Mientras aún no se define la licitación, los tres postores al lote más grande del país acumulan una serie de cuestionamientos. Por una lado Pacific Rubiales tiene un serie de denuncias, incluso vinculadas a los paramilitares en Colombia, mientras que en el mismo país Perenco busca desplazar a un colegio para continuar con sus actividades. Ellos se suman a la ya conocida e infractora, Pluspetrol Norte que busca seguir explotando en la zona.
Por José Carlos Díaz Zanelli
Servindi, 17 de julio, 2015.- El Lote 192 ha entrado en una etapa definitiva de cara a su futuro. Esta semana debía realizarse la subasta entre los tres postores que desean asumir la producción a partir de agosto de este año, pero un cambio de último minuto en las bases hizo que retrocedan.
Más allá de los detalles de las bases que ha impuesto Perupetro y que ha generado ciertos celos entre las empresas extractivas, lo que más llama la atención es el pasado de cada una de estas compañías entre quienes se definirá quién extraerá petróleo en una de las zonas con el ecosistema más frágil del país.
Las compañías en cuestión son Perenco, Pacific Rubiales y Pluspetrol Norte que espera repetir el plato.
Pasado colombiano
La más cuestionada de estas es sin duda alguna Pacific Rubiales que actualmente opera en Colombia y donde tiene un racimo de denuncias desde delitos ambientales, homicidios e, inclusive, vínculos con los paramilitares. Esto sumado a demandas por no reconocimiento de derechos laborales.
Desde el 2011, Pacific Rubiales afronta en Colombia un juicio por violaciones de derechos humanos, así como delitos sociales, ambientales y económicos. Asimismo, existen testimonios que acusan a la compañía de origen canadiense de haber financiado incursiones de los paramilitares en zonas donde existían movimientos sociales opositores a las operaciones de la petrolera.
A todo esto, existe un documental que resumen en menos de una hora cada uno de los cuestionamientos que pesan sobre Pacific Rubiales, así como un informe dedicado a las violaciones de derechos humanos en el país colombiano donde también está incluida esta compañía. A esto se le suma una denuncia de la Unión Sindical Obrera de la Industria Petrolera de Colombia que tiene una querella con la compañía por el despido arbitrario de al menos 20 mil trabajadores.
Perenco
Siempre en Colombia, la compañía de capital inglés y francés, Perenco, enfrenta un conflicto social por la reubicación de un centro educativo a causa de sus operaciones extractivas. El hecho ocurre en el distrito de Yopal, donde las actividades petroleras han arruinado las labores educativas de al menos 45 estudiantes.
La solución que se ha propuesto, en lugar de frenar los trabajos de Perenco, ha sido la reubicación del colegio a cargo de la compañía. Sin embargo, hasta el momento no ha ocurrido y los alumnos siguen padeciendo de los temblores y la contaminación que produce la empresa.
Reincidentes en la selva
Pese a la serie de infracciones ambientales que ha acumulado en 15 años, Pluspetrol Norte tiene la intención de seguir operando en el lote petrolero más fructífero del país. Por esta razón está aplicando a la reelección a pesar de tener un contrato que vence a fines de agosto de este año.
Sin reconocer los pasivos ambientales de la primera compañía que extrajo en el Lote 192 -Occidental Petroleum-, la empresa de origen argentino sigue sin realizar un compromiso real de reparación con las cuatro cuencas contaminadas en Loreto: Pastaza, Corrientes, Tigre y Marañón.
A esto se suma la gran cantidad de sanciones y multas que le ha impuesto el OEFA y que en su mayoría no han sido admitidas y vienen siendo judicializadas por la empresa. Mientras tanto, Pluspetrol Norte intenta contrarrestar la mala fama que se ha ganado a través de una campaña publicitaria a través de los medios de comunicación.
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