
Por Lourdes García U.
Servindi, 28 de setiembre, 2018.- El martes 25 de setiembre se presentó el resultado de la I Encuesta Nacional de Percepciones sobre Diversidad Cultural y Discriminación Étnico-racial en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).
El estudio de carácter cuantitativo sobre diversidad cultural y discriminación, se llevó a cabo bajo la coordinación del Ministerio de Cultura con apoyo de la Dirección Académica de Responsabilidad Social (DARS-PUCP) e Ipsos Public Affairs.
Estas organizaciones estuvieron a cargo del recojo de información, la sistematización y la elaboración de mapas de discriminación.
Dentro de los ítems especificados para la encuesta se contempló preguntas sobre conceptos de diversidad cultural y expresiones, autoidentificación étnica, lengua, costumbres, gestión intercultural, percepción y experiencias sobre el racismo y la discriminación étnico-racial.
El objetivo de dar a conocer los resultados es incentivar y proponer espacios de discusión que evidencien temas socialmente relevantes como la ciudadanía intercultural y la lucha contra la discriminación étnico-racial en nuestro país.
El estudio
En el caso de las preguntas relacionadas a la lengua materna se observó una pérdida sostenida en la costumbre de utilizarla, hecho que es alarmante considerando que es un elemento constitutivo de identidad cultural.
De la muestra total, 82% declararon hablar castellano, 15% quechua, 3% aymara y 1% alguna lengua amazónica.
A pesar de que hay 48 lenguas indígenas reconocidas a nivel nacional, un peruano promedio cree que solo existen 8 lenguas. Además, se identificó que las lenguas indígenas son la costumbre que más se pierde.
Éstas, se encuentran fuertemente vinculadas con la discriminación y el racismo, pues se percibe que una persona que habla su lengua materna es más vulnerable a sufrir violencia por uno de estos factores.
Por esta razón, en varias regiones los padres estuvieron en contra de la implementación del enfoque de Educación Intercultural Bilingüe (EIB).
En las respuestas sobre diversidad cultural, según el estudio, el 30% de los encuestados afirmó no conocer su significado o no entender el concepto. Los encuestados relacionan la diversidad a costumbres o tradiciones, etnias o razas, cultura, arte, historia, medio ambiente, entre otros.
De igual modo, se suele enlazar este término con expresiones, como las danzas típicas, fiestas, cocina típica, lenguas indígenas, vestimentas, artesanías, medicina tradicional o ancestral o técnicas de cultivo ancestral. Salvo las danzas, el resto de costumbres se pierden a través de las generaciones.
Finalmente, en las respuestas relacionadas a la discriminación, los resultados dieron a conocer que las poblaciones que se perciben como más discriminadas son la quechua y la aymara; el 59% de cada muestra afirmó este hecho.
Entonces, podemos inferir que, mientras más costumbres tradicionales mantenga una persona, mayor es la posibilidad de que sean discriminadas.
A raíz de esto, IPSOS elaboró mapas de racisimo, lo que permitió ver dónde hay mayor incidencia de esta situación. Por ejemplo, Tacna es la región con mayor porcentaje de discriminación étnico racial en el último año.
Los lugares en los que se percibió mayores actitudes de discriminación o racismo son (en orden de frecuencia): hospitales o postas, comisaría, municipalidades, centros laborales, colegios públicos, transporte público, discotecas, colegios privados, clínicas privadas, supermercados, restaurantes, RENIEC, bancos, playas y parques.
Las causas principales de esta situación son por los ingresos económicos de las personas, su forma de hablar y/o su vestimenta.
A manera general, se puede decir que las principales causas de discriminación son a causa de factores étnico-raciales, ya sea de manera directa o indirecta.
La mirada de los especialistas
El panel donde se expusieron los resultados contó con la participación de Rocío Muñoz, periodista, investigadora social enfocada en temas de la mujer y género, feminista y activista de derechos humanos.
Muñoz, aclaró que la agenda sobre racismo y discriminación era impulsada principalmente por las Organizaciones Indígenas, quienes habían desarrollado estudios sobre el tema.
Además, puso en tela de juicio que solo el 9% de la población total sea afroperuana, pero afirmó que el reconocimiento de que esta población sea la segunda más numerosa configura un nuevo panorama para el Estado.
Sin embargo, resaltó que según el Estudio Especializado de Población Afroperuana (EEPA), elaborado por GRADE y Ministerio de Cultura, 14,4% de los hogares de familias afroperuanas tienen alguna necesidad básica o material.
Indicó también que hay brechas para implementar la Educación Intercultural Bilingüe (EIB), pues aún no se define cómo se va a aplicar para cada tipo de población.
Con respecto al tema sobre estructuras de poder, la periodista señaló que una persona con piel más oscura tiende a experimentar situaciones más violentas y graves de discriminación y racismo
Sobre esto, expresó la urgencia de que se promulgue la Ley contra la discriminación racial y etnoracismo. Aunque reconoció también, que el enfoque intercultural sigue siendo un ámbito de tensión para el país, pues se trata de garantizar derechos para una población históricamente relegada.
“Hay que saber estudiar y analizar las diferencias en las experiencias de racismo y discriminación”, puntualizó.
Hay que saber estudiar y analizar las diferencias en las experiencias de racismo y discriminación
La congresista Tania Pariona también acudió al evento para hablar sobre la reivindicación de la lucha del movimiento indígena y afroperuana contra la violencia y transgresión de derechos que implica el racismo y la discriminación.
Agregó que el racismo “no se da de manera aislada, sino mediante estructuras de poder”.
Pariona manifestó que se ha 'folklorizado' la identidad y cultura, por lo que entendía que las personas vincularan la diversidad cultural con danzas, fiestas y vestimentas.
Pese a esto, dijo que debemos reconocer que en los trajes típicos hay significados que van más allá de los colores, diseños y elementos acompañantes, solo que pasan a un segundo plano.
De igual manera, los conocimientos ancestrales no son valorizados y son hasta discriminados en ámbitos académicos.
Refirió que los espacios en los que se puede observar mayores abusos por discriminación y racismo son aquellos relacionados al acceso de justicia.
E incistió en la necesidad de que haya un nuevo contrato social entre el Estado y los Pueblos Indígenas, para lo cual debe haber un enfoque de interculturalidad no solo a nivel simbólico, sino transformativo.
“No es necesario desarrollar herramientas para implementar la interculturalidad, basta con reconocer las diferencias en identidad, costumbres, lenguas maternas”, señaló.
“La interseccionalidad de este proceso implica la capacidad de poder vivir bien con las diferencias, y no enfrentarse a ellas pretendiendo homogeneizarlas”, concluyó la congresista.
No es necesario desarrollar herramientas para implementar la interculturalidad, basta con reconocer las diferencias en identidad, costumbres, lenguas maternas
Los hallazgos más reveladores
La muestra estuvo compuesta por peruanos y peruanas entre los 18 y 70 años, de todas las regiones del país, con residencia en zona urbana o rural. En total, se registró las respuestas de 3,681 personas, que fueron analizadas según el tipo de población.
De manera adicional, se diseñó una muestra poblacional basada en la autoidentificación y/o lengua utilizada. En esta se incluyó a personas afroperuanas, quechuas, aymaras y nativas o indígenas de la Amazonía. Para cada grupo se consideraron 150 casos.
Cabe destacar que el estudio se ha traducido a tres lenguas indígenas andinas: aymara, quechua chanka y quechua cusco; con el fin de poder difundirlo en toda la población y que no haya problemas en su interpretación.
Puedes acceder a los resultados haciendo click aquí
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