Los indígenas cabécar de Nairi Awari, en Costa Rica, luchan por recuperar su territorio ancestral pero también despliegan sus propias estrategias de conservación. Para ello trabajan mediante la protección, reforestación y conservación organizada para mantener viva la rica biodiversidad que alberga su territorio de 5.038 hectáreas y 9 comunidades.
Servindi, 27 de octubre, 2024.- En tiempos donde el mundo se pregunta sobre las mejores formas para conservar la biodiversidad, la experiencia del territorio indígena Nairi Awari (Costa Rica) emerge como un ejemplo a mirar.
Los indígenas cabécar de Nairi Awari trabajan mediante la protección, reforestación y conservación organizada para mantener viva la rica biodiversidad que alberga su territorio de 5.038 hectáreas y 9 comunidades.
Este notable trabajo lo realizan en paralelo a su valiosa lucha por la recuperación de sus tierras que contamos en una nota anterior. Esta vez nos centraremos en su experiencia de conservación.
La conservación como forma de vida
“Para empezar, los indígenas siempre hemos sido conservadores de la tierra. Sabemos que de la tierra no se debe tomar lo que no se necesita. Incluso a la hora de cazar, solo tomamos lo necesario”, dice Alexander Martínez Jiménez.
Martínez, miembro y gestor turístico del territorio Nairi Awari, explica de este modo la relación histórica que tienen los indígenas con la conservación, lo que les ha permitido mantener viva hasta hoy una gran cantidad de flora y fauna.
En este territorio habitan diversos tipos de felinos como jaguares, pumas, ocelotes, tigrillos, panteras; así como una gran variedad de mamíferos, aves, árboles frutales, plantas medicinales y orquídeas.
Territorio Nairi Awari. Imagen: MGT
Uno de las orquídeas que florece sobre Nairi Awari es la guaria morada, considerada un símbolo nacional de Costa Rica, no solo por su belleza, sino también por su uso en muchas culturas y contextos del país.
En cuanto a sus fuentes de agua, resalta la limpieza de sus ríos que, a diferencia del de las ciudades, no están contaminados y mantienen un color cristalino, tal es así que consideran que podrían beber de él.
Pero, ¿cómo hacen los cabécar de Nairi Awari para salvaguardar toda la biodiversidad que hay en su territorio? Pues básicamente con acciones de protección, reforestación y conservación organizada.
Protección territorial
La protección es vital para este territorio dado que enfrentan las amenazas de terceros que ingresan con la intención de cazar ilegalmente animales como el venado y chancho de monte para luego venderlos.
Estas personas no indígenas también suelen ingresar para talar árboles que están en peligro de extinción como el manú negro, y extraer especies de plantas como las orquídeas o especies de aves muy llamativas.
En el peor de los casos, los foráneos se apoderan de las tierras que ven vacías y se establecen allí desconociendo la propiedad indígena y amenazando a los cabécar que reclaman por sus territorios.
“Para protegernos de esto se creó la Asociación de Guarda Recursos o Guarda Bosques Busublu Kima, que se encarga de velar por todo el territorio, de proteger las áreas y preservar la naturaleza”, explica Martínez.
La asociación, integrada por jóvenes, mujeres y adultos indígenas, funciona como un cuerpo de seguridad que periódicamente realiza operativos en zonas de su territorio adonde terceros suelen ingresar.
Si dan con los ilegales, proceden a decomisar sus herramientas o a los perros que a menudo utilizan para ingresar y, posteriormente, elevan un reporte a las instituciones del gobierno, como la Policía y Fiscalía.
Los que integran la Asociación de Guarda Bosques no cuentan con los equipos de protección necesarios para cumplir su labor, pero decidieron organizarse voluntariamente por la necesidad de proteger su territorio.
“A nosotros nos motiva mantener vivos nuestros bosques y ríos. Años atrás hemos sido invadidos por gente no indígena, que nos corrió del lugar donde vivíamos y convirtió esos lugares en potreros. No queremos que vuelva a pasar eso en nuestro hogar”, señala Martínez, miembro de la asociación de 32 años.
Territorio Nairi Awari. Imagen: MGT.
Reforestación ambiental
Otra manera que han encontrado los cabécar de Nairi Awari de velar por la biodiversidad es a través de la reforestación de áreas recuperadas.
Se les denomina así porque se trata de territorios que históricamente les pertenecieron, pero que fueron arrebatos por finqueros para talar árboles y criar ganado; y que ahora recién están siendo recuperados.
