Servindi, 23 de agosto, 2011.- Los indígenas son la raíz más honda de nuestro ser y forman parte de nuestra civilización histórica, a pesar de que no todos lo reconocen, señaló el historiador y antropólogo Miguel León-Portilla.
Ello ocurrió durante la presentación del libro Los indígenas en la independencia y la revolución mexicana, en el que varios autores reflexionan sobre los beneficios obtenidos por los indígenas por su participación en estos dos movimientos.
El estudioso de la literatura náhuatl reconoció que hasta hoy los indígenas viven “marginados y en condiciones terribles”, y que incluso “dos siglos después de realizado el movimiento independentista, la población indígena sigue clamando justicia”.
Para León-Portilla el inicio del zapatismo moderno “no fue sino el aldabonazo en la conciencia de México donde se decía: entérese que hay indios y somos parte del país”.
El libro ofrece diferentes perspectivas sobre un tema importante, que es olvidado por los mexicanos: cuál es la civilización histórica y cuál el presente de los indígenas.
“Todos somos un poco indígenas desde el momento en que tenemos un gusto por el lenguaje y la comida mexicana, las plantas, los paisajes, las zonas arqueológicas, los museos y toda la cultura que de una u otra forma está relacionada directamente con lo indígena”, enfatizó León-Portilla.
El libro del estudioso intenta resolver tres interrogantes: ¿participaron los indígenas en la Independencia y en la Revolución Mexicana?, ¿por qué lo hicieron? y ¿qué obtuvieron?
El volumen, editado por el Instituto de Investigaciones Históricas (IIH) de la UNAM, “es una obra pionera, con 27 ensayos de diferentes autores, que son enriquecedores y ofrecen distintos enfoques, revisados desde las distintas perspectivas”, mencionó.
Para el estudioso, los indígenas no obtuvieron nada de los dos movimientos. “Es cierto que los indios, durante la época colonial, vivían condiciones terribles, con las encomiendas, la privación de tierras y la asistencia a las minas, ser despreciados”, sin embargo, hasta 1821 recién tuvieron reconocimiento jurídico.
“Hoy tendríamos que ir a la mixteca, a Chiapas o la sierra tarahumara, donde los indígenas viven aún en severas condiciones de marginación. Esto implica que a dos siglos de iniciado el movimiento independentista, la población indígena sigue clamando justicia”, puntualizó.
Además exigió al Gobierno Federal el respeto de los pueblos indígenas. “Entérense de que hay indios, y somos parte de México y México no podrá desarrollarse sin nosotros… Todavía estamos muy tiernos en democracias y en medidas avanzadas, cada sexenio es como una nueva edad cósmica, ahora sí”.
Por su parte, Alicia Mayer, historiadora y directora del IIH de la UNAM, refirió que no es posible hablar de la construcción de un estado democrático sin la participación de los indígenas.
“El indígena tiene que estar inserto en un proyecto de Estado. El panorama de la situación de los indígenas es optimista a futuro, partiendo de que los pueblos indígenas realmente pueden ser integrados al mismo nivel de las (otras) capas sociales de nuestro país”, dijo.
“Ya es hora que los indígenas se hagan notar en la agenda nacional, así que con este volumen nosotros hacemos que a través de la UNAM las voces de los indígenas sean escuchadas, para que su historia sea conocida y que sus problemas actuales sean resueltos”, concluyó.
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