Por Alfredo Alberdi Vallejo
La palabra castellana expatriar se refiere a una persona quien abandonó su patria, en este caso, por índole político-social. En las principales ciudades europeas existen miles de peruanos que salieron al exterior a consecuencia de la subversión durante los diferentes gobiernos pero, principalmente, en la época del fujimorato; este periodo fue una dictadura militar bajo la máscara civil donde representó el papel de fantoche un ciudadano japonés, reo contumaz, hoy procesado por la justicia peruana.
La ilegalidad de asumir la presidencia una persona no peruana ha burlado la ley constitucional de ese país. Aparte de esto el nipón constituyó un gobierno de facto militar golpista contra el poder del Estado constitucional, gobernó el país mediante decretos leyes, sustituyó el legislativo por el ejecutivo, usurpó el poder judicial, creó grupos criminales compuesto por militares, avaló y alentó el narcotráfico mediante la creación de entidades transnacionales y persiguió a miles de peruanos críticos al régimen o a los familiares de la víctimas desaparecidas por las bandas como el grupo Colina en diferentes puntos del Perú.
Muchos peruanos residentes en el exterior, víctimas de la persecución de la dictadura militarista fujimontesinista, han denunciado que fueron sometidos a los fichaje político policiales ilegales llevados a cabo por embajadores y cónsules de su país. Esas autoridades abusivamente se han inmiscuido en averiguar la vida privada de muchos peruanos residentes en el extranjero violando la intimidad personal que ampara el Código Penal peruano.
Además, esas autoridades han esparcido entre los partidos políticos, organizaciones culturales y demás instituciones legales en todos los países europeos un listado de nombres de ciudadanos peruanos que fueron incriminados como terroristas, supuestamente calificado con ese adjetivo en su D.L. 25880 tipificado como inconstitucional por violentar los convenios internacionales suscritos por el Perú y por la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
La modalidad persecutoria por los representantes diplomáticos peruanos fue mediante una serie de sujetos manipulables e infiltrados entre profesores universitarios, estudiantes, migrantes económicos y una serie de personajes oscuros quienes se pusieron a disposición de la dictadura narcomilitar para hacer de sabuesos rentados o gratuitos.
Esas personalidades de amplio prontuario delictivo fueron posteriormente agrupados en organizaciones legales cuyos asociados incluso son narcotraficantes confesos y encarcelados en algunas ciudades europeas y peruanas, clanes de los congresistas sobornados por Montesinos y de los militares del grupo criminal Colina; con esta base social alentaron el gamberrismo y la delación entre compatriotas.
Viene al caso mencionar la existencia de una Sociedad Germano-Peruana engendrado por el fujimorato que hasta ahora tiene prendido sus tentáculos en varios consulados, partidos y gremios europeos haciendo, desde esos sitios indicados, un sistemático hostigamiento a los expatriados que no se someten a sus designios siniestros de la pasada dictadura mafiosa fujimontesinista.
Varios peruanos han manifestado que por causa de esta delación político policial no se les ha permitido trabajar en las entidades públicas estatales; relata una ciudadana peruana expatriada que, en cierta ocasión, obtuvo una aprobación de trabajo pero no se le otorgó esa plaza laboral aduciendo: que el puesto no era para una dama sino para un hombre pese a que en la convocatoria no especificaba aquel detalle, ella supone que esta marginación es debido a su fichaje político.
Otro peruano expatriado con fichaje político por ser pariente de un prisionero supuestamente senderista, muerto en Lurigancho, manifestó que no pudo conseguir trabajo en una entidad educativa cuyo director viendo su aptitud, estudios y méritos le manifestó: que estas puertas están cerradas para Ud. y tal vez puedan reabrirse con el cambio de otro gobierno. A los casos descritos se unieron problemas de la documentación de residencia para algunos presuntos fichados políticos.
Estos ciudadanos peruanos expresan los agravios propinado por un gobierno ilegal, corrupto, narcotraficante, criminal y disociador tanto nacional e internacionalmente que mostró al mundo su estilo abusivo y absurdo del poder usurpado. Piden, los residentes peruanos en el exterior, se levanten e invaliden esos fichajes político policiales a través de los respectivos consulados para cesar esa persecución, reparen y amparen sus derechos de personalidad jurídica o de nacionalidad, en aras de una reincorporación a la vida social normal, poniendo fin a esas consecuencias funestas de la guerra interna pasada y la genuflexión a la dictadura narcotraficante militarista.
Fuente: Prensa de Migralatino, Alemania
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