hubo una resistencia por parte de 15 comuneros, quienes —bajo un mecanismo para despojar de su territorio— recibieron ofertas de trabajitos que buscaban condicionarlos. "Si te vas de tu territorio, nosotros te sacamos un trabajo". Así, por miedo, algunos otros han estado saliendo.
Como en ese entonces era dirigente de la FADA (Federación Agraria Departamental de Ayacucho) organizamos encuentros para una resistencia, y lo bueno es la solidaridad que recibimos de otras comunidades. En ese tiempo, algunos dirigentes fueron denunciados, intimidados e incluso sufrieron intentos de asesinato. ¡Eso nos ha despertado! Por eso, creemos que la presencia de Sourthern Perú en Hualla sería de la misma magnitud.
Además, esta minera está ubicada en la parte alta, donde nace el agua. Esta es la naciente del agua que fluye a varias comunidades, no solo a mi comunidad, también incluye a Cayara, a Huancapi, Huancareya, a Colca. Entonces, ¿qué implicaría la ubicación de Southern en esa cabecera de cuenca? Lo evaluamos y decidimos que no aceptamos a la minera.
Esta resistencia recibió el apoyo de nuestros hermanos de las comunidades ubicadas en la cuenca como Callara, a Huancapi y Huancareya. Ellos nos ayudaron a movilizarnos y ponernos fuertes.
- Southern Perú sigue en operaciones, ¿continúa intentando ingresar al territorio o ustedes definitivamente han logrado expulsar a Southern de sus comunidades?
Nosotros definitivamente lo hemos sacado. Tuvimos sus vinazas en la plaza y les dimos un tiempo determinado para que las retiren de allí.
- ¿Cuál es la situación actual con la empresa Southern?
En mi comunidad se mantiene una sola posición de no dividirnos. Lo bueno es que nuestros dirigentes comuneros tampoco se han dejado, no como en otras partes. Han intentando debilitar al ofrecernos trabajitos, pero dijimos no.
- ¿Y las demás comunidades?
La mayoría de comunidades de la provincia de Fajardo han luchado contra ellos. Está el dirigente de la Confederación Campesina del Perú (CCP), incluso yo estoy involucrada en las luchas contra la minera. Viendo la experiencia de Catalina Huanca, todas las comunidades somos conscientes. ¡No lo vamos a permitir! Y sin consentimiento libre, previo e informado, con mayor razón.
- ¿Y si ese proceso de Southern Perú hubiera pasado por la consulta previa, con los parámetros dialogados, el resultado habría sido distinto? ¿Podrían llegar a una negociación con la minera?
En ese caso lo analizaríamos porque en mi comunidad básicamente vivimos de la agricultura, sobrevivimos de nuestra tierra gracias a la Pachamama. Realmente no vivimos de la gestión pública en sí, puesto que algunas veces (los presupuestos) llegan directamente a nosotros, otras veces ni lo vemos. Así evaluamos que ninguna política pública ha logrado solucionar nuestra situación de pobreza y de la desnutrición infantil. Por eso, vivimos de nuestra ganadería y agricultura en nuestra comunidad.
- ¿Cuál sería su mensaje final al Estado peruano? Ya ha explicado que no depende de la política pública. ¿Cuál sería su exigencia concreta?
Supuestamente hay un crecimiento económico, entre comillas, en el Perú. El Gobierno tiene que tener en cuenta que el país vive sobre una base económica extractivista y esa base se la debe a las comunidades. Ellas tienen los recursos naturales como los minerales, el gas, el petróleo y otros. Entonces ¿de qué manera el Gobierno está respondiendo a los pueblos? En la actualidad, por ejemplo, esta comunidad, que es el centro de operaciones de la empresa minera MMG Las Bambas, vive 5 meses de resistencia y está buscando diálogo.
Lo que está pasando en el Perú da vergüenza. En lugar de ver por los derechos de los pueblos indígenas, el Estado favorece a la empresa, permite —a través de las fuerzas del orden— maltratar, golpear e intimidar a los comuneros, y no es así. Mi llamado de atención sería a favor del respeto a los derechos de los pueblos.
Si vivimos bajo la base económica extractivista, esta debería ser una distribución equitativa a favor de los pueblos, también mediante las políticas públicas. Por ejemplo, la implementación de la agricultura familiar para garantizar la seguridad alimentaria nutricional, lo cual ayudaría a reducir la pobreza y la desnutrición infantil.
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