En respaldo a familiares de víctimas, ONU y CIDH inciden para que autoridades militares entreguen información clave para el caso.
Servindi, 27 de setiembre, 2023.- A nueve años de la desaparición de 43 estudiantes de Ayotzinapa, en México, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) pidió persistir en esclarecer la verdad.
Alertan que avances del caso se retrasan debido a la falta de entrega de información por parte de autoridades militares, pese a una orden judicial que esperan sea acatada para proseguir investigación y dar con responsables.
Al cumplirse nueve años de los hechos de violencia del 26 y 27 de setiembre de 2014, la Oficina de Derechos Humanos de la ONU también pidió a autoridades entregar toda la información disponible.
“Enfatizar la importancia de entregar sin obstrucciones toda la información disponible en manos de las corporaciones de inteligencia y seguridad civiles y militares sobre este caso”, dijo la portavoz en Ginebra, Marta Hurtado.
“Los progresos alcanzados y el compromiso de algunas autoridades no deben eclipsarse con demoras y obstrucciones por actores públicos”, añadió la representante de la oficina desde México este miércoles.
La entidad que se niega a entregar documentación importante para el caso es la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que organiza y prepara al Ejército y la Fuerza Aérea Mexicana, y esta adscrita al Poder Ejecutivo.
Entre la información oculta se encontraría la interceptación que Sedena hizo la primera noche trágica a una comunicación donde se menciona el destino de un grupo de 17 estudiantes.
Para la ONU, “es fundamental que los avances se consoliden y expandan hasta lograr esclarecer plenamente el paradero de los estudiantes” y sancionar a los responsables de la desaparición forzada y la obstaculización.
La CIDH se manifestó en la misma línea y reiteró su compromiso y apoyo inquebrantables a las víctimas y sus familias en su búsqueda de la verdad, la justicia y la reparación.
Sobre el caso Ayotzinapa
El caso se produjo el 26 de setiembre cuando estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos viajaron a Iguala, al sur del estado de Guerrero, con la intención de secuestras autobuses.
Querían hacerlo para trasladarse días después a Ciudad de México, donde participarían en la marcha y otras actividades conmemorativas de la represión del 2 de octubre de 1968.
Mientras salían de Iguala, los cinco autobuses con normalistas (dos en los que viajaban, mas otros tres que tomaron en la terminal tras una trifulca) fueron interceptados en distintos puntos por policías municipales, federales y sus socios del crimen organizado.
En la emboscada murieron tres estudiantes y tres personas ajenas al contingente. Uno de los normalistas heridos sigue en coma tras los disparos de los policías.
Aquellos que fueron obligados a bajar de los vehículos, en total 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, fueron detenidos y hasta hoy siguen desaparecidos. Sus familias siguen buscándolos.
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