
Comunidad nativa colindante a la Reserva Comunal Amarakaeri, en Madre de Dios, fueron agredidos como represalia tras operativo de interdicción en la zona. Autoridades comunales llegaron hasta Lima para denunciar el hecho y pedir garantías.
Por Patricia Saavedra
Servindi, 21 de junio, 2018.- Dirigentes de la comunidad nativa de Masenawa, colindante a la Reserva Comunal Amarakaeri (RCA), fueron perseguidos y amenazados de muerte por mineros ilegales tras un operativo de interdicción en el sector.
Así lo denunciaron sus autoridades y comuneros, quienes indicaron que los exacerbados afectados por el operativo intentaron asesinarlos y prendieron fuego a sus embarcaciones.
"Ese día nos quisieron matar y escapé de milagro", denunció Carmen Irey, jefa de la comunidad nativa de Masenawa.
"Vinieron en dos embarcaciones. ¡Ah! Ustedes son los que han hecho interdicción. Ahora en mi delante van a morir, les voy a quemar, malditos nativos", relató por su parte un comunero, reproduciendo las graves expresiones.
La interdicción
El miércoles 6 de junio un operativo de interdicción en la zona asestó un duro golpe a la minería ilegal, al destruir las maquinarias halladas para esta actividad ilícita.
La acción desplegada por la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental de Madre de Dios y la Policía Nacional de Perú dejaron inutilizables motores de alto caballaje, un cargador frontal, entre otros accesorios para minería ilegal.
Si bien la intervención se da para restablecer el orden en una de las regiones más devastadas por la minería ilegal, ello no evitó que los dirigentes de Masenawa sean agredidos.
Comunidades y asentamientos mineros
Para entender este conflicto debe explicarse que, tanto en las zonas de amortiguamiento de la RCA como en los territorios de las comunidades, ingresan terceros motivados por la búsqueda de oro.
Así, estos invasores conforman inicialmente campamentos mineros cuyo asentamiento tiende a crecer con el tiempo y a establecerse de modo permanente.
Surgen construcciones, negocios y todo un sistema y movimiento económico alrededor de la minería ilegal. Un ejemplo de ello es La Pampa.
De aquí, la pretensión siguiente por parte de los mineros es el reconocimiento de estos asentamientos, así como la obtención de servicios básicos.
Cabe mencionar que en las comunidades amazónicas la lentitud en los procesos de titulación para las comunidades nativas, así como el otorgamiento de concesiones agrava esta situación.
"Las comunidades de Madre de Dios de pronto se vieron con una avalancha de invasores sin practicar ellos mismos la minería", sostuvo el dirigente indígena Julio Cusurichi Palacios.
El líder indígena, quien preside la Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes (FENAMAD), junto a una delegación de otros líderes comunales, tuvieron que venir a Lima para revelar la situación.
Así Cusurichi, junto a Nicolás Iviche, presidente de comunidad de San José de Karene y demás delegados explicaron ante el ministro de Energía y Minas cómo las comunidades resisten frente al avance minero y luchan por la defensa de sus territorios y modos de vida.
Líderes acuden al MINEM
Tras unos días de ocurrida la agresión a los dirigentes de Masenawa, los líderes comunales, encabezados por Cusurichi, se reunieron con Francisco Ísmodes, ministro de Energía y Minas.
Durante la reunión realizada en el Ministerio de Energía y Minas (MINEM) no solo se denunció la situación, sino también realizaron unos pedidos prioritarios ante el titular.
Uno de ellos fue la petición de un régimen especial para minería, que permita la formalización de esta en tierra de comunidades.
“Los indígenas podríamos hacer mucho mejor y más ordenada la actividad minera, con responsabilidad social y ambiental, no como los mineros que vienen de otro sitio para depredar, hacer dinero e irse”, explico Cusurichi.
“Dichos territorios vienen siendo solicitados formalmente, como ampliación por la comunidad nativa de Masenawa del pueblo Harakbut, para actividades de conservación y recolección que realizan las comunidades nativas en todo Madre de Dios”, agregó el presidente de FENAMAD.
Asimismo, la delegación de nativos explicó al titular del MINEM y su comitiva el caso de Delta 4, el cual “es un asentamiento de mineros que han usurpado territorios comunales titulados y que ahora sorprenden pidiendo electrificación a esta zona”.
Ante esta denuncia, el ministro indicó que no debería pasar ninguna electrificación por ahí para que “se eviten estos problemas”.
"Reunirnos con ustedes es parte de la labor que tenemos como servidores públicos. Estamos fortaleciendo la dirección de formalización minera”, explico Francisco Ísmodes.
Sin embargo, el titular reconoció que "se ha avanzado poco en formalizar y nada en el cumplimiento con el medio ambiente una vez formalizados".
Asimismo, los representantes de la comunidad de San José de Karene esperan que ante estas invasiones, también se realice una interdicción.
"Si no hay interdicción nosotros vamos a quedarnos sin territorio”, expresó uno de sus representantes.
Asimismo el delegado nativo pidió al titular que “ya no se otorguen más territorios a terceros porque están fuera del corredor minero”.
Entre otros temas abordados se expuso la situación de los pueblos indígenas en aislamiento, población extremadamente vulnerable especialmente por los proyectos carreteros que atraviesan sus territorios.
Cusurichi Palacios explicó que la normatividad de carreteras atenta contra los derechos de estos pueblos.
Cabe notar que la minería ilegal está excediendo la capacidad del Estado para controlarla, y que deben tomarse medidas más enérgicas, así como escuchar a sus afectados, tomando en cuenta sus propuestas.
“Lo que esperamos de esta reunión es que sea un punto de partida en que los pueblos indígenas sean escuchados y que verdaderamente el ministro implemente una solución, por lo menos, gradualmente”, remarcó el presidente de FENAMAD.
De otro lado, se supo que la jefa de la comunidad de Masenawa, Carmen Irey, a través de FENAMAD, hizo un llamado a las autoridades para proteger a las familias de esta comunidad, quienes tienen que estar refugiados tras las amenazas de los mineros.
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