- Audiovisual demuestra cómo diario Correo, del Grupo El Comercio, miente con descaro en complicidad con ardid policial.
Servindi, 24 de abril, 2015.- Si pudo ver el video seguramente se indignará igual que nosotros. Las imágenes son claras y la explicación irrebatible. Sin embargo, profundicemos...
No es ningún secreto el apoyo que periodistas y medios de información le dan a la iniciativa empresarial privada. Con ese fin direccionan una serie de herramientas. En los casos más extremos engañan con descaro, jugando en pared con las empresas y el gobierno.
Lo que se aprecia en el video es eso: el vil engaño de un medio desinformativo y el actuar repulsivo de las fuerzas policiales.
Resumimos lo registrado. Un hombre reducido en sus fuerzas al mínimo por varios policías. Está descalzo y apenas puede sostenerse.
A medida que se acerca a la camioneta policial una cámara lo registra todo. Entra en escena un efectivo con casaquilla de la Dirección de Operaciones Especiales (DINOES) que va directo hacia el poblador para "sembrarle" un arma. Por lo que se puede apreciar, se trata de un artefacto casero utilizado para pinchar neumáticos.
En un primer momento el poblador suelta la pieza sin entender lo que pasa; luego, el mismo policía se encarga una vez más de "sembrarle" el mismo artefacto. Todo esto ocurre mientras un reportero gráfico bastante comedido registra la escena, no la del sembrado, sino la del poblador con el artefacto en la mano.
Lo que se tiene horas después es un titular supuestamente noticioso para todo el Perú y el mundo que dice lo siguiente: "La otra cara de la moneda: así atacaron los antimineros (FOTOS)". Se ve entonces encabezando la nota al magullado poblador "sosteniendo" el objeto indescifrable.
Dicho esto, el video resulta no solo elocuente sino también revelador y demostrativo. Muy pocas veces se ha visto de tan cerca y de forma clara cómo opera la policía especializada cuando se trata de imponer el orden. Por lo común los testigos son las propias víctimas que quedan desacreditadas ante las acusaciones mediáticas.
Los que han participado en marchas o protestas, ya sea en Lima o en otras regiones, saben que la policía se mide en sus acciones cuando hay prensa a la vista. Cuando no la hay es cuando se producen los golpes innecesarios y los disparos directos al cuerpo. Y si esto ocurre en Lima en las zonas rurales, donde a veces hay pocos medios, la situación es peor.
Por esto el video que hoy se viene difundiendo en las redes sociales es un aporte irrefutable para conocer los métodos que emplea la policía de manera regular en estos casos. Es común que los ciudadanos que protestan -en este caso en su mayoría agricultores- denuncien la presencia de infiltrados que incitan a la violencia y el sembrado de armas en inocentes. Pues hoy tenemos aquí una prueba contundente.
Pero además de esa constatación debemos ayudar a reflexionar a la ciudadanía sobre el papel que el medio de información, en este caso el diario Correo, cumple en relación a lo sucedido.
Si bien el reportero gráfico no recreó la escena, sí fue él quien registró los hechos sin mediar juicio o criterio alguno. Contribuyó así a alimentar un imaginario en el que todo aquel que se opone a un proyecto minero es un delincuente, un terrorista o un antidesarrollo, y que por tanto merece que el peso de la fuerza pública caiga sobre él.
Lo que pasó con el diario Correo no es un hecho aislado. En lo que va del conflicto por el proyecto Tía María han sido decenas, quizá cientos, los titulares y notas que se han dedicado a desnaturalizar las protestas, y estos seguramente continuarán.
Hoy el poblador detenido y que solo llega a decir su nombre una vez en el vehículo policial, podría ir preso varios meses o quizás años. Esto gracias al actuar de la policía y la complicidad lamentable de algunos medios que se llaman "periodísticos" a pesar que no registran hechos noticiosos sino que los fabrican a pedido del gobierno o del sector empresarial.
[Actualización]
Correo, una vez pillado en su fraude noticioso, ahora intenta rectificarse eliminando la información.
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