Proyectos para facilitar el acceso a agua segura que se adecuan a la realidad de contextos amazónicos plantean salidas para enfrentar problemas de salud. El proyecto Allin Yaku es una propuesta de este estilo.
Servindi, 26 de agosto, 2022.- Algunas experiencias exitosas con proyectos para la purificación del agua en comunidades nativas se presentan como una alternativa para adaptar en contextos amazónicos que afrontan la falta de acceso seguro a este recurso.
Uno de estos casos que pueden replicarse es el del purificador Allin Yaku II, que ha contribuido a enfrentar los problemas que generaba el agua insegura en la comunidad Awajún ‘Ebrón’, del distrito de Nieva, en Condorcanqui (Amazonas).
Como se recuerda, el estudio “Aproximaciones a la situación de salud en zonas de frontera”, detalló que comunidades fronterizas de Amazonas y Ucayali presentan un alto índice de problemas gastrointestinales y de desnutrición, así como numerosos casos de malaria.
Agua purificada
La iniciativa del purificador Allin Yaku II es integrada por los ingenieros Nery Herrera Ambrosio y Nilson Fernández Barazorda, bajo la dirección del doctor José Manuel Lopez Ludeña, del grupo Innovación Social Aplicada (ISA), quienes diseñaron un sistema de alarma ante situaciones de emergencia o desastres en el Allin Yaku I.
Diseñado como un sistema portátil, el purificador de agua Allin Yaku II está compuesto por un filtro de carbono, un filtro de 5 micras y de una micra.
El sistema de este módulo de emergencia se basa en energía renovable: Es alimentado con paneles solares fotovoltaicos que brindan la energía necesaria para su funcionamiento durante un total de 10 años.
A la vez, deja el agua libre de sabores desagradables gracias a su filtro de carbono. Mientras que el sistema de luz ultravioleta elimina los microorganismos, requiere de un mantenimiento cada 4 meses y tiene una duración de 3 años.
Este equipo está diseñado específicamente para hacer que el agua esté en condiciones de consumo y pueda trabajar sobre 18 litros por hora. Su mantenimiento consiste en lavar los filtros.
Los prototipos del sistema Allin Yaku II fueron instalados en un colegio y en un espacio comunal de ‘Ebrón’ desde mediados del 2020. A la actualidad, el sistema sigue operando.
Efectos en el campo
La iniciativa tuvo un alto impacto en ‘Ebrón’, donde las personas pudieron obtener agua de calidad fácilmente, incluso, sin necesidad de hervirla.
Para obtener agua en condiciones de consumo solo tenían que acercarse y recoger el insumo, como lo hacían en sus pozos y quebradas.
Por este motivo, las personas que llegaban de comunidades aledañas y veían la efectividad del equipo, se interesaron en que el proyecto se replique en sus territorios.
Sistema mejorado
Dependiendo de cuáles sean las fuentes de agua, este equipo puede ser adaptado para sistemas de tuberías, pozos, para purificar el agua de lluvia o de ríos y otras fuentes superficiales.
Como indica el ingeniero Nilson Fernández, para su readaptación es necesario un estudio que evalúe aspectos del contexto. Tras ello, su uso y mantenimiento no representa mayores inconvenientes.
“Por eso, se armó el equipo delante de la población, para que aprendan a manejar, instalar, desarmar y mantener, y que cualquier persona pueda encargarse de ello”, indica, refiriéndose a la implementación de este sistema en la comunidad Awajún ‘Ebrón’.
“Elaboramos el producto pensando en que su uso sea sencillo y para que se pueda instalar por cualquier persona en un corto tiempo”, agrega.
Tras la implementación en la comunidad Awajún, se pudo identificar que para potenciar la eficiencia de este sistema es necesario adecuarlo a la realidad climática de cada zona. Ya que el filtro puede verse afectado por temporadas de lluvias o el aumento de ríos y quebradas.
Ante ello, se desarrolló Allin Yaku III, un sistema mejorado y de mayor duración que, teniendo en cuenta el clima, es adaptable a cualquier comunidad nativa.
Este sistema mejorado, señala Fernández, todavía no ha sido implementado.
Trabajo pendiente
Este sistema es fácilmente replicable, incluso, en caso de desastres naturales. En ciudades como Lima se pueden conseguir los materiales para la fabricación de estos equipos.
Por ejemplo, a través de cooperantes, este proyecto ha sido replicado y utilizado en Piura. No obstante, en contextos rurales son distintas las condiciones para la fabricación. La implementación y adaptación a otros contextos no representa mayores problemas.
Otro aspecto de este proyecto se halla en la consideración de los posibles desechos que puedan generarse.
“Para evitar generar contaminación en las comunidades, todos los materiales que consideramos para el desarrollo del proyecto son reutilizables”, explica Fernández.
Sin embargo, el desinterés de instituciones encargadas y de tomadores de decisiones representa un obstáculo para el desarrollo de propuestas como ésta, que requieren de financiamiento para ser implementadas.
“El Estado tiene la lógica de instalar agua en lugares con un número alto de habitantes, pero no financia o no atiende a las comunidades de la Amazonía”, sostiene Nilson Fernández.
“Este proyecto responde a esa ausencia. Está dirigido a comunidades de pequeño y mediano número de habitantes”, finaliza.
* Esta nota ha sido elaborada conjuntamente con el Economista y Gestor Ambiental Bikut Toribio Sanchium.
El presente reporte fue realizado en el marco del proyecto “El poder de la confianza: Contrarrestar la desconfianza y desinformación sobre las vacunas en Perú”, una campaña de Servindi, con el apoyo de Internews.
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