Por Marcos Matías Alonso*
En sus recorridos por el país, Beatriz Paredes no se cansa de presumir que el PRI regresa a la Presidencia en el 2012. Según ella, los mexicanos extrañan la presencia de su partido en Los Pinos. La tendencia preliminar de las encuestas electorales los llena de júbilo.
En el mismo coro del PRI nacional, los priístas de Guerrero no se cansan de repetir que ya tienen el cuerpo entero en Casa Guerrero. En un intento para deslindarse del pasado de su partido, precisan que están en la construcción del nuevo rostro del PRI del siglo XXI. Raúl González Villalba afirma: Ya no es el mismo PRI el que nos encontramos ahora, obviamente estamos cambiando con la renovación del PRI del siglo 21, ya aprendimos, ya reconocimos, ya recapacitamos, ya reflexionamos (Sur 13/I/10).
¿Alguien puede creer que hay un nuevo PRI en México? Mi respuesta es negativa. El priísmo del siglo XX es el mismo del siglo XXI. Son los mismos caciques políticos que rigen el destino de su partido, su discurso ideológico sigue intacto y sus prácticas clientelares los han perfeccionado. El PRI es una maquinaria diseñada para la dominación política a través de la manipulación de los grupos populares.
A Luis Donaldo Colosio le costó la vida su aspiración de gestar un nuevo PRI. Él criticó la práctica autoritaria de su partido, habló de un México agraviado, con agudas diferencias sociales y la urgencia de reformar el poder político. Su asesinato dejó una mancha imborrable en el PRI, porque fue un acontecimiento que se pudrió en la olla priísta (R. Bartra).
¿Alguien puede creer en el nuevo rostro del PRI del siglo XXI? Mi respuesta es negativa. Ciertamente, muchos prinosaurios se han ido para siempre del escenario nacional. Pero la herencia desastrosa de su legado sigue siendo destructiva.
¿Alguien puede sentir orgullo nacional por Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría, José López Portillo, Carlos Salinas de Gortari, Carlos Hank González, Mario Marín, Arturo Montiel, Mario Villanueva, Roberto Madrazo, José Murat, Ulises Ruíz? ¿Alguien puede olvidar la matanza del 2 de octubre? ¿Alguien ha olvidado las cuentas multimillonarias de Carlos y Raúl Salinas de Gortari depositadas en Suiza? ¿Alguien ha olvidado la matanza de Acteal? ¿Alguien puede olvidar quién facilitó el enriquecimiento de Carlos Slim? ¿Podemos olvidar quiénes se beneficiaron del rescate bancario del FOBAPROA? ¿Podemos olvidar quienes engendraron la crisis y la desigualdad económica? ¿Alguien puede olvidar el enriquecimiento excesivo de Esther Gordillo? ¿Alguien ha olvidado de dónde sacó el dinero José López Portillo para la construcción de la Colina del Perro? ¿Alguien ha olvidado el vandalismo de Arturo Durazo Moreno y la construcción de su famoso Partenón de Zihuatanejo? ¿Alguien ha olvidado a los desaparecidos políticos? Con las interrogantes anteriores sólo ilustro una pequeña lista de agravios al pueblo de México.
¿Alguien puede creer que hay un nuevo PRI en Guerrero? Mi respuesta es negativa. Rubén Figueroa Alcocer, René Juárez Cisneros y Ángel Aguirre Rivero, siguen siendo los grandes caciques que se reparten el poder del PRI. Sin embargo, R. González Villalba dice que hay un nuevo PRI que ha aprendido de sus errores. Héctor Astudillo, Manuel Añorve, Héctor Vicario, Aceadeth Rocha, Guadalupe Gómez Maganda, Verónica Muñoz Parra y Raúl González encarnan el viejo priísmo que provocó tanto repudio y censura del pueblo de Guerrero.
