¿Por qué, para qué y para quién se creó la “conservación” de Cordillera Escalera?

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Por Ginno Pérez*

31 de enero, 2017.- En las últimas semanas, el Gobierno Regional de San Martín (GORESAM), el Proyecto Especial Huallaga Central y Bajo Mayo (PEHCBM) y grupos “conservacionistas” aliados a estas entidades han comenzado a divulgar una serie de “noticias” de que el Área de Conservación Regional “Cordillera Escalera” (ACR-CE) va a ser tomado por las petroleras, que está siendo vendido por una ONG defensora de los derechos indígenas, que los Kichwas se han dejado engañar por sus propias organizaciones sociales para realizar una demanda que no tiene fundamento pues se alega desde el Estado que, los indígenas nunca existieron previamente en la zona donde ahora está impuesta el área del ACR-CE. Así, el escenario socio-político en San Martín se va poniendo más tenso debido a esta serie de afirmaciones que tampoco son comprobadas y que son simplemente “lanzadas” por “medios oficiales” o redes sociales.

En medio de todas estas afirmaciones, es preciso analizar lo que realmente estas entidades y grupos “conservacionistas” buscan “proteger”, así como también, es preciso describir cómo y de dónde surgió la idea de crear un Área de Conservación Regional, siendo que para el caso va a representar en el Perú la primera de su categoría y que así mismo presenta problemas en cuanto a su gestión. Por lo tanto, no se trata en este artículo de “endemoniar” el ACR-CE, cayendo en el mismo discurso que las instituciones y organizaciones “conservacionistas” vienen realizando, sino que, se trata de mostrar que la privatización de la naturaleza es el negocio que se intenta controlar y mantener, sin importar cuantos derechos puedan ser violados de los pueblos indígenas.

se trata de mostrar que la privatización de la naturaleza es el negocio que se intenta controlar y mantener, sin importar cuantos derechos puedan ser violados de los pueblos indígenas.

El ACR-CE no es una invención “iluminada” conservacionista del GORESAM y del PEHCBM, ni mucho menos tuvo como objetivo primordial el hecho de cuidar las aguas del “Cerro Escalera”(1) para la población sanmartinense. El ACR-CE parte de un estudio de valorización de los recursos naturales para ser comercializados dentro de los conocidos “servicios ecosistémicos” que, tienen como finalidad generar un lucro para quienes lo administren(2). Desde la década de 1980, se vinieron realizando estudios en la zona para saber cuál era el “potencial natural” que existía. El primero de ellos fue realizado en 1980 por la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM), que realizó “estudios en la zona para determinar unidades de conservación que contribuyeran a proteger la zona de bosques nublado.” (PEREZ, 2017). (3)  

Para el año de 1982, “la Asociación Peruana para la Conservación de la Naturaleza (APECO) buscó contribuir con el Proyecto Especial Alto Mayo, a través de estudios de conservación del mono choro de cola amarilla.” (PEREZ, 2017). El Centro de Desarrollo e Investigación de la Selva Alta (CEDISA), rescata en su Estudio Justificatorio para la creación del ACR-CE(4), que en el año de 1992 se crea el Bosque de Protección Regional Cerro Escalera (BPR-CE), basado en las zonas ideales de conservación planteadas por Brack (1989) y que fueron reforzadas por Rodríguez (1996) con la publicación de un libro que señala las “zonas de prioridad para la conservación”.(5)

¿por qué no se consideró a la totalidad de comunidades indígenas Kichwas cuando se levantó y elaboró el Estudio Justificatorio?

