Perú: Hilaria Supa y Aldo Mariátegui

Por Wilfredo Ardito Vega*

A comienzos de abril, invitado por la Congresista Hilaria Supa, estuve en el Cusco para hablar en un conversatorio sobre el Proyecto de Ley 2016 que ella ha presentado. Ese proyecto establece que no se podrá realizar actividades mineras o petroleras en tierras comunales si los campesinos y nativos no han dado su aprobación. (Imagen: interculturalidad.org)

Naturalmente, este tipo de iniciativas convierten a la congresista Supa en un personaje incómodo para determinados sectores y yo creo que fue la razón por la cual el jueves pasado Aldo Mariátegui intentó desprestigiarla, mostrándola como una persona incompetente debido a las faltas ortográficas descubiertas en sus apuntes.

Seguramente Mariátegui supuso que este "destape" iba a generar mucho rechazo hacia la Congresista. En realidad, es él quien ha recibido el rechazo mayoritario de muchos peruanos, que ya se sentían indignados con sus ofensivas columnas donde un día se denigra a Ernesto De La Jara, otro a Magaly Solier y un tercero a Salomón Lerner. Mariátegui además ha insistido en mantener en el diario Correo al columnista Andrés Bedoya Ugarteche, personaje tan abiertamente racista que sostiene que bolivianos y puneños no son seres humanos.

En este caso, además, Mariátegui se burlaba de los apuntes personales de Hilaria Supa, , sin tomar en cuenta que el castellano es su segunda lengua, que ella sólo pudo aprender a leer y escribir cuando ya era adulta y que una severa artritis le impide escribir con fluidez.

Lamentablemente, Mariátegui no es el único que hace escarnio de los millones de peruanos cuya lengua materna no es el castellano: muchos escolares y universitarios de origen andino que hablan con acento quechua son ridiculizados y tildados de "motosos" por sus compañeros y profesores. Sin embargo, si éstos oyeran a un francés o un alemán hablar con dificultad el castellano probablemente dirían "¡Qué bien se le entiende!".

Mariátegui ahora sostiene que tenía la sana intención de promover que se exija título universitario a los congresistas. En realidad, ni es un requisito que la Constitución contemple, ni una trayectoria académica garantiza mejores consecuencias para el país, como podemos apreciar desde Fujimori hasta Martha Hildebrandt.

Aldo Mariátegui podría recordar que su insigne abuelo, José Carlos jamás fue a la Universidad, pero es evidente que no lo tiene como modelo ni como ejemplo. Toda comparación entre la revista Amauta y el diario Correo resulta penosa.

Al pretender excluir a los campesinos del Congreso, Mariátegui los ubica como ciudadanos de segunda categoría. Su argumentación, sin embargo, coincide con la actitud de quienes han convertido su formación profesional, en una causal para discriminar a sus compatriotas que tuvieron menos oportunidades. Personalmente, me molesta mucho cuando los títulos académicos se esgrimen con altivez, como si fueran títulos nobiliarios.

Un título no convierte a nadie en más sensible, más comprometido o más lúcido. Recuerdo bien que esto lo aprendí en 1986, en una parroquia de Carabayllo. Una noche, apoyaba un taller sobre derechos humanos y encontré que los jóvenes asistentes sabían mucho más de la realidad del Perú, del conflicto armado o de las políticas de Alan García que la mayoría de mis compañeros de la Universidad.

Desde entonces, con centenares de campesinos o nativos amazónicos, con Jueces de Paz o ronderos, he sentido que en las actividades de capacitación era yo quien realmente aprendía de personas que, sin mayor educación formal, tenían análisis mucho más profundos, porque partían de experiencias concretas. Hace poco, en un curso para jóvenes del Cono Este, le pregunté al participante que hacía las intervenciones precisas qué estudiaba.

-Nada. Vendo lapiceros en los micros -me contestó.

En todo caso, si la formación profesional es un privilegio en nuestro país, quien la ha obtenido tendría la responsabilidad de poner sus conocimientos al servicio de los demás.

En medio de este penoso incidente, ha sido muy positivo que el Congreso de la República haya condenado la conducta de Mariátegui, pero para que estos hechos no se repitan, sería necesario mejorar el tratamiento penal sobre la discriminación, incorporando el concepto de injuria racista o crímenes de odio. En el Ecuador, desde hace unas semanas, se sanciona con prisión a quienes por algún medio de comunicación inciten al odio o desprecio hacia una persona por su color, origen u otros factores. El Perú no podrá avanzar hacia una sociedad inclusiva mientras las agresiones racistas continúen con total impunidad.