Tan sólo por mencionar dos casos emblemáticos, pregunto al pueblo de Guerrero ¿Alguien ha olvidado las masacres de Aguas Blancas y del Charco? ¿Alguien puede sentir orgullo del sistema de gobierno que impulsó Rubén Figueroa Alcocer? ¿Será verdad que el pueblo añora el retorno del PRI a Casa Guerrero?
El peligro del retorno del PRI a la Presidencia de la República y a Casa Guerrero, no es porque el pueblo añore al tricolor. El PRI no regresa al escenario nacional, el PRI nunca se fue de Los Pinos ni de Casa Guerrero. El error de Vicente Fox, Felipe Calderón y Zeferino Torreblanca, ha sido operar políticamente con la misma estructura que el PRI creó, en vez de destruirla y/o modificarla. El PRI resultó ser el principal beneficiario de un PRD que se devora a sí mismo y de un PAN que traiciona sus principios. El PRI se favoreció del voto ciudadano, no porque se haya democratizado, sino porque ni el PAN ni el PRD le ofrecieron alternativas de solución ante los problemas emergentes de la nación.
El priísta que llevan escondido en sus entrañas, tanto el dirigente panista como el líder perredista, hizo que aprendieran rápido las peores mañas del PRI. Sólo con la democracia conyugal o la transferencia del poder político por vía de la parentela puede hacerse una lista extensa del monopolio del poder para esposas, amantes, hijos, hermanos y diversos parientes que atraparon puestos para vivir holgadamente de la política. En el PRI y en el PRD pueden identificarse múltiples ejemplos de democracia conyugal y la transmisión del poder basado en el nepotismo.
Lo anterior -entre otros factores como la impunidad, la corrupción la pobreza creciente, la inseguridad, la violencia- ha provocado desencanto y antipatía electoral creciente, llevando parte de la ciudadanía a una peligrosa regresión política hacia el viejo sistema autoritario del PRI. La amenaza ha sido alertada por Manuel Espino, quien reconoció que esta regresión se encuentra en marcha y, lo más lamentable, no fue provocado por el PRI, sino por los errores políticos del PAN. La regresión política del PRI en Guerrero tampoco es obra de ese partido, sino por la guerra fratricida del PRD y la generosidad del gobernador hacia el tricolor.
Las críticas implacables del PRI no han sido realizadas sólo por los politólogos mexicanos. En junio de 1990, en uno de sus viajes al país, Mario Vargas Llosa levantó polémica al declarar: "La dictadura perfecta no es el comunismo. No es la URSS. No es Fidel Castro. La dictadura perfecta es el PRI de México".
Veinte años después, Vargas Llosa vuelve a ser fulminante sobre la amenaza del retorno del PRI a la Presidencia de la República. En los primeros días de diciembre del año pasado, declaró: Sería una pena que México retornara a ser el monopolio de un partido tan absolutamente corrupto como el PRILlamaría a eso masoquismo colectivo. El retorno del PRI no sólo sería una regresión política, sino significaría un masoquismo colectivo del pueblo de México.
México se encuentra en una coyuntura delicada. Nuestro estado se encuentra en la antesala de una batalla sin cuartel y ganará el partido que tenga estrategia política para vencer a sus contrincantes. La moneda está en el aire y no hay que olvidar que la verdadera encuesta, y la que cuenta, es la que se depositará en las urnas el próximo 30 de enero del 2011.
En Guerrero estamos a tiempo de impedir la regresión política del PRI. Se requieren esfuerzos extraordinarios para desmantelar el escenario priísta y su triunfalismo anticipado. Es urgente parar las hostilidades y establecer alianzas de unidad estratégica, más allá de los esquemas tradicionales. Está a nuestro alcance evitar que el PRD amanezca muerto el próximo 31 de enero del 2011. Finco mi esperanza para que los principales actores políticos tomen los acuerdos primordiales. A río revuelto sólo habrá ganancia para los pescadores políticos del PRI. Es imperdonable permitir que ello ocurra.
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Fuente: Artículo de opinión publicado en El Sur del 20 de enero del 2010. Acapulco, Guerrero. Recibido directamente del autor.
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