Por Cristina Sánchez
Servindi, 30 de julio, 2016.- La asociación Derecho, Ambiente y Recursos Naturales (DAR) ha puesto a disposición del público el libro “¿Un bosque de dinero?. Financiamiento para bosques y cambio climático en el Perú” con el objetivo de comprender cómo funcionan los mecanismos de financiamiento provenientes de entidades internacionales y el financiamiento público nacional.
Y es que frente al grave problema de la deforestación y el cambio climático el gobierno peruano ha empezado a adaptar sus marcos institucionales y aumentar el financiamiento destinado a cuidar los bosques.
La importancia del tema es crucial en el Perú, país que cuenta con 69 millones de hectáreas de bosques húmedos amazónicos, los cuales representan el 54 por ciento del territorio nacional. Lamentablemente, esta superficie disminuye año tras año debido a la deforestación.
La publicación ha sido elaborada por un equipo integrado por Hugo Che Piu, Suyana Huamaní, Esteban Valle Riestra y Gabriela Koc.
Financiamiento
En lo que respecta al financiamiento público se han identificado que existen cuatro programas que contribuyen directamente con la protección del medio ambiente, la conservación de la naturaleza y la gestión de los bosques.
Asimismo, se ha visto un incremento de la financiación entre el 2012 (40 millones de dólares) y el 2015 (143 millones de dólares). A pesar de esto, el presente año, el 2016, ha presentado una leve reducción.
Por otro lado, el financiamiento internacional asciende a un monto mucho mayor, de 613 millones de dólares. De este monto se tiene previsto que el 72 por ciento se refieren a donaciones, siendo la más significativa la de Noruega (300 millones de dólares). Después, se encontraría los aportes de los Gobiernos de Estados Unidos y de Alemania.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) son las entidades que reciben este financiamiento y lo redistribuyen a las entidades administradoras y ejecutoras.
La financiación internacional está dirigida al fortalecimiento de capacidades para la gestión de los bosques y otras actividades conexas.
Entidades administradoras y ejecutoras
La gestión forestal en el Perú se encuentra fragmentada en dos instituciones. La primera, el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), organismo técnico especializado del Ministerio de Agricultura (Minagri).
La segunda, es el Programa Nacional de Conservación de Bosques (PNCB), entidad pública del Ministerio del Ambiente (Minam), específicamente encargada de la mitigación del cambio climático a través de la conservación de los bosques.
En lo que respecta a instituciones encargada de gestionar los bosques, el Minam está a la cabeza, y quien poco a poco se le ha ido sumando es el Minagri y el MEF.
Existen una serie de arreglos institucionales que aún no se han definido, pero que son relevantes para la implementación de los financiamientos de los bosques y cambio climático: gestión de los fondos, aspectos técnicos y gobernanza.
Pueblos indígenas
El libro también analiza los principales avances y desafíos respecto a los pueblos indígenas. Esto debido a que las tierras de los pueblos indígenas ocupan 16 millones de hectáreas, aunque se existe la demanda indígena por 20 millones de hectáreas que aún no han sido reconocidas y tituladas.
El Programa Nacional de Conservación y Bosques (PNCB) ha determinado que el 16 por ciento de las tierras deforestadas se ha dado en territorio de comunidades nativas, evidenciando así la importancia que tiene su participación.
Si bien no existe claridad respecto al financiamiento público dirigido a la gestión forestal de los pueblos indígenas, si se tiene registro de que a partir del 2013 casi todos los fondos de financiamiento internacionales incluyen REDD+; programa que contempla apoyar a los pueblos indígenas.
Retos y recomendaciones
Es clave entender que se ha visto un evidente avance en lo que respecta al financiamiento destinado a los bosques. Esto se ve en el aumento de financiamiento y debe hacerse un especial reconocimiento al apoyo brindado por el Gobierno de Noruega.
El reto que este avance ahora enfrenta, es mejorar la coordinación entre las distintas instituciones que tienen incidencia en la gestión del financiamiento para los bosques y medio ambiente.
DAR finalmente recomienda mejorar dicha coordinación, destinar más dinero al fortalecimiento de capacidades de las instituciones públicas y expandir y perfeccionar la participación de los pueblos indígenas experimentando el cambio del rol de destinatario a ejecutor.
Acceda a la publicación con un clic en el siguiente enlace:
- “¿Un bosque de dinero?. Financiamiento para bosques y cambio climático en el Perú” (español. PDF, 118 páginas).
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