“me enteré que el wayqe Hugucha había partido. Me quedé muy dolido, esa sensación de vacío que se siente cuando se pierde a un ser querido, a un familiar, porque eso fue Hugucha para nosotros, un hermano hijo de la tierra”.
Por Mario Tabra*
26 de junio, 2023.- No lo valoraba la izquierda, la derecha le temía y lo odiaba, pero el pueblo lo reconocía, reconoce y reconocerá en cada gesta y en cada jornada por cambiar esta caótica sociedad, porque “otro mundo si es posible”.
Cursaba el quinto año de secundaria, después de soportar 12 años de militarismo político-social como educativo; siempre se tenía que estar de acuerdo con las órdenes que daban los uniformados que se habían adueñado de las decisiones que debía seguir toda la sociedad.
Se había promulgado la constitución de 1979 y los diarios como siempre hablaban de aspectos superficiales de los asambleístas, sobre todo si venían del pueblo, como era el caso del dirigente legendario campesino cusqueño Hugo Blanco Galdós. Lo podías ver por televisión, en las noticias, los mermeleros hacían mofa de cómo iba vestido con ushutas, sombrero, poncho.
A la par que se promulgaba la Constitución Política se convocaba a las elecciones generales para 1980. Los mítines eran en la Plaza Dos de Mayo. Tomaba mi micro desde el distrito de Lince hasta el centro y caminaba por toda la Av. Colmena hasta llegar para escuchar las propuestas de los candidatos.
Quien más me llamó la atención fue Hugucha (Huguito) como era conocido por su pueblo cuando proclamaba “dónde estuvieron los demócratas durante estos años de dictadura? ¿Dónde estaban los burgueses, los dizque defensores de la democracia…? ¡Necesitamos un país sin patrones, ni generales!”.
Me quedé en la Plaza Dos de Mayo hasta que terminó el mitin, recibí algunos volantes y la invitación a formar parte de la escuela política en su local partidario. Cada grupo estaba conformado por un obrero, un estudiante, un campesino y un profesional. Se leía y debatía los libros de los clásicos.
Había leído su libro “Tierra o Muerte”, sobre la recuperación de tierras en el valle de la Convención y Lares y estaba muy motivado por la lectura, cuando un día se acercó Hugucha y tuve el atrevimiento de adolescente de preguntarle, ¿si ustedes dicen que luchan por un cambio profundo sin patrones ni generales, por qué no se unen con aquellos grupos que se han levantado en armas?
A lo cual serenamente me contestó: “No se trata de disparar y matar para cambiar el país, se trata de andar con el pueblo, de sumar a sus luchas, de acompañar en sus procesos y de construir una nueva sociedad desde abajo”.
Sus palabras me aclararon el panorama de los 80´s y fue desde ahí que entendí que hay que acompañar a nuestro pueblo y no permitir que los engañen con ofrecimientos y dádivas en las elecciones, porque pasadas estas, todo sigue igual.
Recuerdo el año 80 cuando ya se había consolidado la Alianza Revolucionaria de Izquierda (ARI) conformada por la mayoría de los atomizados partidos de izquierda, al ser elegido Hugo Blanco como candidato de consenso. Nuevamente los dizque “revolucionarios, comunistas, socialistas prosoviéticos, prochinos y proalbaneses”, rompieron la alianza y se presentaron a las elecciones con más de una decena de grupos de izquierda.
Eso hizo que perdieran los años de lucha por forjar la tan ansiada unidad popular, dando pase a que ganara nuevamente las elecciones el vendepatria de Fernando Belaúnde Terry de Acción Popular en alianza con el PPC de Luis Bedoya Reyes.
Esa izquierda fue una total decepción, que durante 40 años ha seguido con sus mismos egoísmos y complicidad con el sistema corrupto neoliberal.
En 1982 salí de Lima a recorrer el interior y fui conociendo el clamor de unidad, motivo por el cual las alcaldías eran ocupadas por partidos de izquierda que se contentaban con una pequeña porción del poder, mientras el pueblo se encontraba en el medio de dos fuegos: el PCP por un lado y la policía con el ejército por el otro lado; las víctimas fueron el pueblo de las comunidades indígenas, campesinas y barriales.
No volví a ver a Hugucha hasta después de 30 años en los talleres de capacitación a comunicadores indígenas que organizaba Servindi y en la gran “Marcha Nacional por el Agua” que partimos junto a Carlos Rivera, Carlomagno Calluchi y Mario Barrios, desde Cajamarca hasta Lima. Compartíamos mítines en todo el trayecto, él como ponente y yo como cantautor, nuestra nueva lucha por la defensa del ambiente y de los territorios de las comunidades en contra de la gran minería destructora y saqueadora nos volvió a unir en el camino.
Luego llegó a Piura para la presentación de un libro sobre minería en el Perú y me llamó por teléfono diciéndome que quería conversar conmigo. Recuerdo que le dije a mi hija Sybila que estaba estudiando Ciencias de la Comunicación en la UNP ¿Quieres conocer a un legendario luchador y defensor de la tierra que estuvieron a punto de fusilarlo por defender a las comunidades campesinas en el Cusco? Y me dijo que sí y que deseaba entrevistarlo, así que fuimos al encuentro y hablamos sobre su gesta como dirigente campesino y luego como asambleísta de la Constitución Política de 1979 y el reencuentro en Cajamarca. Finalmente me pidió que fuera un colaborador con artículos para la revista “Lucha Indígena” la cual dirigía y muy halagado acepté escribir durante algunos años.
Hoy al revisar las redes –porque no veo televisión- me enteré que el wayqe Hugucha había partido. Me quedé muy dolido, esa sensación de vacío que se siente cuando se pierde a un ser querido, a un familiar, porque eso fue Hugucha para nosotros, un hermano hijo de la tierra; sabía que estaba sufriendo por su salud y se encontraba muy delicado, pero no pensaba que ya era hora de dejarnos. Siempre será un referente de honestidad en la lucha por un mundo mejor, sus palabras como “el mundo no se va acabar, lo que se acabará seremos nosotros como especie humana, por la irresponsabilidad como tratamos a la Pachamama” será la advertencia que debemos de tener en cuenta.
Tupananchiskama hatun wayqe Hugucha (Hasta la próxima vez que nos encontremos gran hermano Hugo)
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* Mario Tabra es cantautor, comunicador, escritor y activista ambiental originario del pueblo de Ayavaca, región Piura. Es miembro de la Red de Comunicadores Indígenas del Perú (REDCIP).
SOBRE EL COLUMNISTA
Mario Tabra
Docente, cantautor, comunicador, escritor y activista ambiental originario del pueblo de Ayavaca, región Piura.
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