Por Gil Inoach Shawit*
Los indígenas hemos observado que el gobierno ha creado Una Mesa de Diálogo deforme en todas sus formas, lamentablemente predestinada a morir por inanición.
Es obvio que la supuesta mesa está apuntando al blanco de la resistencia indígena. El ejecutivo cree que a los indígenas se les podrá minar su fuerza dividiéndolos con carnadas de enganche para pasearlos hasta que se olviden de sus principales reclamos.
El territorio indígena es una agenda impostergable. Mientras este régimen no derogue los Decretos Legislativos 1064, 994, 1020, 1080, 1081, 1089, 1090, 1083, 1060 y 995, no habrá ninguna mesa de diálogo que funcione.
Quizás habrá manifestaciones marketeras usando portátiles que carecen de representación legítima, pero jamás contará con el pueblo que una vez más acaba de experimentar una desesperada medida gubernamental para intentar acallar sus protestas.
Esta mesa no está creada para tocar los problemas de fondo. Si se le plantea al ejecutivo que los decretos legislativos considerados lesivos sean derogados, la respuesta que dará es que estos decretos ya no los puede derogar el Ejecutivo por que el plazo de facultades que le otorgó el Congreso de la República ya venció a mediados del año 2008.
Si se le insiste, los funcionarios a cargo de la Mesa de Diálogo se limitarán a decir que el caso le corresponde tratarlo al Congreso de la República.
Otro dato que hay que saber es que en el Congreso existe una Mesa Multipartidaria creada a raíz de la movilización amazónica, sin embargo, pese a que esta comisión dictaminó que los decretos legislativos cuestionados deben ser derogados por ser anticonstitucionales, el pleno del Congreso no lo ha puesto a debate. Las razones son obvias. Es que existe una consigna del oficialismo de no tratar el tema.
El propósito del Decreto Supremo Nº 002-2009-MIMDES es muy claro cuando proclama: "promover el derecho de estos pueblos a gozar de las mismas oportunidades que la legislación otorga a los demás miembros de la sociedad nacional".
Lo que en otras palabras quieren decir es confirmar el discurso oficial de someter a los indígenas a las reglas del mercado de tierras a ver si de esta manera se podría sacarle la vuelta el compromiso internacional que tiene el Estado peruano de proteger los derechos colectivos de los pueblos indígenas ratificados a través del Convenio 169 de la OIT.
El Presidente García pretende sacarse el clavo que le causó tanto dolor cuando vio que los amazónicos lograron que el Congreso de la República derogara los Decretos Legislativos 1015 y 1073.
No es el Presidente Alan García el que llevará a las comunidades amazónicas por el camino del desarrollo. Estos pueblos saben perfectamente que su desarrollo pasa por asegurar su territorio.
Con todo el respeto que se merecen los hermanos indígenas que creen que la Mesa de Diálogo es una oportunidad para sentarse con el gobierno para plantearle nuestros problemas, opino que efectivamente, ésto es lo que nos quiere hacer creer el gobierno, porque precisamente es ahí donde supuestamente nos van a adoctrinar para que no sigamos mas protestando por nuestros territorios.
No se olviden que el mismo Simón Yehude dijo en una oportunidad ante el Congreso de la República que los indígenas no se hubieran levantado si el gobierno les explicaba con metodología sobre los beneficios que ofrecían los Decretos Legislativos 1015 y 1073.
Es decir, tenemos autoridades como Alan García, Simón Yehude, etc. que aún piensan que la movilización iniciada el 09 de agosto de 2008 fue producto de la mala información en la que estábamos los indígenas. Para estos funcionarios, no sabemos leer, ni escribir, tampoco funcionan nuestros cerebros como para distinguir lo negativo y lo positivo de una ley.
Y ahora, convencidos de que ya llegó el momento de educarnos crean esta mesa para decirnos una vez más que estamos equivocados si seguimos protestando contra los decretos Legislativos citados.
Si la Mesa de Dialogo se hubiera creado en un proceso normal de políticas públicas de inclusión, la cosa sería distinta. Todos apostaríamos por que la mesa nos ofrezca una inmejorable oportunidad para insertar nuestras demandas de salud, educación, etc.
Pero particularmente, en esta oportunidad se nos ha presentado una ilusión óptica para distraernos como objetos manipulables. ¡No dejemos que sigan subestimando nuestra inteligencia, hermanos! ¡Que deroguen primero los decretos legislativos inconstitucionales y anti indígenas... luego nos sentaremos a dialogar!
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*Gil Inoach Shawit, es indígena del pueblo Awajun y se desempeñó como Presidente de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP) durante dos periodos, de 1996 al 2002.
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