Cuando uno conoce a Hilaria Supa, queda impresionado por su experiencia desde muy niña como trabajadora del hogar, sus años liderando el movimiento campesino, sus valientes denuncias de las esterilizaciones forzadas en tiempos de Fujimori. La víspera del conversatorio en el Cusco, ella, pese a sus problemas de salud, viajó a su comunidad para participar en la siembra de papas. Cuando estoy ante Hilaria Supa, realmente me siento muy pequeño y ningún título académico podría cambiar esta sensación.

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*Wilfredo Ardito es un abogado y catedrático nacido en Lima.

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Comentarios (4)
Chinasklauzz (no verificado) Lun, 27/04/2009 - 15:06
“El problema primario del Perú:††Una polÃtica realmente nacional no puede prescindir del indio, no puede ignorar al indio. El indio es el cimiento de nuestra nacionalidad en formación. La opresión enemista al indio con la civilidad. Lo anula, prácticamente, como elemento de progreso. Los que empobrecen y deprimen al indio, empobrecen y deprimen a la nación. Explotado, befado, embrutecido, no puede el indio ser un creador de riqueza. Desvalorizarlo, depreciarlo como hombre equivale a desvalorizarlo, a depreciarlo como productor [...] . Cuando se habla de la peruanidad, habrÃa que empezar por investigar si esta peruanidad comprende al indio. Sin el indio no hay peruanidad posible. (1970:32.) Jose Carlos Mariátegui.
Master Jacques (no verificado) Mié, 29/04/2009 - 23:21
SERIA MUY INTERESANTE QUE SE EXPLORE LA INCLUSION SOCIAL QUE RECLAMA UNMESTI ZOCOJ EN SU OBRA TITULADA ¨¨DEO IGNOTO DA VIRIS´-Alguien tiene que hacerlo-En el que define de una manera cruda la segregación de que ha sido objeto,no solo el indio,sinó el pobre en general,el mestizo,el negro el chino,pero pobre.La riqueza une aquà a los pocos que la poseen sin importarles el color de la piel.Zocoj parafrasea a L:A:Sanchez con ¨¨En el Peru,el dinero blanquea¨¨,pero sobre todo enfoca la raÃz del problema social.las actuales consecuencias de tal discriminación y sobtre todo la manera como el pueblo nuevo y mestizo sobre todo está despertando,para exigir a la plutocrasia parasitaria cada vez mas engreida,corrompida,soberbia y exclusivista-+clasista en el poder,para que haga el trabajo que se ha encomendado como primeros servidores de la nación,que la está pagando muy caro,con mantenerles en sus puestos.Creo que tratandose de sectarismo frontal xenofóbico,bien vale la pena ver las letras de un mestizo que propone soluciones al margen de colores polÃticos.Soluciones patrioticas,reales crudas y mas que todo aceptadas por la juventud responsable que sabe que el pais necesita cambiar urgentemente si queremos como dice el autor permanecer en el mapa polÃtico enteros.Unmesti Zocoj Onudo,es el escritor,que en su obra describe el sentir de la Nación ofendida,pero no solo en el caso de la Sra Hilaria Supa ,que como ella hay millones.,lamentablemente tambien tenemos Aldos en la misma proporción,no se les debe separar,no se puede.,hay que hacerles convivir en su pais,como hermanos en casa.Somos diferentes,si.pero de ninguna manera mas ni menos.Somos iguales ante Dios,ante la patria(deberÃa serlo) y para el resto del mundo.¿De que manera entonces vamos a tener una República respetable?.
Ernesto (no verificado) Jue, 09/07/2009 - 11:15
Exelente, post creo que todos los que estamos en contra del rasismo peruano deberiamos unirnos y hacer una causa común, ya es hora de crear conciencia en Lima sobre este tema, debemos hacerles entender que la condición social, o el color de la piel no es lo importante en una persona, como dice aquel dicho "EL HABITO NO HACE AL MONJE".
magento89 (no verificado) Mié, 05/08/2009 - 19:22
El planteamiento de Mariategui deviene en profético, cuando uno emigra y logra surgir profesionalmente y mas aun de manera independiente, tiene una vision distinta de la realidad peruana, al tratar de explicar como un peruano pueder superar a muchos norteamericanos y/o Europeos, comprende que alli tiene que ver nuestra herencia genetica, nuestro pasado inca, asi uno valora al actual indio peruano que debido a ser tratado mas de quinientos años como ciudadadano de segunda, no se ha logrado establecer una identidad peruana definitiva, la cual es la base de nuestro desarrollo. En cuanto a Aldo Mariategui le recuerdo que en muchos paises Europeos al denotar su origen será tratado como ciudadano de segunda a parte de ser un triste y mediocre profesional.
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