Para finales de la década de 1990, CEDISA venía haciendo trabajos de sistemas de agroforesteria con agricultores de la cuenca media del río Huallaga, permitiendoles “(re)conocer los potenciales económicos-ambientales del BPR–CE.” (PEREZ, 2017). Este acercamiento da la primera luz para crear una unidad de conservación de carácter regional que permita conservar y ofrecer servicios ecosistémicos o de compensación por la “conservación” del agua. Este tipo de trabajo no tendría ningún problema de ser ejecutado y apoyado por las mismas comunidades indígenas, pero ¿por qué no se consideró a la totalidad de comunidades indígenas Kichwas cuando se levantó y elaboró el Estudio Justificatorio? De acuerdo con una representante de CEDISA, era necesario solo considerar aquellas comunidades que poseían título de propiedad porque “son titulares de derecho, los que no, aunque los reconozcas, sepas que están ahí no los pueden poner en un expediente porque te pueden traer abajo todo tu proceso.” (REPRESENTANTE DE CEDISA, 2016).

¿Es realmente necesario un título de propiedad para comprobar la propiedad ancestral de los pueblos indígenas? Los Kichwas y sus antepasados han recorrido y demarcado caminos en estas montañas para cazar (RENGIFO, PANDURO, 2001) (6) y extraer sal (RENGIFO, 2009) (7) demostrando así que este pueblo “recorrió durante miles de años los bosques de San Martín” (PEREZ, 2017) desde antes de la llegada de los españoles, la población mestiza y el Estado-nación moderna peruana.

El BPR-CE fue hasta el año de 2005 “inexistente” para los Kichwas debido a que no existía ningún mecanismo de control y de represión para el acceso a lo que ellos llaman Sachamama. Entonces, ¿qué fue lo que sucedió para que esta creación se realizase? Según la misma representante de CEDISA y leyendo el Estudio Justificatorio, la necesidad de crear un ACR surge de los estudios previos de agua y de otros recursos naturales en la zona que poseen un potencial:

“Al implementar nuestros sistemas agroforestales, encontramos que no era solamente agricultura lo que había, sino que había mucha biodiversidad, muchas plantas, muchos animales, la naciente del río que nos abastece de agua potable. Encontramos una serie de valores para impulsar un Área de Conservación Regional.” (REPRESENTANTE DE CEDISA, 2016).

Entiéndase que, cuando se habla de “potencial”, se hace referencia directa a un sistema de lucro, de beneficio. CEDISA y APECO son las dos organizaciones encargadas de realizar los talleres de información sobre la propuesta de creación de un ACR y son ellos mismo los que consiguen financiamiento finlandés para la elaboración del Estudio Justificatorio, estudio que al final es presentado al GORESAM y este lo presenta como una iniciativa de conservación estatal en San Martín: “Tuvimos que hacer hasta el trabajo de convencer al GORESAM, explicarle de que se trataba y convencerle de que nos siga porque nosotros le pagamos el pasaje.” (REPRESENTANTE DE CEDISA, 2016). Además añade que: “El Plan Maestro se ha hecho con plata de la Cooperación Finlandesa. Los videos los spots publicitarios de sensibilización, la construcción e implementación de su primer puesto de control (garita), la implementación de su oficina dentro del PEHCBM para que tenga un equipo para hacer funcionar ese ACR también se hicieron con dinero de la cooperación a través de proyectos.” (REPRESENTANTE DE CEDISA, 2016). Se hace evidente, que el ACR-CE se convirtió en la excusa perfecta para apropiarse de la naturaleza para ser explorada y explotada sobre un nuevo sistema económico que busca invisibilizar y desterritorializar a los pueblos indígenas con el fin de lucrar.

Se hace evidente, que el ACR-CE se convirtió en la excusa perfecta para apropiarse de la naturaleza para ser explorada y explotada sobre un nuevo sistema económico que busca invisibilizar y desterritorializar a los pueblos indígenas con el fin de lucrar.

