Servindi, 27 de abril, 2016.- No solo el carnaval de T´ikapallana es motivo de orgullo de los cotabambinos. Sus saberes ancestrales también lo son y esto lo saben muy bien hasta los más pequeños. Por eso pudimos comprobar el feliz encuentro de tres generaciones de yachaq durante los tres días que duró la primera “Mesa técnica de saberes ancestrales quechua y sus formas de enseñanza y aprendizaje en espacios comunitarios”.
Foto: El sabio Gabino del distrito de Haquira, explica al director de la UGEL Cotabambas sobre las diversas formas elaboración de la waraka (honda), hecha de fibra de alpaca, ovino y llama, actividad que realizan mayoritariamente los varones.
El encuentro, realizado los días 13, 14 y 15 de abril en Tambobamba, capital de la provincia de Cotabambas, departamento de Apurímac, congregó a cuarenta sabios y sabias provenientes de 18 comunidades de los distritos de Mara, Haquira, Challhuahuacho y la misma Tambobamba, a sus alcaldes, funcionarios de la UGEL Cotabambas, líderes comunales, docentes, entre otros.
Óscar Badillo Espinoza, coordinador de la Unidad de Educación Comunitaria del Ministerio de Educación (Minedu), organizadora del evento, señaló que el objetivo es promover la difusión y transmisión de los saberes ancestrales del pueblo quechua y sus formas de enseñanza y aprendizaje en los diversos espacios de la sociedad y en diversos procesos educativos institucionalizados.
"Es la primera vez que se desarrolla un evento de esta naturaleza que ha permitido tomar contacto con las expresiones culturales milenarias transmitidas intergeneracionalmente y expresadas a través de mantas, llicllas, chumpis, bayetas, huaracas, riendas, chullos, entre otros productos, que son expresión viva de su cotidianeidad, de sus sueños, de sus miedos, de sus apus tutelares, en suma, de toda su cosmovisión", agregó.
Mientras el sabio Ramón iniciaba la ceremonia con un tributo a la Pachamama, los asistentes dejaban lo que estaban haciendo para participar en el agradecimiento y permiso. Este pequeño ritual, que recorre casi toda la cordillera andina, es el punto de partida desde el cual se desarrollan todos los saberes y aprendizajes.
En el encuentro, los sabios tuvieron el noble gesto de informar a los asistentes cómo se aprende y cómo se enseña, dónde se enseña y dónde se aprende, cuándo se aprende y cuándo se enseña. Toda la pedagogía empleada en el proceso de la elaboración de materiales fue compartida en el evento que forma parte del proceso de registro de saberes de educación comunitaria que impulsa el Minedu. Como no podía ser de otra manera, el taller se realizó en la lengua, es decir, en quechua.
La metodología de trabajo permitió que los yachaq (sabios y sabias) compartan sus experiencias agrupados por tipo de saber y por generaciones: adultos mayores (65 a 80 años), adultos (hombres y mujeres de 30 a 45 años) y jóvenes sabios de 22 a 26.
"Esta mesa técnica ha evidenciado una enorme riqueza de saberes de la que se desprende una inmensidad de expresiones culturales aún por visibilizar, y es un tema aún pendiente desde la Unidad de Educación Comunitaria y desde las distintas áreas de la Educación Intercultural Bilingüe, en el marco de una educación inclusiva e intercultural y de fortalecimiento de la identidad cultural", sostuvo el funcionario.
Uno de los sabios expresó: "Ahora más que nunca renace la sabiduría heredada por nuestros ancestros". Otro dijo: "Los saberes locales y ancestrales deben ser incluidos en el currículo escolar". Y una de las autoridades presentes confesó una autocrítica: "Las municipalidades debemos promover los saberes ancestrales con proyectos que contribuyan al desarrollo local".
El último día, la plaza principal de Tambobamba brilló de multicolores gracias a la feria de saberes que presentaron los sabios y sabias y a la que concurrieron los pobladores, estudiantes y profesores.
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