16 octubre, 2007.- Una grave amenaza se cierne sobre la diversidad biológica y los cultivos orgánicos en el Perú. Se trata del brazo de la empresa transnacional Monsanto que estaría haciendo lobby para que se apruebe la Ley de Promoción de la Biotecnología Moderna luego de reunirse el jueves 11 de octubre con el Presidente Alan García Pérez.
El objetivo es promover el desarrollo de los Organismos Genéticamente Modificados (OGM) o transgénicos en el Perú, lo cual perjudicaría la agricultura orgánica y ecológica como estrategia de desarrollo de la zona andina en base al aprovechamiento de la agrobiodiversidad, advierte la Red de Acción en Agricultura Alternativa (RAAA).
RAAA expresó su preocupación por que ya se habrían realizado ensayos de viabilidad de semillas transgénicas en valles interandinos en el norte del país, sin que exista un marco legal para este tipo de actividad.
"Desconocemos las consideraciones que viene tomando la empresa respecto a la bioseguridad en estos casos ni las implicancias que esto puede tener para la agrobiodiversidad de las zonas de ensayo" dijo RAAA.
Monsanto es líder mundial en la producción de cultivos transgénicos de maíz, trigo y algodón, productos que han generado un intenso debate sobre sus probables efectos en la salud y la economía mundial. La empresa estadounidense desarrolla tres líneas de producción: la venta de herbicidas, la producción de semillas y la biotecnología.
Los representantes de Monsanto se reunieron con Alan García "para informarle sobre los planes de la compañía y ampliar su planta de producción de hortalizas en Ica incursionando ahora en el negocio de producción de semillas".
Rafael Aramendi, gerente de asuntos gubernamentales de Monsanto expresó en conferencia de prensa que han efectuado estudios en los valles interandinos y del norte del país para determinar la viabilidad de las tierras agrícolas.
"Hemos iniciado las conversaciones con el gobierno peruano y la respuesta que hemos tenido del presidente de la República, Alan García, fue de mucho interés en el tema porque creo que está convencido de que hay que invertir en el agro", dijo luego de reunirse con el jefe del Estado en Palacio de Gobierno.
"Conversamos con el presidente sobre la variedad de climas y geografías que tiene el Perú y que permiten que haya condiciones especiales para invertir en la producción de semillas de maíz y algodón", comentó.
Explicó que la producción de semillas puede servir para abastecer a Estados Unidos y los países de Europa durante los períodos que tengan una menor producción de semillas.
Indicó que el agro es uno de los elementos a fortalecer más en el Perú ahora que está próximo a poner en vigencia el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos.
"Pero también hay posibilidades de trabajar en proyectos como Sierra Exportadora, estamos justamente mirando eso", dijo Aramendi.
Manifestó que Agrícola Monsanto está dispuesta a apoyar a Sierra Exportadora básicamente en los proyectos de cultivos no tradicionales como páprika, alcachofa y canola.
"Ahí pudiese haber una oportunidad importante para invertir y a eso se suma la posibilidad de invertir en la producción de semillas en el Perú, aunque recién hemos tenido una primera cita con el gobierno central y estamos en un proceso de evaluación de la inversión", acotó.
También señaló que algunos estudios iniciales que tiene la empresa muestran que los valles interandinos poseen muy buen potencial para la producción de semillas, aunque se requieren hacer otros estudios climatológicos, hidrológicos y de condiciones ambientales.
"Pero los primeros indicios que tenemos nos indican que el Perú sería un país que tendría toda la potencialidad para hacer ese crecimiento en la producción de semillas", concluyó.
Pese a la resistencia de algunos países a los alimentos genéticamente modificados, Monsanto quiere pasar de cultivar 38 millones de hectáreas (las que maneja actualmente) a 70 millones de hectáreas con semillas transgénicas, en todo el mundo, informó El Comercio.
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