Es cierto que en el proceso de creación del ACR  se involucraron diversos actores de la sociedad civil para proteger el agua ante la posibilidad inminente de explotación petrolera, pero fue dentro y por detrás de este mismo proceso que la conservación lucrativa de un grupo político y económico sanmartinense impuso una demarcación que beneficiaria a un proyecto de retribución por servicios ecosistémicos hídricos dentro del ACR-CE (8). Proyecto que, como señala CEDISA, ha sido posible gracias al “apoyo de la cooperación internacional (9) que nos han facilitado consolidar ese proceso.(10)” (REPRESENTANTE DE CEDISA, 2016) dentro del cual, son parte del Comité de Gestión de la microcuenca del Cumbaza, conjuntamente con el PEHCBM.

¿por qué criminalizar a una comunidad Kichwa como la de Nuevo Lamas, que reclama su derecho ancestral arrebatado con la imposición de esa ACR?

Por lo tanto, ¿por qué criminalizar a una comunidad Kichwa como la de Nuevo Lamas, que reclama su derecho ancestral arrebatado con la imposición de esa ACR? El ACR-CE puede tener la función de conservar, pero el mecanismo de apropiación del territorio ancestral para la creación de este, es lo que deja visible el interés de un grupo económico y politico por mantener la reproducción de un capitalismo verde. El pueblo Kichwa no se opone a la conservación, pero si se opone a la imposición y despojo de sus derechos como ciudadanos peruanos y como guardianes ancestrales de esas montanãs, ahora llamadas de “Cordillera Escalera”. Quizas sea más fácil criminalizar, invisibilizar para mantener el statu quo socio-económico, que reconocer que esos bosques ya tenían guardianes.

Notas:

(1) Es importante destacar que para los Kichwas cada una de las montañas poseen nombres distintos como por el ejemplo Wayra Purina (El caminar de los vientos)

(2) PORTILLA, Alfredo H. Valoración económica total del Bosque de Protección Cordillera Escalera – San Martín. In: GLAVE, Manuel; PIZARRO, Rodrigo (Ed.). Valoración económica de la diversidad biológica y servicios ambientales en el Perú, Lima: INRENA, 2001. Cap. 7, p. 237 – 284.

(3) PEREZ SALAS, Ginno. La creación del ACR Cordillera Escalera en el Perú: la desterritorialización del pueblo Kichwa de San Martín. 2017. 205 h. Tesis de Maestría en Dinámicas Territoriales y Sociedad en la Amazonía. Universidad Federal del Sur y Sureste de Pará (UNIFESSPA). Marabá-Brasil.

(4) CEDISA. Estudio Justificatorio para el establecimiento del Área de Conservación Regional Cordillera Escalera – San Martín. Documento Interno de CEDISA. Tarapoto. 2002.

(5) RODRIGUEZ, Lily. Diversidad biológica en el Perú: zonas prioritarias para su conservación. Lima: FANPE GTZ – INRENA, 1996.

(6) RENGIFO, Grimaldo; PANDURO, Rider. Montes y Montaraces. 1. ed. Lima: PRACTEC, 2001.

(7) RENGIFO, Grimaldo. Los caminos de la sal: el regreso al territorio excluido. 1. ed. Lima: PRACTEC, 2009.

(8) Revisar el artículo del WRM: ¿Qué son los servicios ambientales, el pago por servicios ambientales y el comercio de servicios ambientales? 2012. Disponible en: <http://bit.ly/2mpoMKE>.

(9) USAID y The Nature Conservancy.

(10) Este proyecto se inicia en el 2004. (Boletín impreso de CEDISA)

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*Ginno Pérez es Geógrafo e investigador amazónico.

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Comentarios (1)
Luis Henry Flor... (no verificado) Lun, 30/08/2021 - 15:28
Lo mismo esta sucediendo con los campesinos que son dueños y que cultivaron las tierras de generación en generación por el sector ahuashillo ya que se formaron asociaciones con fines conservacionistas pero que al final solo un grupo se están lucrando con el ecoturismo y los campesinos ya no pueden realizar sus actividades agrícolas con el pretexto que perjudican el área sin embargo desde que se aperturó el circuito ecoturístico ahora existe mas contaminación en el área por los visitantes .
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