La recuperación se está dando mediante la compra de terrenos con fondos que recibe el territorio Nairi Awari del Pago por Servicios Ambientales (PSA), un programa nacional que les otorga incentivos económicos por conservar sus bosques.
La compra de las áreas está a cargo de la Asociación de Desarrollo Integral (ADI), el gobierno local que vela por las 9 comunidades del territorio Nairi Awari y que, a su vez, busca proyectos para reforestar las áreas recuperadas.
“Hasta ahora hay entre 800 a 1000 hectáreas recuperadas y la idea es plantar ahí más de 10 mil árboles nativos del lugar”, señala Martínez, resaltando la importancia de recuperar la vida ecológica de estas áreas.
Recientemente, la ADI también tuvo que comprar un terreno de 30 hectáreas en la comunidad indígena Tsinikicha – Finca Barrientos, para evitar que un grupo de familias se quede sin agua.
Ocurre que como muchos finqueros talaron árboles cerca de las nacientes de agua de la comunidad, estas se secaron produciendo una escasez de agua en la zona.
“Ante ello, la ADI fue a buscar agua a otra naciente, pero cuando pusieron las mangueras, llegó otra persona diciendo que esa finca le pertenecía y quiso dejar sin agua a la comunidad, por lo que la ADI tuvo que negociar la compra del terreno”, explica Martínez.
“Lo lamentable es que esas tierras pertenecieron a nuestros antepasados, pero como ellos nunca establecieron un límite, se aprovecharon. Ahora, nosotros prácticamente estamos comprando nuestras propias tierras”, agrega.
Los cabécar de Nairi Awari vienen luchando para que el gobierno reconozca como suyas algunas tierras que ya compraron y otras que quedaron fuera de una titulación mal hecha en los años 1980 (4.000 hectáreas en total aproximadamente).
Conservación y servicios ambientales
Como ya mencionamos, la conservación de bosques en el territorio Nairi Awari es un trabajo que viene siendo reconocido por el gobierno mediante el programa nacional de Pago por Servicios Ambientales (PSA).
Desde 2004, Nairi Awari recibe un pequeño fondo que le permite seguir protegiendo sus bosques y biodiversidad, una tarea que es supervisada vía satelital y por medio de visitas de agentes estatales al territorio.
Un detalle del PSA es que otorga fondos conforme a la extensión del territorio conservado. “Mientras más grande el territorio, más fondos entrega para la conservación”, explica Martínez de Nairi Awari.
Esta es una razón más del porqué los cabécar de este lugar han emprendido una lucha por recuperar sus tierras que le fueron despojadas, pues además de una reivindicación territorial, esto fortalecería la labor de conservación que realizan.
Junto a ello, se verían fortalecidas la Asociación de Guarda Bosques y las otras asociaciones de mujeres y jóvenes que están a cargo del gobierno local ADI y también incluyen una formación en temas ambientales.
Por ejemplo, la Asociación de Mujeres fomenta la subsistencia por medio de proyectos, producciones, intercambios de semillas y agricultura, entre otras muchas actividades que las mujeres pueden hacer dentro del territorio.
Mientras que la Asociación de Jóvenes, busca que los adolescentes se introduzcan en el conocimiento de los recursos naturales y fomenta su participación en la toma de decisiones de sus comunidades.
Por donde se le mire, el apoyo a Nairi Awari termina siendo un apoyo a la conservación de su biodiversidad, a sus bosques y especies de flora y fauna; es decir, a la vida en armonía con la Madre Tierra, impactando a su vez en el fortalecimiento de su cultura, saberes e identidad.
Rescatar, valorar y apoyar este tipo de iniciativas por la conservación surgidas desde los propios territorios debería ser un tema central de discusión y análisis en espacios como la COP16 sobre Biodiversidad 2024 que se realiza del 21 de octubre al 1 de noviembre en Cali, Colombia.
“Como pueblos indígenas somos los actores fundamentales en la conservación de la biodiversidad, por ello, en esta COP16 pedimos que nuestros derechos sean respetados”, refirió Sara Madriz, del pueblo Cabécar.
"Se debe buscar una solución basada en lo que es el conocimiento ancestral sin alterar la cosmovisión, los derechos y la gobernanza comunitaria", enfatizó la lideresa, quien se encuentra en Cali participando de la COP16.
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