“El no tiene la costumbre de solearse para reemplazar el desayuno, como reza el adagio popular de los Shilikos. Él toma sol porque quiere abrigarse”.
Por José Luis Aliaga Pereira*
Nuestro Coka Kola pasa días difíciles.
Cierto, él no dice nada; pero, quizás, lo diga su caminar que se ha hecho lento y triste; su figura luce descuidada y más delgada que antes.
Estuve de viaje, varios días, por la ciudad de Lima. No sé cuándo cambiaron el techo de la casa que lo alojaba en la vereda del pasaje J.B. Cortegana, donde el colchón y los pullos permanecían acomodados, no lo sé.
Ahora, Coka Kola, duerme sobre su misma cama y colchón, en la vereda de la calle Marcelino Gonzáles, que da a la parte lateral de la misma casa, a la vuelta de la esquina. Allí, en ese lugar, es fácil deducir, arrecia el frío y sopla más rápido el aire de la tarde, el de la noche y el de la madrugada. Al inicio de la caminata que siempre hago por el parque La Alameda, no me di cuenta del loquito; solo vi las tejas colocadas en fila, a lo largo de la vereda en la que, en poco espacio, colchón y pullos, esperaban y abrigaban al Cola Kola. Por ello es que, después lo vi, estaba soleándose en la vereda de la calle de enfrente, Ayacucho.
El no tiene la costumbre de solearse para reemplazar el desayuno, como reza el adagio popular de los Shilikos. Él toma sol porque quiere abrigarse. Pregunté al peón que había llegado temprano y aguardaba, sentado en la vereda más baja del parque, la hora de iniciar su labor en la casa que cambiaba de techo: - ¿Y el Coka Kola? -le pregunté de sopetón. - Está a la vuelta y tiene para rato -no sé si se refería a su edad o a la resistencia al peor tiempo que le esperaría al loco en ese lugar. Allí estaban los pullos que acompañan al loquito. Ya no hay perro que lo ladre; pero sigue aún el ambiente de buen trato y de olor a orina señal que había alguien en la zona que cuida su territorio.
Un abrazo a la distancia, amigo, Coka Kola. Estaremos pendientes.
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* José Luis Aliaga Pereira es comunicador y escritor cajamarquino. Es autor del libro “Grama Arisca, cuentos, relatos y anécdotas” y el cuento largo “El milagroso Taita Ishico”. Próximamente publicará "El cazador de viudas frescas y otros cuentos".
SOBRE EL COLUMNISTA
José Luis Aliaga Pereira
Nació en 1959 en Sucre, provincia de Celendin, región Cajamarca, y escribe con el seudónimo literario Palujo. Tiene publicados un libro de cuentos titulado «Grama Arisca» y «El milagroso Taita Ishico» (cuento largo). Fue coautor con Olindo Aliaga, un historiador sucreño de Celendín, del vocero Karuacushma. También es uno de los editores de las revistas Fuscán y Resistencia Celendina. Prepara su segundo libro titulado: «Amagos de amor y de lucha».
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