La minería ilegal en la cuenca del Nanay

ILEGALIDAD. Las dragas avanzan sin mayor control en el río Nanay, afluente del Amazonas y la principal fuente de agua potable de la ciudad de Iquitos, en Loreto. Foto: Unidos por los Bosques/ FCDS Perú ILEGALIDAD. Las dragas avanzan sin mayor control en el río Nanay, afluente del Amazonas y la principal fuente de agua potable de la ciudad de Iquitos, en Loreto. Foto: Unidos por los Bosques/ FCDS Perú

La minería ilegal en la cuenca del Nanay es una amenaza creciente para la Amazonía y sus habitantes. La destrucción ambiental, la contaminación por mercurio y la infiltración de redes criminales exigen una intervención estatal más efectiva.

Por Ivan Brehaut*

La minería ilegal en la cuenca del Nanay: una amenaza creciente para la Amazonía peruana

19 de agosto, 2024.- La minería ilegal ha generado estragos significativos en la Amazonía peruana, siendo la cuenca del Nanay uno de los epicentros de esta problemática. En esta región, la explotación minera, en su mayoría aluvial, ha aumentado considerablemente, afectando tanto los ecosistemas como las comunidades locales.

Los altos precios del oro en el mercado internacional y la ausencia de una regulación efectiva han sido factores determinantes en el auge de esta actividad ilícita. A ello se suma la alta precariedad de los sistemas de seguridad ciudadana y la galopante corrupción en todos los estratos de la sociedad.

Un hecho que indignó profundamente a las autoridades loretanas y a la población de Iquitos en particular, fue que el Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet) en agosto de 2023 otorgó una concesión minera metálica de 1 000 hectáreas sobre parte del cauce del río Nanay.

El 16 de agosto el juez Juan Miguel del Águila Campos aceptó la demanda ciudadana contra el Ingemmet por otorgar una concesión minera a la empresa Raíces Gaddaffy en el río Nanay. Como resultado de la audiencia, se anuló la concesión de 1 000 hectáreas, ya que representaba un riesgo para el derecho a un ambiente sano.

La cuenca del río Nanay es la principal fuente de agua potable en Iquitos, por lo que la concesión significaba una afectación adicional a la que ya está generando la minería ilegal en la cuenca. Entregar una concesión minera en la zona, representaba un dislate mayor teniendo en cuenta la importancia de esta cuenca para más de medio millón de personas.

El contexto en el que se desarrolla esta actividad es preocupante. La minería ilegal no solo destruye vastas áreas de selva, sino que también está directamente vinculada a otras actividades criminales, como el narcotráfico.

Esta articulación ha creado una red compleja y violenta que controla gran parte de la región, afectando a las comunidades indígenas y a los ecosistemas locales. De hecho, el mercurio utilizado en el proceso de extracción contamina los ríos y afecta gravemente la salud de las personas y la fauna.

Impactos ambientales devastadores

Uno de los mayores daños que provoca la minería ilegal en el Nanay es la contaminación con mercurio. Este metal pesado, utilizado para separar el oro del material extraído, se libera en los ríos y se acumula en los peces, la principal fuente de alimento de las comunidades locales. Los efectos del mercurio son devastadores: problemas neurológicos y cardiovasculares, entre otros, han sido reportados en diversas zonas donde ese metal es liberado en el ambiente.

Minamata, la caleta de pescadores japonesa donde se registraron los terribles daños en niños y adultos por la contaminación por mercurio, es el nombre que se le dio al Convenio Internacional que regula su uso. En Madre de Dios, la minería que crece como un cáncer en esa región libera mercurio que ya ha sido hallado incluso en la fauna, específicamente en los lobos de río, dentro del Parque Nacional del Manu, a cientos de kilómetros de distancia.

Además, la deforestación es otro problema de gran magnitud. La tala indiscriminada de árboles para abrir paso a las operaciones mineras ha destruido importantes áreas de bosque, afectando la biodiversidad y alterando los ciclos naturales de los ecosistemas.

Se estima que en regiones como Madre de Dios, la principal área afectada por la minería ilegal en la Amazonía peruana, más de 1 200 hectáreas de bosque fueron destruidas entre 2018 y 2019. Lastimosamente, la situación en el Nanay parece empezar a seguir la misma tendencia.

Avasallados y sin alternativas

Diversos factores estructurales han facilitado la proliferación de la minería ilegal en la cuenca del Nanay. La falta de una presencia estatal significativa en esta región, sumada a la corrupción en las entidades encargadas de supervisar las actividades mineras, ha permitido que la minería ilegal prospere. Asimismo, la pobreza y la falta de oportunidades en las comunidades locales han impulsado a muchas personas a involucrarse en estas actividades, ya que no tienen otras fuentes de ingresos.

Es necesario un esfuerzo más coordinado y sostenido para enfrentar el problema y proteger tanto el medio ambiente como los derechos de las comunidades indígenas.

La falta de recursos, coordinación y personal capacitado ha hecho que los operativos en contra de la minería ilegal no sean lo suficientemente efectivos para frenar esta actividad. Algo extraño es que, aún siendo un hecho ya conocido en la región, efectivos policiales entrevistados no tengan claras las rutas de abastecimiento de insumos para la actividad minera. Es necesario un esfuerzo más coordinado y sostenido para enfrentar el problema y proteger tanto el medio ambiente como los derechos de las comunidades indígenas.

Las acciones del Grupo Técnico contra la Minería Ilegal, en el que participan la Dirección Regional de Energía y Minas Loreto, el OEFA, la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental (FEMA Maynas), la Defensoría del Pueblo, la Autoridad Nacional del Agua (ANA) Iquitos, la Municipalidad distrital del Napo, la Fuerza Aérea del Perú, la Gerencia Regional de Ambiental de Loreto, el SERNANP y la Capitanía de Puerto Iquitos, requieren un mayor presupuesto y, posiblemente, una orientación más operativa.

En resumen, la minería ilegal en la cuenca del Nanay es una amenaza creciente para la Amazonía y sus habitantes. La destrucción ambiental, la contaminación por mercurio y la infiltración de redes criminales exigen una intervención estatal más efectiva y el fortalecimiento de las políticas de conservación y desarrollo sostenible en la región.

---
* Ivan Brehaut se autodefine como periodista y viajero, en constante aprendizaje: “Viajo por el Perú, escribo sobre lo que veo y aprendo. Fotografía, ciencia y humanidad”. @IvanBrehaut

Escucha nuestro podcast


AÑADE UN COMENTARIO
CAPTCHA
This question is for testing whether or not you are a human visitor and to prevent automated spam submissions.