Foro se pronuncia: semillas nativas y biopiratería

Pronunciamiento del Foro Internacional Nuestras Semillas Nativas y la Propiedad Intelectual.

“2014-2024 Década en defensa del Maíz Nativo y de los Pueblos Indígenas y Campesinos de México”

Mesoamérica y el noreste de lo que hoy se llama Estados Unidos son territorios que han sido catalogados como centros de origen de plantas cultivadas como el chile, el frijol, la calabaza, el girasol y el maíz, entre otras. Las semillas son nuestros ancestros, nuestra familia, son la expresión de la vida, del clima donde se desarrolla un ecosistema y habitan seres vivos en constante interacción, representan territorios, culturas, vida, saberes y conocimientos; para su preservación y cuidado, se hace necesaria su defensa y protección frente a corporaciones que sólo miran en ellas valor monetario y negocio, además de producir “productos de muerte” que atentan contra la biodiversidad. Magdalena Avendaño Ruiz de origen mixteco de Huitzo nos dice: la mejor forma de proteger las semillas es sembrar, es importante la transmisión de conocimientos, para no ser esclavos de los intereses económicos, eso es la libertad de tener nuestro propio maíz

En los últimos años se han elaborado leyes que fomentan la apropiación y saqueo de conocimiento ancestral en relación a las semillas, desde instrumentos legales internacionales, nacionales y locales, como la Versión 91 del Acta de la Unión Internacional para la Protección de Obtenciones Vegetales (UPOV 91) y la Ley Federal de Variedades Vegetales; se insiste en protocolos para establecer convenios de acceso a recursos genéticos con empresas, como el Convenio de Diversidad Biológica y el Protocolo de Nagoya. Esta legislación ha excluido a los pueblos originarios. Claudia Calderón de la Universidad de Wisconsin nos dice: La visión de los pueblos indígenas entra en conflicto con el capital, ya que para nosotras y nosotros el maíz y las semillas no tienen fronteras, son sagradas desde nuestras culturas milenarias. Ricardo Velasco, mixteco de Tlaxiaco nos dice: La vida campesina ligada al valor del maíz no es sólo dinero, es invaluable. Campesino con maíz, es campesino feliz.

En Oaxaca en particular el saqueo ha sido a través de los denominados Convenios de bioprospección, que en la realidad son de biopiratería, ya que han engañado con migajas a muchas comunidades para que cedan sus recursos, como en el caso del maíz olotón, que hoy se quiere apropiar la empresa Mars Inc. para patentarlo y convertirlo en su negocio mundial. Las empresas están privatizando, quitando la oportunidad a futuras generaciones humanas y no humanas de las semillas. La cosmovisión de los pueblos indígenas y campesinos del mundo se puede expresar en la frase que ha acuñado La Vía Campesina: “Las semillas son patrimonio de los pueblos al servicio de la humanidad”.

Eduardo León, mixteco de CEDICAM nos dice: Las semillas son símbolo de la gran sabiduría agrícola y cultural de los pueblos originarios, apostamos a resguardar los sistemas milenarios mediante reservas familiares, preservar las otras formas de construir con materiales propios las trojes con cucharilla del maguey de la región, tomando en cuenta a las y los jóvenes que tienen interés; así mismo Elena Terry de la nación Ho Chunk, nos dice que su generación es heredera de las pasadas siete generaciones y que ahora están luchando por ser buenos ancestros de las próximas siete generaciones.

Mediante este intercambio de experiencias, nos hermanamos en nuestras preocupaciones, sentires, apuestas y esperanzas, es por eso que:

Desde este foro exigimos se respeten nuestras formas culturales de preservación de las semillas y que no nos despojen de nuestra diversidad en todos los ámbitos de la vida.

Demandamos a los Estados:

– A garantizar la participación de los pueblos, en el marco del cambio de gobiernos que se están dando en la región, a respetar los marcos internacionales de derechos humanos, en especial el derecho a la alimentación, por encima de los tratados comerciales internacionales que solo benefician a las empresas.

– Frenar la política económica que se impone a través de diferentes formas de violencia.

– Semillas libres de patentes, transgénicos y agrotóxicos.

– La no aprobación del Acta UPOV 91 que obliga al Estado mexicano a modificar la ley Federal de Variedades Vegetales violando la soberanía nacional.

– La protección efectiva de nuestros maíces y culturas y no a partir del Protocolo de Nagoya sobre acceso a recursos genéticos, o bancos de germoplasma.

Asimismo, apoyamos la ley de biodiversidad y conocimientos ancestrales que se encuentra actualmente en el Congreso de Guatemala, en la Comisión de Trabajo esperando su dictamen y resistiendo la aprobación de las leyes de protección de variedades vegetales.

Convocamos a los pueblos indígenas y campesinos de México y el mundo a:

– No firmar convenios que propicien la bioprospección y la biopiratería.

– Seguir sembrando e intercambiando las semillas

– Seguir comiendo nuestras semillas tradicionales.

– Seguir utilizando nuestras técnicas tradicionales y agroecológicas para cultivar la tierra y así enfriar el planeta frente a la crisis climática producida por la revolución verde o agricultura industrial impulsada por el capitalismo.

– Seguir siendo custodios de nuestras semillas, saberes, de preservar lo sagrado de la convivencia con los seres y espíritus que nos han convocado hoy.

–  Generar condiciones para que las y los jóvenes, que participan en los sistemas escolarizados y no escolarizados (universidades, escuelas básicas, academia), que permita regresar a las comunidades, enriqueciendo e intercambiando saberes con las otras generaciones de manera respetuosa, evitando el desprecio a nuestros saberes y fortaleciendo nuestras propias identidades.

Espacio Estatal en Defensa del Maíz Nativo de Oaxaca

Foro Internacional Nuestras Semilla Nativas y la Propiedad Intelectual

Oaxaca ciudad de la resistencia, México a 29 de agosto del 2024.