Servindi, 2 de enero, 2010.- La marginación y la exclusión estructural fueron las "causas responsables" de fondo, y los decretos y las ventas de tierra, entre otros hechos, fueron "los detonantes" de los sucesos de Bagua afirmó el padre Álvarez Lobo, miembro de la Comisión Investigadora formada por el Ejecutivo (imagen TVE).
El padre -que se encuentra entre los que suscribió el Informe que ha generado fuertes cuestionamientos- indica que aceptó ser miembro de la Comisión de Bagua para denunciar la marginación que se reproduce casi en toda la amazonía y de manera específica contribuir a producir un cambio en el Urubamba y Alto Ucayali, lugares donde él labora.
A través de un comentario ingresado al blog Servindi, el padre Ricardo Álvarez Lobo reconoce que "Bagua es el símbolo de lo que estaba pasando en la selva con los indígenas" y que "lo mismo pudo haber pasado en otros lugares" pues "los indígenas habían llegado al límite de aguante".
El religioso dominico aceptó integrar la comisión para "simplemente aprovechar la oportunidad de liberar a los indígenas del Urubamba y Alto Ucayali de la exclusión y marginación a que estaban sometidos desde hacía siglos" y decir algo de lo que pasa en esta zona.
Sostuvo que si bien existen diferencias históricas y etnográficas entre los indígenas del norte -como en Bagua- y los del sur -donde el labora-, los problemas de marginación estructural, los hechos detonantes y el movimiento de reivindicación son los mismos.
Expresó su preocupación por que el Instituto de Desarrollo de los Pueblos Amazónicos, Andinos y Afroperuano (INDEPA) tenga un depósito de un millón ochocientos mil dólares "que ahora ha aumentado casi el doble" que pertenece a los nahua, kogapakori y nanti pero que ellos no pueden utilizar por figurar entre los aislados.
Los indígenas no pueden hacer uso de ese dinero a pesar que tienen necesidades de educación y salud porque "son aislados" y "supuestamente no tienen capacidad para adinistrar ese dinero" expresó. "Los misioneros trabajamos por que esto se cambie y buscamos los medios para que se de a cada cual lo que es suyo".
El padre finaliza su comentario indicando que "estas causas son las que queremos combatir y anular, a lo que algunos se oponen". Agrega que lamenta "que vivamos entre personas e instituciones que marginan y esclavizan a los indígenas y que no se les pueda tocar" aunque no precisó a qué instituciones se refería.
El padre Ricardo Álvarez Lobo es antropólogo, miembro del Centro de Estudios Sociales Sepahua (CESS) y autor de numerosas publicaciones sobre los pueblos indígenas.
---
Comentario del Padre Ricardo Alvarez Lobo
Señores dialogantes:
Deseo decirles qué es lo que me movió a aceptar integrar la comisión de Bagua: Simplemente aprovechar la oportunidad de liberar a los indígenas del Urubamba y Alto Ucayali de la exclusión y marginación a que estaban sometidos desde hacía siglos. Me pareció que ésta era la oportunidad para decir algo de lo que estaba pasando en esta zona de la Amazonía.
Creo que Bagua es el símbolo de lo que estaba pasando en la selva con los indígenas, pues lo mismo pudo haber pasado en otros lugares. De hecho el año anterior el problema reventó en el Madre de Dios y yo mismo había anunciado que algo tenía que pasar más grave, pues los indígenas habían llegado al límite de aguante. Bagua a mí no me sorprendió. El movimiento de reivindicación era el mismo en toda la selva, a mi parecer, pero yo atribuyo el problema a la marginación y exclusión, aunque el detonante fue otro, los decretos, la venta de tierras, etc.
Mi lugar de trabajo es el Urubamba y Alto Ucayali, al Sur, en los departamentos de Cuzco y Ucayali; no en el Norte en donde está Bagua. La problemática del Sur es diferente de la del Norte, pero es problema también. En el Sur habitan los ashaningas, matsiguengas, piro-yine, amahuaca, yaminagua, nahua, kogapakori, nanti, kakinti y otros. En el Norte habitan los agauruna, huambisa y otros. La situación de una zona y otra coincide en que en ambas los indígenas son marginados y excluidos y el detonante también es el mismo; pero la historia y etnografía es diferente.
Ahora bien, lo voy a poner dos ejemplos de lo que pasa en la zona Sur.
1.Un joven kakinti que estudió secundaria en Kirigueti, al entrar en la universidad me dijo: Cuando termine mis estudios voy a matar a todos los que llaman a mi grupo aislado. ¿Por qué lo decía? Porque él pertenece al grupo étnico kakinti que figura entre los aislados, por lo que no puede recibir ningún apoyo del Estado ni del municipio. Su comunidad está en el distrito de Echarate (Cuzco), que es el distrito más rico del Perú, pues entre el canon petrolero y otros ingresos no sabe qué hacer con el dinero. Pero a este estudiante matsiguenga no le paga la beca de estudio, ni la alimentación, porque es aislado. Nosotros trabajamos lo indecible por cambiar esta mentalidad, pero hasta ahora no se ha podido. Buscamos las oportunidades para que esto cambie.
2.Los nahua, kogapakori y nanti, que figuran entre los aislados, tienen un depósito de las compañías petroleras de un millón ochocientos mil dólares, que ahora ha aumentado casi el doble, pero no pueden darles nada, ni para educación y salud, porque son aislados. Los nahua tienen escuela, aeropuerto, estudian secundaria, pero no pueden utilizar ese dinero porque son aislados y, supuestamente, no tienen capacidad para administrar ese dinero. El depósito lo tiene INDEPA (Instituto de Desarrollo de los Pueblos Amazónicos, Andinos y Afroperuano). Los misioneros trabajamos por que esto se cambie y buscamos los medios para que se de a cada cual lo que es suyo.
Ante esta situación, lógicamente debemos preguntarnos ¿Quién es el que determina esto? ¿Quiénes son lo que interrumpen que se administre la justicia? ¿Qué intereses hay en todo esto? Sin duda que, viviendo día y noche, un año y otro año, viendo estas injusticias, podemos hallar algunas causas que avalan la marginación y la exclusión de los indígenas. Estas causas son las que queremos combatir y anular, a lo que algunos se oponen. Es de lamentar que vivamos entre personas e instituciones que marginan y esclavizan a los indígenas y que no se les pueda tocar.
Esta es la razón para que yo haya aceptado integrar la comisión de Bagua, pues pienso que en una oportunidad para que se produzca un cambio en el Urubamba y Alto Ucayali. Cumplo con el mandato de la comisión, que es hallar las causas responsables de la situación indígena, como es la exclusión y la marginación, para combatirlas con el fin de que esto no suceda más.
Atentamente
Ricardo Alvarez