Una alternativa de los débiles en la lucha contra las fuerzas opresoras, es contrapesar capacidades para derrotarlas, amparándose en territorio propio. Esto fue lo que hicieron las guerrillas de la independencia del virreinato causando estragos a las fuerzas realistas. Lo podemos hacer en nuestra lucha contra las fuerzas mediáticas de la dominación contrarrestando su poder.
Por Milciades Ruiz
29 de agosto, 2024.- En la guerra comercial moderna, China afrontó el reto del poder norteamericano y acumuló la mayor cantidad mundial de dólares. Con los mismos, compró mayoritariamente la deuda pública de EE UU y creó su propia divisa internacional, el renminbi, sobre la base del yuan. Rompió la dependencia y ahora ya no necesita estar atado al dólar. Actualmente, el mundo depende del crecimiento de China para calcular sus posibilidades económicas. Este proceso es ya irreversible.
En nuestro país, uno de los mayores problemas que afrontamos es el totalitarismo de los medios de comunicación. Lo que más influye en nuestro razonamiento político, es el martilleo de la prensa, en todo instante. Manejan nuestros impulsos y nos robotizan en masa. Manipulan la información que difunden, luego verifican los efectos de sus técnicas neurobiológicas, financiando encuestas, que reflejan lo que ellos han ocasionado en la consciencia popular, pero las presentan como indicativo espontáneo.
El instrumento mediático es pues, clave para la dominación social y para direccionar los votos del electorado, haciendo que los dominados voten por sus dominadores. Es ella, la que decide lo que conviene informar y cómo hacerlo, para conseguir los efectos esperados por sus patrocinadores que financian este servicio. ¿Por qué hace todo esto? Pues, por lucro. No es un servicio gratis.
Sabemos que no existe prensa independiente, y que esta, es un instrumento acoplado a los grupos de poder a los que brindan servicio de sicariato contra la verdad comercial y política. Se ha podido detectar que los grupos de poder invierten alrededor de US$800 millones al año en los medios de prensa. Documentos de Indecopi señalan a cinco principales empresas mediáticas que acaparan el aporte de los grupos de poder, con más de US$516 millones en ingresos por publicidad al año, aproximadamente:
Lo encabeza “El Comercio” y filiales (US$250 millones), ATV (US$105 millones), Latina y Panamericana Televisión (US$95 millones), Radio Programas del Perú (US$41 millones) y CRP Entretenimiento (US$25 millones). Entonces, resulta imposible que la prensa informe en contra de sus patrocinadores que lucran con el manejo político del estado para operar sus monopolios.
Todos conocemos esto, pero muy pocos hacen algo por contrarrestar esta nocividad mediática. No contamos con una prensa popular ajustada a los intereses de los dominados. Hay algunas publicaciones digitales populares que hacen el esfuerzo, pero no es fácil sostener un medio informativo de alta frecuencia y cobertura. Se necesita ampliar esta alternativa, creando condiciones apropiadas para su desarrollo sostenible.
Hace tres décadas, la inventiva creó lo que se llamó “la prensa chicha”, que llegó a tener mayor llegada a los sectores populares que, la prensa grande, ofreciendo baratura y versión sintética. La prensa grande maquinó su absorción y desapareció la alternativa. Los tiempos han cambiado, pero la experiencia es aleccionadora.
Creo que, similares iniciativas podríamos optar para generar una prensa alternativa de carácter popular, con capacidad creciente de cobertura y credibilidad, acudiendo a otras fuentes de información y, propias, de investigación periodística. Podríamos crear empresas periodísticas competitivas en áreas populares, utilizando redes sociales, cadenas de información provincial y distrital, informando nuestra verdad y, denunciando de abusos y corrupción enemiga.
Esto se podría solventar mediante la asociatividad empresarial o cooperativa. Muchos de nosotros estaríamos gustosos de adquirir acciones para impulsar la prensa alternativa popular. También hay empresarios de ideología popular que pueden aportar. Muchas empresas populares podrían anunciar sus productos en plataformas que le son negadas en la prensa monopólica.
Es cuestión de elaborar proyectos factibles, sufragando periodistas a tiempo completo y cubriendo costos de edición. Podríamos lograr que las fuerzas populares se identifiquen con nuestra opción, abogando por sus demandas y dándoles acceso al protagonismo en las noticias. Armando cadenas informativas de difusión radial, dirigida a los pueblos andinos, podríamos evitar que el electorado popular caiga en la trampa política de la prensa de la dominación.
Hay mucho por desarrollar en esta línea política según la inventiva de cada grupo emprendedor. Lo que estoy sugiriendo ya existe en otros países. Tenemos el caso de, un periódico online holandés que ha recaudado 1 millón de Euros en 8 días También, Eldiario.es que, es un medio español cuyos accionistas son los trabajadores y lectores. Ofrece servicios especiales a los socios, quienes opinar sobre las noticias y se muestran de forma preferente, por ser accionistas.
En todo caso, lo dicho es una sugerencia que, como otras podría ser factibles según las condiciones disponibles.
(escrito el 29 de agosto de 2024)
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Mayor información en https://republicaequitativa.wordpress.com/2024/08/29/por-una-prensa-popular/
SOBRE EL COLUMNISTA
Milcíades Ruiz
Especialista en desarrollo rural. Dirige el portal República Equitativa: https://republicaequitativa.wordpress.com/.
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